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Hyunjin pataleaba con fuerza al chico encima de él. No comprendía cómo es que había llegado a eso, tal vez no debió jugar con fuego. Tal vez debió acabar con él cuando tuvo la oportunidad, pero no. Y allí estaba ahora. En los años que llevaba siendo Killer S, el mejor asesino entre las mafias, no se imaginó que sería un policía novato quien podría darle fin no solo a su carrera, sino también a su vida.

Ahogó un grito, no podía ni respirar. Las pequeñas manos que él consideraba débiles hacían una fuerte presión en su garganta no dejándole paso al aire a sus pulmones. Y sintió sus ojos aguarse, ese sería su fin. No quería dejar a su familia, y tampoco a Migyeong ahora que tanto lo necesitaba. Hacía 2 meses desde que ella y Seungmin no hablaban y eso la tenía destrozada. Lo peor de todo, ella no quería aceptar el porqué le dolía.

Y también, desde entonces, Hyunjin siguió como siempre con su labor. Aunque con un pequeño policía persiguiendolo. Con el paso de los días se hacía cada vez más difícil escapar de Park.

Y finalmente ya no podría.

—¿Qué se siente que un policía de 2 meses de reclutamiento venza al asesino más temido entre las mafias en solo 34 encuentros? —rió achicando los ojos.

Hyunjin dejó caer las manos a su costado, ya no lucharía por algo inservible. Antes de acorralarlo con el suelo, Jimin se había encargado de fracturarle una pierna. No podría ni correr.

Jimin sonrió y quitó el agarre de su garganta. Hwang agradeció a los cielos tomando todo el aire que sus pulmones lograsen conseguir, sintiendo el oxígeno pasar por sus venas, corazón y arterias. Obviamente no dejaba de toser.

—Supongo que ya no tratarás de huir —el pelinegro mantuvo silencio—. Síp, eres inteligente. Ahora al parecer puedo hacer lo que todo el mundo quiere, sacar esa máscara de ti y descubrir tu identidad. Espero te comportes.

Hyunjin se dejó quitar el cubre bocas con sus ojos fijamente en el rubio. Incluso si Park no lo asesinaba, iría preso. O peor aún, al saber su identidad, las otras mafias buscarían venganza.

—Wow, sí que eres un niño lindo —rió—. Así es como dejabas encantadas a tus víctimas. No te mentiré, casi hasta a mí me convences.

—¿Vas a matarme? —preguntó ignorando al mayor.

—Hmm, por más que me gustaría, se supone que soy policía, no asesino. Aunque creo que lo hago mejor que tú —golpeó su brazo adolorido y Hwang no pudo evitar jadear de dolor—. Esto es divertido, ¿debería también unirme a la mafia?

—Creo que ya sé qué nos diferencia —comenzó de repente. La sonrisa de Park se borró y mantuvo la mirada fija en Hyunjin—. Yo no soy asesino porque quiera, de hecho, odio matar y creo que sería fabuloso irme al mismísimo infierno por todo lo que he hecho. Fui prácticamente amenazado, pero tú... tú quieres sangre. Lo noto en tus ojos que brillan cada vez que estás por matarme. Como ahora, mientras apretabas mi garganta. No había piedad en tus ojos, solo emoción. ¿Por qué eres policía si solo quieres matar?

Jimin abrió sus ojos sorprendido. Mantuvo silencio unos minutos para 5 minutos después, comenzar a reír como desquiciado.

—¡Me descubriste, niño! —aplaudió—. Eres muy listo. Yo solo quería ser policía para poder tener un arma.

—¿Has matado ya a alguien?

Jimin sonrió y calló. Hyunjin lo comprendió.

—Ya lo has hecho...

Ninguno dijo nada por unos momentos. Temiendo un poco, el menor decidió hablar.

—Cambiemos de lugar —soltó de repente. Park frunció el ceño y le dedicó su total atención—. No quiero seguir haciendo esto. Comunicaré a Sparo mi retiro. Y tú puedes ser mi reemplazo, ya ves que eres mejor que yo. Tendrás lo que quieres y yo tendré mi libertad.

ѕιяєη - kïm sëünġmïn Where stories live. Discover now