Sobran las palabras

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A veces pienso si realmente estás bien, si todo lo que te he demostrado ha sido suficiente para olvidar y seguir. Te veo y veo como me miras, te juro que sólo veo amor. Pero yo no sé que tienes dentro, que piensas cada vez que me miras. Espero que sólo te fijes en lo mucho que te quiero, que quiero estar contigo para siempre, que tú has sido la razón de todo.

Estamos en la cama y estás pegada a mi espalda . Me despiertas con tus manos que me aprietan tan suave la cintura y sé que no puedes remediarlo. Me tienes que acariciar con esas ansias, me ves y sé que te entran todas esas ganas por el cuerpo, que te arde de una manera que no existe. Tú eres mi primer pensamiento cuando me despierto. Lo que quiero sólo es esto, despiértame con besos por el cuello como lo haces ahora. Noto tus labios mojados, tu lengua caliente en mi piel, es tan despacio y dulce. Te quedas así mucho tiempo sin moverte y yo sólo te siento. Me remuevo en ti, me pego más a tu cuerpo y tú me aprietas incluso más contra ti. Me tienes tan bien.

Entierras tu cara en mi nuca, pegas tus labios ahí y me susurras palabras sin sentido, pero tan bonitas.

"Mi niña, que calentita estás" dices acurrucándote más en mí. Te escucho y empiezo a murmurar sonidos,  quejándome porque quería más. Noto que presionas tu rostro más en mi cuello, fuerte, respirándome.

"Mmmh...abrázame más" me quejo sujetándote el brazo que me envolvía y apretándolo más contra mí. Seguidamente noto como tu pierna se desliza entre las mías, cómo me aguantas con todas tus fuerzas y a la vez apoyas tu mejilla contra la mía. Es que te quiero mucho más cerca y no sé como.

"Te quiero" me susurras al oído y yo cierro los ojos. Y te quedas, noto tu respiración tan cálida justo ahí. Me sube el pulso tan rápido, noto esa presión en el pecho que duele cuando me lo dices, cuando lo dices así. Tu voz tan mía, sólo a mí me hablas de esa forma. Posas tus labios en mi cara tan suave, tan húmedo. Te apartas un poco y me miras, después bajas otra vez y vuelves a besar mi piel.

Todo de ti me hace sentir tan tuya. Es que de nadie más. Me siento demasiado débil cuando tus labios tocan mi piel, cuando me mantienes así de cerca.

Giro mi cabeza hasta tener tu cara en frente de la mía. Me muerdo el labio cuando te veo, es que estás tan suave. Paso mis ojos por toda tu cara, tus ojos dormidos, tus labios entreabiertos y húmedos. Tú me aprietas más, quieres que cierre el espacio. Y lo hago, me acerco con una sonrisa y pego mis labios a los tuyos mientras me tienes fuerte contra ti. Noto como presionas tu rostro más contra mi, porque me necesitas, arrastras tus labios muy despacio con los míos cada vez, nunca me acabas de capturar, sólo me acaricias con ellos. Es todo tan despacio que siento que me duermo poco a poco otra vez, repartes besos pausados por mis labios, tan delicados mientras me das la vuelta para que esté en frente tuya. No despegas tus labios sólo los dejas juntos, mantienes tus ojos cerrados mientras los acaricias suave con los míos.

Me duermo pero aún así te susurro que "te quiero" en tus labios. Tú me acoges entre los tuyos y los cierras en mi una y otra vez. Descansas en ellos mientras tu mano se esconde en mi pelo, me acaricias tan suave. Yo tengo la mía por tu cintura apretándote contra mi, lo más cerca posible.

Nos quedamos dormidas un rato más, después nos despertamos y te pusiste encima de mí. Me encanta cuando me aplastas así, me encanta sentir todo tu peso en mi cuerpo, alivia tanto mis ansias de ti. Escondes tu cara en mi cuello y yo noto tu respiración tan cálida ahí. Arrastras tu mejilla contra la mía y a mí me provocas una sonrisa.

Te pones en frente de mí, tus codos apoyados en el colchón mientras me miras a los ojos. Quiero que me mires así todo el rato, que te muerdas el labio inconscientemente cuando pases tus ojos por toda mi cara. Bajas y chocas tu nariz con la mía y subes a mirarme otra vez, vuelves a hacerlo esta vez para rozar tus labios con los míos. Los rozas varias veces para luego mirarme, a mí me ardía todo sólo de ver como tus ojos me desean.