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Idiota porque le dije eso, siendo una vil mentira hace más de cuatro meses desde que la vi en esa cama de hospital no la he dejado de pensar ni siquiera un instante y al descubrir mi verdadera identidad deseo tenerla a mi lado, pero algo no me deja alejarme de Lizzy ya sea que de verdad la ame o no o algo más también puede ser.

La volví a ver esta vez la mire de una manera tan errónea que por un instante vi su cuerpo podrido lo cual no puede ser en ella, ya que yo permití que me sacara el corazón algo idiota de mi parte.

Ya me mi mente permaneció dormida durante todo este tiempo y mi fuerza creció en gran manera tanto que pude acceder al valle de los dioses sin complicaciones y caminar con este inútil cuerpo frágil entre todos ellos.

Cada uno se sorprendió por verme de esta forma lo cual no me interesó, llegó al Palacio de mi padre.

- Dios Ra hazte presente ante tu hijo Amun-Ra -digo para que sean abiertas sus puertas.

-Tu mortal como piensas siguiera venir a verme -me dice ese imponente ser y tiene que bajar su vista para poder verme.

-Dígame padre, maldejiste a mi consorte- suelto lo que de verdad deseo saber.

-Esa maldita diosa te mató y después te volvió esto, que esperabas que hiciera- me recrimina.

-Deje que me sacará el corazón, fue mi decisión- le grito haciendo que se gire a enfrentarme -mate a la mujer que amaste y creías que merecía seguir vivo -agregó para girarme e tratar de regresar.

-Espera, decretare que puede regresar a casa, pero mi maldición perdura en ella tu eres el que decide si quitársela o dejarla así -susurra y yo desaparezco para seguir mi camino ya que nunca me podría enfrentar a mi propio padre.

Me quedo pensando en la sala de mi casa esperando que ella vuelva, ya veo que esto se vuelve monotonía en mi vida; puedo ser feliz con Lizzy unos creo menos de 80 años ya que ella morirá y yo seguiré aquí. Pero algo en mí no me saca a Bastet de la mente la ame o amo de verdad a ahora no se responder esa simple cuestión de mi corazón.

Cuando Lizzy regresa de su trabajo me sorprendo al ver que llega con mi hermano y lo que de verdad me molesta es con la confianza que ella se le acerca, algo raro en ella ya que nunca fue así con él, pero por mi parte me quedo callado. Observando toda la situación.

Cenamos en total silencio y me tuve que ir porque hubo una emergencia en el hospital donde trabajó y me necesitan en cirugía. Una vez término me siento en la sala de espera a pensar de verdad que es lo que quiero para mí y mi futuro, sin pensarlo invocó mi libro y comienzo a leer esas viejas historias que yo mismo invente para dejar de ser ese ser especial que todos veneraban.

Mi libro no miente y este dice que puedo volver a recuperar mi vital cuerpo, aquel que nunca envejecía, pero con la condición de que tenga un hijo con mi esposa Bastet lo cual nunca será porque un mortal jamás podría embarazar a un Dios.

Pasan los meses y mi cuerpo comienza a sudar frío por si solo como deseando que algo lo calentara, hace algunas semanas me comprometí con Lizzy y esta aceptó ya que de verdad me ama y trato de tener ese mismo gesto con ella, ahora ocupó la mayor parte de mi tiempo en el hospital y por ello creo que me he enfermando de gravedad ya que hasta mis ojos están rojos por la falta de sueño.

Hoy sucedió un incendio y traen a un solo paciente de gravedad una mujer de unos 28 años la cual está casi desfigurada, la atendemos rápido y la inducimos al coma para que sus heridas vallan sanando.

Veo como están recibiendo a los doctores de intercambio que vienen a terminar unos meses de residencia que les queda para volver luego a su país, sigo mi camino para volver a la sala de descanso de los profesores y tomar un kid de aseo personal para entrar al baño y cepillar mis dientes. Una vez termino busco una taza de café para poder ir a casa y tomar una duche y dormir.

Una vez regrese a la casa me voy directo a la habitación para poder descansar hasta que ella llegue de trabajar, sueño con mi amada Bastet la cual camina hasta mi desnudándose lentamente y una vez llega a mi lado besa mis labios haciendo que desee más, pero de lejos se observa como Lizzy copia la acción de esta hasta llegar a mi lado.

Besan y tratan de devorar mi cuerpo, las alejo de mí, pero ellas desean más y luchan hasta tenerme amarrado a la cama y de pronto Bastet cambia su rostro dejando ver unas horribles marcas.

- Elije Abimael, me amaras o te iras con ella- me susurra Lizzy besando mi pecho mientras ella se aleja de mí.

- Me abandonaras como todos los demás -susurra más que dolida mientras cubre su rostro con ambas manos.

- ¡Déjenme! -grito, pero ella no me suelta - Bastet no te vallas, quédate amor -grito levantándome de la cama.

Salgo de mi recamara buscándola, pero no encuentro a nadie; trato de llamar a Lizzy a su número, pero nadie contesta y al final me quedo hay en ese mueble de cuero negro esperando que ella aparezca y me diga que fue una simple pesadilla que ella nunca se convertiría en eso y que jamás abandonaría su verdadera belleza, la cual me cautivo cuando era un simple dios joven.

Al rato recibo un mensaje de Ethan el muchacho que era el mayordomo de Bastet mientras vivió en el cálido Miami Los Ángeles, el cual dice.

- Mi diosa me ha abandonado por tu culpa simple idiota, desearía saber que tanto significas para ella -

Me quedé pensando en porque me quiso decir esas palabras y decidí borrar el mismo.

Dioses De Egipto (saga Faraón) IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora