Abrazo Entre Caudillos

Inevitable

-General Iturbide, esperamos sus ordenes-.

Me encuentro en el cuartel armando la siguiente estrategia para tomar a los insurgentes, cada vez se vuelve más difícil, el clima es insufrible y nos estamos quedando sin municiones. La estrategias de Guerrero están muy bien planteadas... Me pregunto cómo será...Nunca lo he visto...Y me muero por matarlo.

-Manda a los hombre a descansar y en la mañana iremos detrás de las tropas de Guerrero-.

Morelos ya no era un obstáculo para nosotros, ahora el único problema que teníamos los realistas era Guerrero. A pesar de no contar con la ayuda de Morelos, Hermenegildo o de Matamoros, el cabrón era genial en estrategias militares, ¿Cómo es que alguien sin haber tenido preparación militar tenía tan buenas estrategias? Se ve que los españoles nos hemos equivocado acerca de la raza débil ...Una vez más estoy dudando en mis principios de proteger a la corona española... Pero al escuchar los ideales que Vicente defiende me hace pensar que estoy en el bando incorrecto, lo que ellos buscan es defender la libertad e integridad de las personas de este país... además...yo nací aquí y estoy defendiendo a un país que ni siquiera conozco, y si de todos modos ganamos esta guerra, perderé mi puesto y toda mi vida seré discriminado por ser criollo... podría ser peor, si fuera indígena o negro no tendría ni voz...

*

-¡¡¡Cabrón!!!...este Guerrero es invencible... Ya hemos perdido muchos hombres...- grita fúrico Iturbide.

-¿Y qué hacemos ahora, General?- le contesta uno de sus tenientes.

- Sólo nos queda resistir...-

-Retirarnos sería mejor...-

De repente, fueron interrumpidos por un soldado . -¡Señor! Hemos visto al General Guerrero dirigirse al bosque-.

-¿Alguien lo está siguiendo?- pregunta Iturbide.

Con voz temerosa contesta el soldado -Emmm...no- inmediatamente Iturbide abofetea a su teniente.

-¡Sois unos inútiles! ¡Por soldados como ustedes es que no ganamos esta guerra! Iré yo a terminar con este asunto... muéstrenme a que dirección se fue...-

Iturbide toma el catalejo de su teniente y se dispone a salir de su tienda con espada en mano, adentrándose al bosque dispuesto a matar a Guerrero.

"¿Cómo será? pensaba Iturbide, ¿Será igual de fuerte sin su ejército?... parece que sólo habrá una forma de averiguarlo... ".Iturbide sentía miedo y una tremenda ansiedad, como si de alguna forma su instinto le estuviera advirtiendo de algo.

El General realista fue interrumpido de sus pensamientos por la aparición lejana de aquel hombre que lo había humillado en batalla, Vicente Guerrero.

Desenvainó su sable , y se acercó lo más cauteloso posible, pero su silencio se interrumpió por una rama en el piso e inmediatamente Guerrero volteó. En ese breve momento se miraron fijamente, provocando un minuto de silencio incómodo en donde , ambos caudillos se quedaron sin saber que hacer. Guerrero da el primer paso y se abalanza hacia Iturbide, derribándolo, mientras, en su lenta reacción , Iturbide deja caer su sable , cayendo los dos al suelo.

Guerrero le lanza un puñetazo que Iturbide logra esquivar, y este decide ir por su espada, pero Guerrero lo detiene sosteniéndolo de su chaquetín desprendiendo las costuras . Iturbide decide quitarse el chaquetín , logrando así, alcanzar su sable justo cuando Guerrero desenvainaba el suyo.

Iturbide empieza a atacar a su oponente, pero sus movimientos solo logran cortar la ropa del hábil Guerrero. Después de una larga y agotadora pelea de minutos , Guerrero se decide a hablar:

-¿Tú quién eres?-.

Iturbide indignado le lanza un sablazo .

-¿Cómo que no sabes quién soy? Malditos insurgentes -.

-Emmmmmm...¿Un soldado realista?-.

-Soy Agustín de Iturbide, General del Ejército Realista, hijo de...-

-¿Y cómo a quien chingados le importa eso?- arrancándose los tirones de camisa que lleva puesta y con una voz seductora, Guerrero agrega.

- Si eres tan buen General, demuéstralo en una lucha cuerpo a cuerpo- dijo tirando su sable al suelo.

Iturbide, sintiéndose extraño, mira la sorprendente musculatura de su rival mientras un color rojizo teñía sus mejillas. Tira su sable:

- ¿Realmente era necesario quitarte la camisa ? -.

Guerrero lanza un puñetazo al estómago del General Realista dejando a este casi sin aire, pero Iturbide dentro de su orgullo, aguanta y regresa el golpe.

Guerrero cae al suelo, llevándose consigo a Iturbide, quedando encima de él, y sin pensarlo le lanza un golpe, Iturbide detiene el golpe y enseguida tuerce la mano de este para aplicarle una llave, quedando Guerrero sorprendido e inmovilizado. Iturbide toma su sable. Puede matarlo.

-"Debo matarlo, es la única opción, debo acabar con esto, pero al verlo, me siento raro...¡No puedo hacerlo! ¡Estúpido Guerrero!"-.

-¡Vamos, qué esperas!- Le grita Guerrero.

Era inevitable, las miradas de ambos caudillos se encuentran, había algo entre ellos; admiración y odio transformándose en algo más profundo. Iturbide al percatarse de lo que sentía y la mirada de Guerrero, inmediatamente se apartó de él, se sentía vulnerable y se desconocía "He hecho esto antes, ¿Por qué no pude matarlo?" pensaba mientras corría de regreso a su campamento, y Guerrero lo miraba bastante confundido, intrigado y extrañamente maravillado.

Iturbide regresa a su campamento.

-¿Logró matarlo, General Iturbide?-

-No logré encontrarlo...-.

-¿Y que le pasó a su ropa?-.

-Deje de hacer preguntas estúpidas, teniente, usted tiene una tarea muy clara, no se desvíe de su deber-.

Al otro lado del campo de batalla...

-¿ General Guerrero, que le pasó? ¿Ya tiene el siguiente movimiento que dijo que iba a ir a pensar? -.

- Fui emboscado, pero no es de mucha importancia...Ya sé lo que vamos a hacer, retiren las tropas...-

-¡Señor! si vamos ganando...-

-He dicho, retira a las tropas, ahora no me encuentro bien para seguir con esto...-

- Cómo usted diga, General-.

Iturbide al ver el movimiento de Guerrero se siente bastante extraño, acababa de presenciar la primer mala estrategia de Guerrero, puesto que él lo tenía contra la espada y la pared. Pero, por otro lado, Iturbide se sentía aliviado, pues tras el enfrentamiento con el General insurgente, se sentía confundido, no sabía que sentir, pero, dentro de su vergüenza por no haber sido lo suficientemente fuerte para acabar con la vida de Guerrero, deseaba volverlo a ver, de alguna forma disculparse y por fin poner en marcha el plan de unirse con el enemigo, formar un único ejército, el ejército trigarante.