Mi soledad

2 0 0
                                    

Me sentía un joven muy infeliz y rechazado nadie sabía lo increíblemente vacía que era mi vida aunque para muchos mostraba una apariencia de que todo me daba igual quizás porque nadie me tenía el más mínimo aprecio.
No tenía estimulos,  ni amigos ni ilusiones típicas de mi edad.
Salvo mi madre una mujer menuda e inquieta de carácter optimista y risueño.
A veces me trataba como a un bebé y cobijado entre sus brazos me colmaba de mimos transmitiendome un profundo sentimiento de paz y tranquilidad.
Supo llevarme de la mano mostrándome la vida siempre del lado más bello y creo que fue esa cualidad la que me alentó para afrontar el día a día pues mi padre en cambio era muy inexpresivo solo vivía para trabajar muy duro y cuando llegaba cansado a casa el sofá era su fiel amigo y refugio en el comía bebía cerveza y veía la tele nunca me pregunto cómo me iba la vida quizás porque al igual que a mí la vida le iba sin más

el fabricante de perlasWhere stories live. Discover now