LOVE ME ; SEULRENE [G!P]

14.Maknae

—¡ME REHUSO! —golpeó el hombro de la pobre Joy que miraba mal a la más pequeña del grupo.—¡YA TENÍAMOS SUS DIÁLOGOS PREPARADOS! ¡LAS ROSAS QUE LE IBA A REGALAR!

—Pequeña Yerima, no te estreses...—acarició su cabeza la chica alta logrando que Yeri se sonrojara y se cruzara de brazos.—Para la próxima pelea que tengan utilizaremos las cartas y los trajes de detectives secretos.

—Bueno, ahora seguirá en pie el plan de enam—Seulgi tapó ligeramente su boca.

—Cierra tú boquita Yerima...

Después de tanta tormenta siempre salía el sol, el seulrene y el joyri estaban sentadas en el inmenso sofá de la maravillosa casa de Park, después de ir cada una a su respectiva casa y quedar en el hogar de Joy.

—No he entendido nada —frunció el ceño levemente confundida la más mayor.

Yeri mordió la mano de Seulgi y esta pegó un pequeño grito, asqueada por las babas que había dejado la maknae en su mano.

—No te educamos así —lloriqueó la rubia y la pelinegra asintió con la cabeza dándole la razón.

—¡Mamá! —gritó Joy acercándose a abrazar a la mayor.

—¡Qué dices, no tengo una hija como tú! —le respondió Irene, la cara de Joy al escuchar aquello fue épica.

La conversación entre las cuatro fue fluida y normal, igual que siempre, se sentían todas cómodas por el ambiente que había hasta que Yeri se las arregló para llegar al tema del que quería hablar.

—Seulgi unnie, ¿has descubierto ya quién fue la persona que envió ese mensaje?

—Sunmi —se encogió de brazos e Irene le lanzó una mirada llena de furia.

—¿Ósea que no querías hablar conmigo?

—¡Sí! Ósea si que quería pero me daba miedo tu reacción

—¿Y qué hacía Sunmi en tu casa? —inquirió esperando una respuesta con sentido.

—Quería ir al baño y no se aguantaba —Irene levantó su ceja mirándola fijamente.

—La peor excusa que he escuchado —le susurró Joy a la oreja a Yeri que asintió lentamente.

—Esa perra, se la tenemos que devolver Irene unnie —se cruzó de brazos con enfado Yeri.

—Da igual Yerima —trato de tranquilizar a su bebé pero Yeri no se quedaría de brazos cruzados.

—¿Y Wendy?—preguntó por su mejor amiga mirando si ya le había respondido.

—Ohhhh ¡WENDY UNNIE! —se emocionó Joy.

—A la última fiesta que fuimos las tres fue una ¡una locura! ¡Nunca había bebido tanto en mi vida! —recordó Yeri ganándose una mirada desaprobadora de Seulgi e Irene.

—¿De quién era la fiesta? —cuestionó Irene.

—De Shuhua, descubrimos demasiadas cosas, me sentía como las viejas chismosas que se reúnen en la entrada de mi casa —comentó Joy riendo.

—Bueno cuéntalo tú Yeri que Joy se ríe por todo —bufó Irene y Yeri asintió emocionada.

—Todo comenzó cuando llegamos con Wendy unnie...