Hiruzen y Danzo arman su propio equipo de ninjas para el futuro de la aldea, uno basado en la descripción que dejó mito en un pergamino y el otro siguiendo los ideales de su antiguo sensei.
Kabuto y Madara llegaron a unas montañas donde había una estructura gigante.
- Aquí es?- dijo Kabuto interesado en el lugar.
- Si, Zetsu ya se encargó de que nadie interfiera, unos idiotas ya habían intentado abrir el sello lo suficiente, así que no tendremos problemas en terminar su trabajo.
- Que hay de la sacerdotisa? Escuché que esté era su trabajo.
- No llegará a tiempo- decía mientras abría el sello.
Cuando rompen en el sello de la estructura, una gran aura maligna se siente por toda la zona.
En un templo.
- Shion-sama, alguien a roto el sello!!
- Lo puedo sentir- decía una chica en tono preocupado- necesitamos prepararemos, Mouryo no debe recuperar su cuerpo!!
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Regresando al área de sellado
- Quién me ha liberado de mi sello!!- se escuchó con una voz profunda y siniestra.
- Hemos sido nosostros dos- dijo Madara viendo a una figura que tomaba distintas formas.
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- Es extraño, puedo sentir en ambos un poder considerable!- decía Mouryo viendo a ambos.
- Mouryo, vengo a negociar- decía Madara tranquilamente
- Quieres poder humano, no es asi?
- Digamos que si, con tu poder y ayuda podremos cambiar este mundo.
- Que objetivo tienen?
- Lo mismo que tú hace siglos. Controlar este mundo.
- Jaja, porque creen que me uniría a ustedes?
- Necesitas un cuerpo fisico antes de conseguir el tuyo de nuevo, así que te ofrecemos uno.
Kabuto sacó un rollo de su manga y hace aparecer un Zetsu blanco. Este parecía una estatua.
- Este es un ser sin consiencia, puedes usarlo libremente y liderar a tu ejército con él.
- Bien humano, te prestaré mi poder para tener este mundo, pero quiero mi cuerpo de vuelta.
