La chica 457

Aliandome Con El Enemigo.

Mi lunes no comenzó mal sino que terrible, al levantarme por la mañana me di cuenta de que me había quedado dormida y que iba a llegar tarde. Cuando bajé a desayunar no había más pan y no podía hacer tostadas, así que decidí comer el cereal especial para mi mamá, el cual ella decía que era bueno para "ir al baño". Cuando llegué a la escuela, él profesor me retó en frente de todos por ser la segunda vez que llegaba tarde, mientras tanto mi cuerpo me estaba avisando que los cereales ya estaban haciendo efecto.
Y ahora me encontraba en el aula, teniendo muchas ganas de ir al baño y descargar todo. Solo pensaba en eso, es más, ya estaba transpirado, así que cuando la campana sonó fui corriendo al baño. Cuando llegué no podía hacer nada porque me sentía tan avergonzada e incómoda por hacer esto en la escuela, así que decidí salir del cubículo. Pero antes de hacerlo unas voces conocidas entraron al baño, eran Megan y Sam.

-Entonces dices que Barbara está en la ciudad, Thomas no me dijo nada- parloteó Megan.

-Sí, lo juro, la vi en la fiesta de Ryan, estaba hablando con Thomas- Megan suspiró, al parecer se estaba viendo en el espejo.

-Bueno, pero el plan sigue pie, tienes que destruir a ese estupido- dijo haciendo referencia a Mason- No dejes que juegue contigo, eres muy buena para eso.

-Lo sé, gracias Megan- dijo y luego se escuchó como Sam se iba.

-¿Te gusta escuchar conversaciones ajenas?- me preguntó, salí del cubículo- No entiendo por qué Thomas fue tu amigo, se nota que no te importan los demás.

-Oye, no te atrevas a hablar de mí así- dije, su celular comenzó a sonar.

-Nos vemos, Laia- dijo y salió mientras contestaba su celular.

-Es Laila- le grité pero no creo que me haya escuchado.

Me lavé las manos y salí del baño enojada, mi panza dio un vuelco y decidí que era hora de esperar a que todos se fueran para ir al baño. Entonces la vi, caminando por los pasillos de la escuela, como si fuera toda una reina, era Barbara y parecía que había llegado para quedarse. Megan estaba boquiabierta y parecía estar enojada, y Thomas estaba del otro lado del pasillo sonriendo a su antigua novia. Megan se fue corriendo, Sam detrás de ella, Barbara fue con Thomas y lo abrazó; Mason justo entró en la escena, me sonrió y luego vio al fondo del pasillo, sus ojos se rompieron enfrente mío.

-Oye Mason, ¿quieres...?- intenté hablar pero me interrumpió.

-Fidelman- dijo y volvió por donde había llegado.

Decidí que era mejor si iba al baño más tarde, mientras tanto me enfocaría en Thomas. Me acerqué a él después de que Barbara se fuera.

-Hola, veo que te va bien con tus amores- dije, él me miró raro.

-¿De qué hablas?

-Es que no me parece justo de que abraces a tu ex enfrente de tu actual novia- me miró con una ceja arriba.

-¿Puedes no meterte en lo que hago?

-Lo voy a hacer, no es que me caiga bien Megan pero creo que ella no merece esto.

-Yo tampoco me lo merezco, tú hiciste que todo esto suceda, no tendrías que haberte metido desde un inicio- dijo e intentó irse pero lo agarré del brazo.

-¿Es una broma? Yo fui la que te salvó de ese cretino que te pegaba todo el tiempo.

-Lo siento, salvadora. Te debo mi vida, ahora dime ¿por qué te cambiaste de bando?

-¿Yo? Tu me abandonaste y te fuiste con Megan, tu hiciste mi corazón añicos.

-Laila, yo me enamoré de Megan, tú solo fuiste a jugar con el enemigo y al parecer te llevas mejor- dijo y comenzó a irse, busqué cualquier cosa para que se quedara un minuto más conmigo.

-Sam y Megan planean algo- dije, él paró de caminar y se dio vuelta- las escuché en el baño, van a destruir a Mason, tengo miedo.

-Pobre Laila, ella no entiende nada y todos se aprovechan. Te daré un simple consejo, búscate un plan porque nosotros ya nos adelantamos y falta poco para que termine todo- me dijo.

-Pero, ¿y Barbara? ¿Ella también es parte?

-No, ella nunca lastimaría a conciencia, yo la llamé para verlo sufrir.

-Pero Thomas, él era tu amigo- dije pasmada.

-Era...

-¿Y qué hay con Megan? No confío en ella.

-Laila, Megan es la mujer que amo ahora, y no podrás hacer nada para cambiarlo.

-Está bien, lo entiendo. Pero, ¿por qué no le preguntas a ella como le está yendo con su plan? 

Él se me quedó viendo a los ojos por unos instantes y luego se fue con pasos firmes. Ya no sabía en quién confiar, ni si alguien confiaba en mí.
Al llegar a mi casa necesitaba descargarme, además de ir al baño, escribí algo en mi blog.

Blog:
Aliándome con el enemigo

Pues, estos últimos días me sentí como una basura, algo que la gente puede usar y desechar. Ya no sé quienes son mis amigos o no, ni en quien puedo confiar.
Así que decidí aliarme con el enemigo, pero todavía no me queda muy en claro cuál de todos los que conozco es.
Pronto lo veré, tal vez sea mejor tener un grupo fuerte, pero ¿quienes?

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Hola!! Espero que les haya gustado.

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Nos vemos, terrícolas!