Boy, I Hate You

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Es difícil cruzar estos pasillos, sin saber quién puede estar acechando, o quien te está protegiendo. Es raro ver cómo todos caminan como si nada hubiese pasado, como si la lista de Mason no importara, o como si todo estuviese bien. Bueno pero hay un dicho ¿no? La calma antes de la tormenta, si tan solo hubiese traído paraguas. 
Vi una melena rubia que se aproximaba hacia mí, luego me percaté que era Sam, así que di media vuelta y me fui, ella corrió hacia mí y me frenó.

-Quiero que hablemos, esto no fue en contra tuyo.

-No necesito hablar con gente que me traiciona- dije y me preparé para arrancar, ella me agarró del brazo.

-Lo hicimos por ti, bueno por lo menos yo. Mason es malo, muy malo y... yo solo te quería proteger, no quiero que te pase lo mismo que a mí- dijo, parecían sinceras las palabras que salían de su boca.

-Tienes un minuto para hablar.

-Sabes que todo esto empezó porque Mason le golpeaba a Thomas y a partir de ahí fuimos hilando y viendo que él es malo con todos- asentí- Bueno, también iba a hacerlo contigo, te protegí, la gané de antemano para que quede roto.

-Pero todo eso ya se había acabado, él ya la estaba pasando mal.

-No lo defiendas. Por favor mira lo que hice por ti.

-Está bien, te entiendo. No me parece lógico pero comprendo.

-Bueno, ya que es así mejor. ¿Y te puedo pedir un favor? - asentí esperando que no sea nada malo- ¿puedes dejar de ver a Mason? Ya que somos amigas, sabes que él me hizo mucho daño, no me gustaría que lo vieras.

-¿De qué hablas? No lo voy a dejar de ver, ni de ser su amiga, y tampoco la tuya. No voy a hacerlo.

-Tienes que hacerlo, deja de ser su amiga- la miré y negué con mi cabeza, luego me fui y Sam se quedó pensando.

Hacia bastante tiempo que no veía a Mason, tal vez desde la vez que me iba a contar lo de la chica misteriosa. Necesito que hablemos de nuevo, necesito que me diga quién es. Tal vez vaya a su casa después de la escuela, no, eso haré.
Luego de que terminaran las clases y de esquivar a toda costa a Sam y Megan, me dirigí a la casa de Mason. Cuando llegue a su casa me quedé parada en el patio, esperando a que me viera o a qué su padre me echara. Me acerqué a la puerta y toqué el timbre, sabía que no me iba a contestar los mensajes. Luego de dos minutos su padre me abrió.

-¿Vienés por Mason? Él no está, nunca está. Búscalo en otro lado- dijo el señor que parecía amargado.

Decidí que lo mejor era esperarlo sentada afuera de su casa, así que me senté y esperé a que él volviera. El padre de Mason salió y me vió mal por estar sentada en su patio, así que decidí pararme e ir a otro lado para que no me gritara. Luego de que se hiciera de noche veo que un auto llega bastante rápido, me escondí detrás de un árbol por si era el padre de Mason así este no creía que era un loca. Del auto se bajan dos personas, una era Mason y otra una chica, una chica conocida para mí, de la escuela. Su cabello era dorado y tan suave como la seda, si llovía su pelo no se levantaba, la consideraba un poco tonta pero ya no lo creo, manipuladora eso era. No sé qué rol cumplía Mason en todo, si sabía o no de todo este plan, pero si estaba confundida por enemigos no quiero saber cómo estaré con mis amigos. Mason miró hacia dónde yo estaba, creo que me vió le dijo a Sam algo y luego ella se fue. Al fin y al cabo ¿Thomas tiene algo que ver con esto? O, ¿fue engañado completamente?

-¿Qué haces aquí?- me preguntó cuando llegó a dónde estaba.

-Quería hablar contigo, sobre todo. La lista, la chica, nuestros enemigos.

-Ya basta, estoy harto ¿sí? No quiero hablar más de esto, no quiero saber más de esto. Hice cosas estupidas y me arrepiento.

-¿Qué hacías con Sam?, ¿Ella es tu novia? Siempre lo fue, ¿no? - sentí como tragaba saliva.

-No, ella me pidió si podíamos hablar y de paso me dijo si la podía traer a su casa. Sabes que no soy tan malo como parezco.

-La otra noche, antes de lo de Megan, me ibas a decir quien era la chica. ¿Lo harás ahora?- suspiró pesado, seguro estaba harto que le preguntase.

-Creo que eso es lo único que te importa de mí. Y si te digo que me confundí, que dejé un espacio en blanco y me olvidé de poner un nombre que luego puse en otro número. ¿Qué me dices de eso?

-No te creo, eres muy inteligente como para que pase eso- dije y lo miré a los ojos, él me miró decepcionado.

-Hasta la vista Fidelman, nos vemos cuando lo entiendas todo- dijo y se retiró.

¿Acaso esto ocurrió?, perdí mi oportunidad de arreglarlo todo con él por una lista. Pues si él ya no me quiere ver yo tampoco lo haré. Caminé hacia mi casa, una brisa recorrió mi cuerpo y un escalofrío se aproximó a mi espalda, era como si tuviese la sangre fría. Llamaré a Thomas, espero que cuente con él para la parte b del plan. Ya no puedo perder más amigos... o enemigos.
Cuando llegue a mi casa subí a mi cuarto y fui hasta mi computadora. Hacia mucho tiempo que no revisaba mi blog, creo que mucha gente dejó de seguirlo. Pero no me importaba, ya nada me interesaba.
La primera fase del plan b era anotar a todas las alumnas del colegio y luego ir eliminando con la lista. Después de hacer eso tenía que sacar los años en los cuales él halla tenido menos relación y luego minimizar el grupo. Y cuando todo eso se halla hecho, buscar información con las chicas que se relacionaba antes de este año.
Me dispuse a ver la lista de nuevo, vi que había agregado a alguien más, me fijé para ver quién era.
498: Laila Fidelman: 2/10 bastante aburrida, fea y malvada.

Mis ojos se llenaron de agua, no podían dejar de caer lágrimas de ellos. ¿Por qué había hecho esto?, me lastimó. Él tenía mi corazón... Me sentía noqueada por él.... Él tenía mi corazón. ¿por qué hizo esto? Y yo que creía que me quería. Él tiene mi corazón...

Maldito Mason, ¡malo eres!
Bueno, la cuarentena me volvió creativa.
Esperen una nueva emisión del programa La chica 457 el miércoles a las 19 horas. Hora de Nueva York.
(Mentira lo subiré a cualquier hora de la tarde)

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La chica 457Where stories live. Discover now