I'm with you

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Había veces en que la vida te traía recuerdos, a veces malos y otras veces buenos. Cuando ordené mi cuarto para distraerme de la vida que estaba afuera, encontré en uno de los cajones unos de los diarios que escribía cuando era chica, seguro lo dejé ahí en el momento que nos mudamos. De pequeña siempre escribía todo lo que ocurría en mi vida, terminaba cuadernos y cuadernos con las cosas que pasaban, claramente no eran tan interesantes como lo que me estaba pasando ahora. Y entonces recordé que había dejado mi blog, mi gran blog que había comenzado, que era mi sueño a seguir, y lo dejé. Como todo en la vida siempre dejo las cosas, mis relaciones con amigos, mis pensamientos de las personas, mis ambiciones... todo. ¿Acaso dejé todo esto por un chico? Es raro pensarlo así, pero no es culpa de él claramente, fue la mía. Me siento tan tonta de haber confiado en gente que me utilizó, y al mismo tiempo tan triste de que la persona que me importa no quiere que su enemigo sepa su secreto. ¿Tiene algo que ver en todo esto Thomas? Seguro tiene que saber algo, es obvio, si habían sido amigos. Él tenía que saber algo, tal vez no el nombre de la chica pero por ahí alguna conexión que Mason pudiera tener. Otra de las cosas que tampoco entiendo es ¿Por qué a Megan le interesa tanto esto? No era por Thomas, eso no me lo creo. Ella debería saber algo más de lo que dice, ¿Cómo llegó a la conclusión de que la chica era rubia?.

Ir a la casa de Megan nunca me había preocupado hasta ahora, jamas había pensado que iría ahí en algún momento. Mis piernas me temblaban no sé si por el frio o por los nervios.
Me acerqué a la puerta, cerré mi mano y cuando esta estaba por tocar la puerta escucho un grito fuerte dentro de la casa. Me aparté y miré por la ventana era Megan y estaba con Sam, parecía que estuvieran peleando por las caras de enojadas que tenían. Fui al costado de la casa para poder ver mejor, me subí a un ladrillo que había afuera y miré por la ventana, parecían haber discutido bastante. Me bajé y seguí recorriendo la casa de Megan, ¿Cómo era esa palabra que está en el diccionario? Esa la que define cuando una persona entra a una casa ilegalmente, a cierto, allanar. La puerta del patio trasero estaba abierta, y como parecía que no había nadie ya que no las separaban, caminé rápidamente a las escaleras. Tal vez si le hubiera preguntado si me dejaba entrar a su casa me diría que sí, y no tendría que estar haciendo esto, o tal vez me hubiera dicho no. Eso ya no importaba, ya estaba adentro y subiendo las escaleras, por suerte estas eran de una especie de mármol por ende no hacían ruido, de todas maneras con todo el griterío que se escuchaba no creo que me hayan escuchado entrar. Había tres puertas, me fijé en cada una y la última era la pieza de Megan, entré y cerré la puerta. Creo que nunca había visto una habitación así, todas las paredes eran rosas, su cama, sus decoraciones, su todo era rosa. No había problema con el rosa, obvio no, pero todo en exceso es feo y esto lo era. Comencé por el escritorio perfectamente ordenado, nada, ni siquiera una foto con amigos, luego pasé a su mesa de luz, solo había cartas que le había escrito Thomas. Mis manos se fueron a ellas y las agarraron, ¿Sería tan mala como para leer lo que Thomas le escribe? No, no puedo. Las dejé en su lugar y me fui a su biblioteca, todos libros de la escuela y otros que ella leía por placer. Claramente no había nada de lo que estaba buscando, ni siquiera estaba su computadora como para poder entrar y ver que tenía. Decidí irme, tomé la perilla de la puerta pero comienzo a escuchar que alguien subía las escaleras, los pasos eran firmes y retumbaban por la casa, los gritos habían terminado. Vi en qué lugar me podía esconder, estaba todo tan perfecto que se iba a dar cuenta, miré la cama, apagué la luz y me tiré abajo esperando que no me viera. Megan abre la puerta y prende la lámpara rosa, va hasta el fondo de la habitación y abre una puerta, agarra ropa y se va, luego escucho que prende la ducha. Era mi oportunidad, me levanté y fui muy despacio hacia la puerta, un destello de luz llega a mi cara, pestañeo bastante. Se escucha de fondo como ella pone música y bastante alto, pero mi mirada seguía en ese destello, estaba detrás de la biblioteca, tal vez era un collar brillante que perdió. Me acerqué y corrí la biblioteca, el color rosa en la habitación daba un clima bastante tenue, casi oscuro, pero podía ver con claridad. Corrí más el mueble que era gigante y vi en la pared una pizarra de corcho con tachas en fotos y papeles. La información pasaba por mis ojos como si fuera una adicción, miraba de un costado al otro sin pestañear, sabía mucho, tenía las conexiones, los lugares, la lista marcada, mi cerebro estalló, y luego mi corazón cuando escuché que la puerta se abría.

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⏰ Last updated: Jun 13, 2020 ⏰

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La chica 457Where stories live. Discover now