XII

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- ¿Adicta?- - Sí- - ¿Al sexo?- - Chaeyoung, tienes 20 años y has tenido más de 20 parejas sexuales, prácticamente una pareja por año de tu vida- La vocalista observó a su psicóloga, se encontraba intrigada. Jihyo analizó a su paciente, le preocupaba esta nueva adicción que había descubierto, con las sustancias es fácil abordarlo, la mayoría de la gente sabe que les causa mal. Pero con una adicción como el sexo, la gente lo normaliza.

Chaeyoung suspiró al salir del consultorio, le costaba creer que ella fuera adicta al sexo; pero se puso a analizar su vida. La mayor parte de su tiempo libre se la pasaba con alguna persona que se encontraba y, todas y cada una de las veces, terminaba teniendo relaciones. Pensó en su relación con Rosé, en como todos sus problemas los resolvían con sexo; todos, desde una pequeña pelea por comida hasta las peleas fuertes que causaban los rumores sobre alguna de ellas. Trató de pensar en la última vez que duró más de una semana, más de 5 días sin tener relaciones, pero simplemente no pudo recordarlo.

- Vaya mierda- dijo entrando a la habitación de golpe y encontrándose una imágen que la hizo soltar un grito mezclado con una pequeña risa.

- ¡Cierra la maldita puerta tigrilla!- gritó Dahyun lanzándole una almohada a la cara. Chaeyoung esquivó la almohada pero inmediatamente después sintió el golpe que provocó un cojín que Sana lanzó. La chica salió corriendo al baño, cubriéndose con la sábana de la guitarrista. Chaeyoung observó a su mejor amiga que se tapaba con el único y pequeño cojín que quedaba en su cama. La menor entró finalmente y cerró la puerta, el silencio duró poco ya que al sentarse en su cama la cantante soltó en carcajadas.

- ¡Basta idiota!- dijo Dahyun enojada, suspiró y miró a otro lado. - ¿Podrías pasarme una sábana?- susurró tímidamente y Chaeyoung rió asintiendo. Le lanzó una almohada y alzó sus hombros murmurando un "no uso sábanas". Dahyun tomó su ropa y la de su novia y entró al baño.

Después de unos minutos ambas salieron y Sana se despidió rápidamente, con un sonrojo claramente notable. La menor abrió su boca y Dahyun la fulminó con su mirada.

- No digas nada- Chaeyoung alzó sus manos y sonrió.

- No iba a hacerlo de cualquier modo- dijo y continuó escribiendo en su laptop. Dahyun dobló la sábana y se acostó en su cama. - ... Pude oler la acción desde el pasillo- soltó Chaeyoung y recibió otro almohadazo cuando su risa llenó la habitación.

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*Actualidad*

- Vaya...- dijo Mina al escuchar la vergonzosa anécdota de su mejor amiga. Sana estaba roja mientras le comentaba que Chaeyoung las había encontrado en pleno acto sexual. - Lo peor es que me vió desnuda- susurró y tapó su cara. Mina acarició su cabello y sonrió.

- ¿Y eso fue hace semanas?- Sana asintió. -Si te soy sincera, no sé qué decirte- dijo sin más Myoui y tomó la mano de su amiga. Ella sonrió y bebió de su café. Se encontraban en la cafetería del hospital, debían terminar su turno de 36 horas y sólo iban por la mitad.

- Hablar de Chaeyoung me recordó...- observó a Mina y vió el brillo en sus ojos. - Alguien está dispuesta a recibir visitas- sonrió al sentir los brazos de su amiga rodearla.

Caminaron hacia su respectiva sala de guardias con la esperanza de poder tomar unos minutos de descanso, pero se vieron interrumpidas por Wheein, que iba acompañada de su residente en jefe, la Dra. Ahn.

- Myoui, Minatozaki- saludó Hye-jin con una rápida sonrisa y comenzó a caminar, las chicas dejaron su comida en la sala y salieron detrás de las otras dos mujeres.

La Dra. Hye-jin Ahn era una jóven médico que se había graduado con honores de la universidad, terminó su internado en Corea y recibió un llamado del hospital haciendo una invitación para que estudiara su especialidad en los Estados Unidos. Ahora estaba especializándose en cirugía general y tenía un gran desempeño.

Al llegar a su destino, observaron a Wonho jugar y reír con una joven chica en la habitación. La Dra. les presentó el caso, mencionando que Camila, como se llamaba la chica, era una de las pacientes más queridas del hospital y que esa misma tarde tendría su cirugía; un procedimiento Whipple (extracción de la cabeza del páncreas). Mina se sorprendió al escuchar a su superior, ese procedimiento solía hacerse muy pocas veces ya que el cáncer de páncreas solía pasar desapercibido hasta que era muy avanzado. No quería entrar a la cirugía, así que decidió ofrecerce para preparar a la chica.

Camila parecía muy tranquila, lo que tranquilizó a Mina. - Eres nueva por aquí, ¿Cierto?- la japonesa asintió mientras revisaba su ficha. Camila, una joven de 15 años que padecía cáncer pancreático, diagnosticado hace una semana y, gracias a la rapidez de Ahn, hoy tendría su cirugía. - No hablas mucho- susurró la joven y Mina finalmente la observó, le dedicó una sonrisa y Camila la devolvió.

- ¿De qué te gustaría hablar?- Camila amplió su sonrisa y Mina se sentó en el sillón al lado de la cama, mientras seguía leyendo el historial de la chica.

- No lo sé, cuéntame, ¿tienes novio?- Mina rió por lo bajo, negó y Camila suspiró. - Vaya, si una chica tan linda como tú está soltera, no quiero pensar lo que haré yo- rió y se incorporó en la cama, tratando de tomar el control remoto del televisor. Mina lo tomó y se lo entregó, no sin antes aclarar su situación sentimental, le parecía tierno que Camila dijera esas cosas pero sabía que en cuánto la chica saliera del hospital tendría a todos a sus pies.

- Soy soltera por elección- ambas rieron. - Ví que te llevas bien con el Dr. Wonho- Camila se sonrojó y asintió. - Debes tener cuidado con él, es todo un don Juan-  y se levantó para avisarle a la enfermera que la chica estaba lista.

Sana llegó con una sonrisa de oreja a oreja, tomó a Mina por el brazo y la alejó un poco del resto.

- Adivina quien asistirá en la cirugía- Mina abrió sus ojos por la sorpresa y abrazó a su amiga, felicitándola.

- Grandioso Sana, en verdad lo mereces- tomó una de las mejillas de su amiga y la estiró, causando risas en ambas. El tierno momento se vió interrumpido por el doctor García y su equipo que se dirigían rápidamente hacia el quirófano.

- ¡Muévanse!- les gritó él, después apuntó a Sana, - Tú, rápido, me asistirás en la cirugía- Sana no pudo decir nada y corrió detrás de ellos. Mina vió la escena anonadada. Sintió su celular vibrar y corrió con todas sus fuerzas al ver el mensaje. Otro de sus pacientes acababa de entrar en paro.

- Llamen a Ahn- dijo a una de las enfermeras y entró a la habitación. - ¡Carro de paro!- el equipo de paro entró junto al desfibrilador. Todos estaban a la espera de las indicaciones, Mina estaba a la espera de Ahn.

- Dra. Myoui- habló una enfermera al ver que la chica estaba congelada, viendo la escena. Mina sentía que se desmayaría en cualquier momento, pero tomó una honda respiración, abrió la bata del hombre y comenzó a hablar.

- Carga a 120- dijo alto y los otros médicos atendieron sus órdenes. Todos dejaron de tocar al hombre y se alejaron de la cama. - Despejen- nada, Mina suspiró. - Carga a 150- el sonido del aparato la mantenía rígida. - Despejen- Silencio, sólo el sonido del monitor sin registrar latidos. - Carga a 200- todos contuvieron su respiración. - Despejen- Ahn entró a la habitación justo cuando el sonido del monitor comenzó, los latidos fueron registrados.

Fue como si un enorme peso se liberara de sus hombros. Ahn la observó y sonrió. - Bien hecho Myoui- algunos de sus colegas aplaudieron y otros sólo sonrieron mientras le daban una palmada en la espalda.

Si alguien había dudado de ella, por su edad, por su procedencia o incluso por su padre, todas esas dudas se estaban esfumando.

Finalmente respiró, cuando el aire por fin entró a su organismo sintió como si fuera la primera vez, se sintió diferente; acababa de salvar una vida.

Break it Once, Fix it Twice | [Michaeng]Where stories live. Discover now