XIII

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- Gracias- Mina tomó el vaso de agua que la enfermera le ofreció. Acababa de entrar a la sala de visitas del centro de rehabilitación y estaba ansiosa. Habían pasado varias semanas desde que Sana le comentó que Chaeyoung estaba dispuesta a recibir visitas, pero el internado la tenía ocupada. Suspiró, realmente amaba pasar tiempo en el hospital pero hubo momentos en los que sólo quería salir de ahí y perderse en algún lugar. Justo como ese terrible día...

*Una semana atrás*

-¡Mina!- Sana corría detrás de sus colegas, que llevaban a un hombre rápidamente hacía el quirófano. Su amiga iba cubierta en sangre y el suelo por el que pasaban también lo estaba.

Sana tropezó y las bolsas de sangre que llevaba salieron volando. Todos vieron la escena en cámara lenta, mientras las bolsas se acercaban al doctor Cooper peligrosamente. Por suerte Mina alcanzó a tomar la mayoría de las bolsas y sólo una aterrizó en el doctor.

- ¡¿Qué demonios?!- todos siguieron su camino al quirófano mientras el doctor limpiaba su rostro y se quitaba la bata ensangrentada.

El Dr. Cooper era el jefe del departamento de traumatología del hospital. Un médico reconocido en todo el país, incluso en América latina. Además era un hombre muy apuesto, con sus ojos azules y su rubio cabello. Tenía 36 años y era uno de los solteros codiciados del hospital.

Mina y Sana rieron por lo bajo y centraron su atención en el hombre en la camilla. Perdía mucha sangre, definitivamente necesitaría una transfusión. Entraron al quirófano y procedieron a lavarse.

- Myoui- dijo Cooper apenas entró, el hombre no le tenía mucho aprecio y definitivamente no dejaría que tocara a su paciente. - Necesitaremos otra bolsa- habló claro y manteniéndose serio.

Al llegar a la sala de donaciones Mina se puso pálida, había una paciente justo a su lado, una chica. Su parecido con cierta coreana era enorme, fue tanta su impresión que tardó más de lo normal en volver al quirófano.

Apenas abrió la puerta pudo ver las caras de frustración de sus amigos y escuchó al doctor declarar la hora de  muerte del hombre. Abrió su boca pero nada salió. Al percatarse de su presencia Cooper habló.

- Gracias Myoui, no necesitaremos la transfusión- y salió de la habitación. Todos comenzaron a salir, al final Mina tomó a Sana del brazo.

- ¿Qué ha pasado?- Sana negó y le dió una sonrisa triste.

- Era demasiado tarde, no pudimos hacer nada- ambas suspiraron, era su primer pérdida y se sentía peor de lo que podían haber imaginado. - No ha sido culpa de nadie- Sana le dió una palmada en el hombro, - Algunas veces... No haya nada que podemos hacer- y salió de la habitación, dejando a una triste y decepcionada Mina, si tan sólo hubiera regresado rápidamente, tal vez sería una historia diferente... Tal vez.

*Fin Flashback*

Suspiró una vez más, recordó que ese mismo día terminó en un bar, y no precisamente sola. Ahora tenía que aclarar sus pensamientos, y visitar a la pequeña chica que mantenía su mente ocupada le pareció buena idea... Hasta que vió que unos sonrientes chicos abrazando a Chaeyoung entraban a la sala.

- Mina- susurró Chaeyoung y los chicos rápidamente voltearon a verla. Todos sonrieron y se acercaron a la mesa donde se encontraba la tímida doctora.

- Hola- dijo, Vernon se acercó a saludarla y después todos se mantuvieron en silencio. Uno de los chicos notó el incómodo ambiente y trató de minimizarlo.

- ¿Cómo estás? La tigresilla y el idiota de Vernon no nos han presentado, soy Joshua Hong- el chico extendió su mano en dirección a la japonesa. Mina compartió una rápida mirada con Chaeyoung, que golpeaba el brazo del delgado chico, y después aceptó el saludo.

- Bien, gracias. Myoui Mina- Joshua era el tecladista y la segunda voz de la banda y, por lo visto, un casanova. El chico le ofreció una sonrisa y Mina simplemente observó a los otros 2 chicos, conocía a Vernon y miró al otro chico esperando que se presentara.

- Hwang Hyunjin- dijo y le dió una mirada rápida. Mina pudo sentir que el chico se tensó al verla y no sabía el por qué. No le dió importancia. Hyunjin era el bajista de la banda. Mina aclaró su garganta y fue en ese momento que Vernon se levantó.

- Vamos chicos, necesito mi segundo café del día- y los arrastró hacia la cafetería frente al recinto. Chaeyoung se despidió con su mano y Mina sonrió, Vernon le agradaba, era un buen chico.

- ¿Cómo estás?- dijo la japonesa y sólo vió a la chica suspirar. - ¿Chaeyoung?- susurró cuando la pequeña chica se levantó y se acercó a ella.

- Te extrañé- y la abrazó. Ninguna dijo nada, se quedaron así por algunos minutos. Finalmente Mina hizo el intento de separarse y la coreana entendió. Suspiró y se alejó de Mina. - Sinceramente, he estado mejor- ambas sonrieron. De un momento a otro, estaban solas en la habitación.

Fue la primera vez que Mina la analizó, Sana tenía razón, su apariencia había cambiado, pero no necesariamente para mal. Aunque si se percibía un poco enferma, se le notaba más animada, con una chispa que nunca había visto en ella... más hermosa.

- ¿Cómo ha estado usted, doctora?- ambas rieron un poco, Mina finalmente era una doctora y ahora trabajaba en un hospital, con pacientes y consecuencias reales. Observó el lenguaje corporal de Chaeyoung, parecía que tenía toda su atención. La chica mantenía sus manos sobre la mesa, en su dirección.

- Bien, he tenido mejores rachas- Mina suspiró y bebió de su vaso, Chaeyoung la observó. Trató de tomar una de sus manos y Mina lo permitió.

- Te ves diferente Mina Unnie- se acercó y se sentó a un lado de la chica, sin soltar su mano. - Con más... madurez - Mina se sonrojó, aunque esperaba que eso no significara se veía mayor.

- Gracias- susurró, - ¿Cómo está Rosé?- 'golpe bajo' pensó Chaeyoung.
Suspiró y se alejó un poco de la chica, relajándose en el asiento.

- Bien- dijo simplemente. - Supongo... a decir verdad no hemos hablado mucho- su mirada se perdió en la ventana. - Desde que está en África, ella...-  Mina dejó de escuchar sus palabras y observó el hermoso perfil de la coreana, era bellísima. La japonesa suspiró y colocó una de sus manos en el hombro de la menor, Chaeyoung finalmente la miró y sonrió, entendió que la mayor no le estaba prestando atención.

- ¿Te gustaría escuchar una canción en la que he estado trabajando?- Mina sonrió, ahí estaba de nuevo, esa chispa de felicidad en la chica que le contagiaba a sonreír en todo momento.

Break it Once, Fix it Twice | [Michaeng]Where stories live. Discover now