XVII

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Las chicas llegaron al hotel en silencio, la velada no había tenido más percances y fue... buena, dentro de lo que he cabe. Rosé tomó la mano de Chaeyoung y la condujo al sillón. Se sentaron y comenzaron a ver una película.

Rosé no prestaba atención a la televisión, se encontraba mirando a su novia, acariciando su sedoso cabello mientras analizaba lo que había pasado con ella esos últimos meses. Recordó cómo antes de que comenzaran a salir, la pequeña solía demostrarle su afecto. Cómo siempre tenía detalles y reía de sus bromas. Y que, en cuanto comenzaron su relación, cada día que pasaban juntas era una experiencia hermosa. Pero esos últimos meses todo había cambiado.

Chaeyoung actuaba raro. No era igual de detallista, no le contaba todo lo que le pasaba en su día, le decía mentiras y se excusaba, la veía, e incluso, se movía diferente al hacer el amor. Suspiró y, en cuanto iba a hacer el esfuerzo de preguntar sobre lo que pasaba, la menor se levantó y la enfrentó.

- Tenemos que hablar...- dijo Chaeyoung y se hincó, tomando las manos de su novia. Rosé soltó su agarre y tomó su rostro e, inclinándose un poco, le dió un rápido beso, lleno de afecto. Después, anticipando lo que diría, colocó un dedo en los labios de la menor, impidiendo que hablara.

- Te amo Chaeyoung, muchísimo- dijo, mirándola a los ojos, - pero me amo, y me respeto- suspiró -Y no quiero estar contigo si ya no me amas- habló lentamente, Chaeyoung la miró unos segundos sorprendida y no pudo aguantar más; lloró, aferrándose a la mujer frente a ella.

- N-No sé qué p-pasó- comenzó, - Y-Yo realmente t-te amaba Rosé- dijo llorando, la pelirroja no pudo contenerse ante sus palabras y soltó en llanto. Tapó su rostro, tratando de que la menor no observara sus lágrimas y sollozó por algunos minutos. Chaeyoung lloraba también, porque había dañado a la mayor, y eso le dolía en demasía.

Rosé sabía que Chaeyoung era una buena chica, que no la lastimaría por gusto y que, por más que le costara admitirlo, su corazón ya no le pertenecía. Lo sabía desde que escuchó esos rumores, desde que vió esas fotografías. Lo sabía esa noche, al verla mirar a la doctora. Y le dolía, porque era esa misma mirada con la que la observó algún día a ella. Finalmente habló, colocando una mano en la mejilla de Chaeyoung, la acarició lentamente.

- No sabes cuánto te amo Chaeyoung, en serio no tienes idea- la cantante la observó, limpiando el desastre en su rostro. - Por eso quiero que seas feliz- acarició su mejilla una vez más y la ayudó a levantarse del suelo. - Y si esa doctora te hace feliz, te apoyaré- ahora era ella la que limpiaba su rostro. Chaeyoung sonrió, realmente quería a Rosé y sabía que era la persona más buena del planeta. La abrazó susurrando un 'gracias'. Rosé sonrió, - Eres mi mejor amiga y haré lo posible para que estés bien- y se soltó del abrazo, acarició sus brazos tratando de reconfortarla, - Ahora debes ir a ese centro y recuperarte, ¿De acuerdo?- Chaeyoung asintió y limpió sus lágrimas una vez más. Rosé se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación, Chaeyoung supo que necesitaba tiempo a solas.

- Sabes que si pudiera cambiar lo que siento...- Chae suspiró, y decidió dejarlo ahí. - ¿Estarás bien?- preguntó, recargándose en el marco de la puerta, había sido testigo de una que otra ruptura de su amiga y sabía que le dolían demasiado, Rosé era una chica que se entregaba al cien y no quería que nada le pasara. La mujer asintió con una sonrisa triste.

Se despidieron y la morena salió de la habitación, dejando a una Rosé con el corazón roto. Bajó por el elevador y los guardaespaldas dejaron de seguirla en la puerta del hotel, suspiró y comenzó a caminar hacia el centro de rehabilitación.

Pensó en llamar a la japonesa, pero espantó la idea de inmediato, no podía ser tan idiota y patán como para llamarle después de que la viera con Rosé esa misma noche.

Break it Once, Fix it Twice | [Michaeng]Where stories live. Discover now