Break it Once, Fix it Twice | [Michaeng]

XVIII

- Un gran día para salvar vidas- dijo la rubia a su amiga, antes de que Sana saliera del auto sonriendo. Volteó a ver a Mina, quien seguía con la mirada perdida en la ventana. Suspiró y condujo de vuelta al hotel, pero se desvió de un momento a otro. Mina la observó confundida.

- El hotel está en esa otra dirección- dijo, apuntando a la derecha. -Lo sé- contestó Jeong alzando sus hombros y sonriendo, Mina sólo rodó sus ojos. En verdad le agradaba que sus amigas se preocuparan por ella, pero lo único que quería era descansar, estar sola y reflexionar sobre lo que debía hacer ahora. Si en verdad se plantearía salir con alguien.

Jeong estacionó la camioneta frente a un tranquilo y bonito lugar, lleno de plantas, con pisos y mesas de madera. Entraron y se sentaron, rápidamente una chica se acercó a entregarles el menú.

- Buenos días, soy Lauren y les atenderé el día de hoy- sonrío a la rubia, que sonrió de vuelta susurrando un 'gracias'. Mina alzó sus cejas una vez que la dulce, y seductora, chica volteó en dirección a la rubia. Jeong sólo alzó sus hombros, sin dejar de sonreír.

- Voy a querer pancakes con mango- dijo la rubia y miró a Mina. - Lo mismo, con fresas- pidieron su desayuno y esperaron a que les entregaran su orden. Mina analizó el lugar, era muy hermoso, con mucha luz natural y una atmósfera alegre en general. Jeong carraspeó y la japonesa la observó.

- Mañana vuelvo a casa y no puedo irme al otro lado del mundo sin...- suspiró, parecía que estaba pensando si debía, o no, decir lo siguiente. Mina tomó su mano, que descansaba en la mesa, y le sonrió, no había nada que no le pudiera contar. - me gustas Mina- la observó y continuó, - Mucho, y sé que tú no...- miró hacia otro lado, Mina se sorprendió; no por el hecho de que Jeong confesara sus sentimientos, pero por el hecho de que se mostrará realmente tímida y se sonrojara hasta parecer un tomate. - ¿Podrías... darme una oportunidad? - Jeong acarició la mano de la japonesa y ella parpadeó un par de veces. Los segundos pasaban y el corazón de Jeong latía cada vez más rápido, acaso... ¿Mina la rechazaría?

- No quiero lastimarte Jeong- la rubia sonrió de lado, tratando de disimular su desilusión, asintió lentamente. - Y no puedo prometerte nada... pero podríamos intentarlo- Mina observó el rostro de la coreana iluminarse y sonrió.

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Chaeyoung caminaba alegremente por la calle; sabía, gracias a Sana, que hoy era el día libre de Mina, y quería aprovechar para hablar con la japonesa. Llevaba sus típicos lentes oscuros y su gorra negra; una gran camisa que pidió prestada de su madre, unos jeans negros, con aberturas en las rodillas, y sus converse blancas. Suspiró al bajar las escaleras rumbo al hotel, el día era perfecto, como si fuera una señal de lo que se aproximaba. Observó el lugar, era un hotel pequeño, pero tenía un aura de tranquilidad y seguridad. Se adentró y se encontró con una encantadora mujer de la tercera edad.

- Buenos días- musitó, la mujer la observó por primera vez y sonrió.

- Buenos días señorita, ¿En qué le puedo ayudar?- Chaeyoung sonrió, la mujer parecía no conocerla y eso le agradaba. Rascó su nuca, ¿Cómo podría preguntar por uno de los inquilinos?

- Yo... Busco a Mina, Myoui Mina, soy una amiga- la mujer la observó unos segundos, después asintió.

- Mina no se encuentra en este momento, ¿Te gustaría dejarle un mensaje?- Chaeyoung negó  decepcionada, - También puedes esperarla si gustas- dijo señalando un pequeño jardín, la coreana asintió, agradeció a la mujer y se acercó a una de las bancas. Suspiró, pensó en llamar a Mina, pero no quería interrumpirla, en caso de que se encontrara en el hospital.

Los minutos pasaron; después una, dos horas. Se levantó y se despidió de la mujer con su mano. Salió del hotel y sintió una gota caer en su zapato. Volteó hacia el cielo, que se encontraba gris y observó las gotas caer. Suspiró y se apresuró a tomar un taxi. Subió y le indicó al hombre la dirección del centro de rehabilitación, el la observó por el espejo retrovisor unos segundos, después aceleró.