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Chaewon pasaba cada receso en la azotea con Yujin. Ella había sacado su lado más alegre y su forma de ser con ella era muy apegada. Se acostaban en el suelo a mirar el cielo, las nubes que pasaban, Yujin la abrazaba por la espalda la mayoría del tiempo y ya no tenía miedo de ser quien era.

Era viernes nuevamente y antes de volver a su casa volvió a la azotea donde se encontraba Yujin. La menor tenía algo muy importante que preguntarle y eso ponía muy nerviosa a Chaewon, su corazón palpitaba muy rápido y al mismo tiempo tenía algo de emoción.

— ¿Q-qué era lo que ibas a preguntarme? —preguntó Chaewon ansiosa.

— Primero debes de prometerme que dirás que sí. —respondió la menor estirando su dedo meñique frente a su rostro, Chaewon con un poco de duda entrelazó su meñique— ¿Vendrás el domingo a verme?

— Sí, iré. —Chaewon sonrió y vió en Yujin la mayor sonrisa desde que la conoció.

Ambas se fueron por su parte y Chaewon al volver a su casa se sentó en el escritorio a terminar de estudiar, cuando abrió su cuaderno se encontró con muchas notas, seguramente de toda esa semana.

“Eres hermosa.”

“Cada día que te veo me doy cuenta que te quiero más.”

“Por favor ven a verme a las 4:45.”

“Me gustas. No te enamores de ella.”

“Me gustas. Por favor no te enamores de nadie.”

4:45 | 2kimWhere stories live. Discover now