4:45 | 2kim

xxiv

Ese mismo día Chaewon y Yujin fueron a la casa de la mayor, a pesar de que Yujin preferiría salir le gustaba la idea de estar a solas con su novia. Sentía muchos nervios, su última relación era a distancia y no tenía la oportunidad de verla en su casa muy seguido y mucho menos a solas.

Al abrir la puerta Yujin notó algo muy distinto, la casa era algo desanimada, se veía oscura y con muy poca luz, había una sensación rara pero no le importó demasiado. Ambas fueron al cuarto de la mayor y se sentaron en la cama enfrentadas, Yujin observaba a Chaewon con mucha atención, veía cada detalle de su rostro que se admiraba distinto.

— ¿Por qué me miras tanto? —preguntó Chae apenada.

— Sabía que eres hermosa pero ahora te ves mucho más linda. —respondió Yujin tomándola de la mano y acariciando sus dedos.

La menor se acercaba de a poco, no quería poner más a incómoda a Chaewon pero sentía muchas ganas de besarla y abrazarla fuerte, cuando notó que sus lentos movimientos la incomodaba aún más decidió separarse e ir al escritorio de la mayor a ver sus pertenencias, allí encontró pequeños papeles arrugados que le llamaron demasiado la atención y comenzó a leerlos uno por uno.

— Chaewon, —dijo Yujin mientras sostenía una de esos papeles, la mayor se acercó un poco nerviosa— ¿sabes quién te dió esto?

— No, los encontré hace un tiempo entre mis cosas, los iba a tirar pero me olvidé. —la voz de Chaewon temblaba, no quería que Yujin malinterpretara aquello y la menor al darse cuenta simplemente sonrió y la abrazó diciéndole que no se preocupara, que no estaba enojada.