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Eligieron otra máquina que se veía mucho más fácil, Minju se colocó por detrás de la mayor dándole ánimos y abrazarla en el momento en que sacó un muñeco pequeño, sus manos se mantuvieron en la cintura de Chaewon y no se apartaron incluso cuando terminaron de jugar. Poco a poco se hacían más cercanas, no tenían vergüenza en demostrar el mínimo de afecto y las menores las miraban con amplias sonrisas, hablaban entre ellas bromeando que ya eran pareja aunque todavía no había nada confirmado. Wonyoung se acercó a las mayores e intentó hacer una apuesta, había una máquina para encestar y Minju junto a Yujin debían de competir y por cada balón que no encesten debían de besar a su acompañante. Obviamente a Yujin no le molestaba pero a las mayores las ponía un poco incómodas, no confesaron sus sentimientos de forma explícita pero en su interior saben lo que sienten por la otra.

La apuesta empezó, tenían 10 lanzamientos de los cuales Yujin logró encestar 6 de ellos, mientras que Minju solo pudo hacer 3 encestas. Significaba que Minju debía besar a Chaewon 7 veces, aunque no hacía falta que fueran todos en ese momento debía de hacerlo.

Lo noche continuó y ya era demasiado tarde, Yujin se despidió de las mayores diciendo que debía de llevar a Wonyoung a su casa, Minju decidió acompañar a Chaewon a la suya. Durante el camino el ambiente entre ambas se volvía tenso y por sus mentes rondaba la apuesta a cumplir.

— Me divertí mucho contigo. —dijo Chaewon rompiendo con el silencio.

— Yo igual.

— ¿No es peligroso que vuelvas sola a tu casa? Si quieres puedes quedarte aquí a dormir. —preguntó viéndola al rostro, la menor evitaba el contacto visual.

— Voy a estar bien, no te preocupes. Nos vemos mañana. —Minju puso su mano en la cintura de la mayor e intentó darle un beso en la mejilla pero esta rodeo su cuello con un abrazo y puso su rostro muy cerca de ella, poco a poco se acercó para terminar en el tan esperado beso.

Sus labios se movían despacio al mismo ritmo, sus corazones latian con tanta fuerza que casi podían ser escuchados por la otra, pequeñas sonrisas se asomaban en medio y al terminar se quedaron viendo con una mirada tan profunda que no necesitaban palabras para describir lo feliz que estaban.

4:45 | 2kimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora