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Después de clases Chaewon recibió por mensaje la dirección donde sería la cita de Yujin, ella no tenía muchas ganas de ir pero también iba a estar Minju con ellas por lo que eso la animaba aún más. En verdad Chaewon quería conocer más a Minju, a pesar de lo poco que han hablado fue suficiente para hacer que sus emociones se dispararan. Intentó vestirse y arreglarse bonito con lo poco que tenía, le escribió a Minju preguntando si iría y le respondió afirmativamente, se encontrarían en la puerta del restaurante en 20 minutos.

Minju llegó primero, estaba ansiosa a pesar de saber que sería una cita doble, al poco tiempo Yujin llegó con una chica alta, delgada y muy bonita llamada Wonyoung, esto mucho no le interesaba a la mayor porque aún no llegaba Chaewon y ya habían pasado más de 30 minutos de la hora pactada. Yujin intentó comunicarse con ella pero no lo conseguía y ya comenzaban a preocuparse, caminaron en sentido a la casa de Chae y al caminar unos metros la vieron a lo lejos llegar.

— ¡¿Dónde estabas?! —gritó Minju mientras corría hacia ella— Estuvimos llamándote todo este tiempo.

— Lo lamento, dejé mi teléfono en casa y se me hizo tarde. —respondió la mayor con sus ojos bien abiertos y apretando sus propias manos al notar lo preocupada que estaba Minju.

— Está bien, lo importante es que llegaste. —la menor extendió su mano tomándola de la muñeca y la dirigió hasta donde estaban Yujin y Wonyoung.

Para ese entonces el restaurante donde comerían ya se encontraba lleno por lo que optaron por ir hacia una pizzería donde también había juegos. Allí Yujin y Wonyoung trataban de irse lejos de las mayores para poder estar tranquilas. Minju descubrió el lado competitivo de Chaewon, la mayor quería ganar a toda costa un peluche muy lindo que había pero siempre que lo agarraba se caía, en ese rostro empezaba a haber decepción lo que hizo que Minju la abrazara con fuerzas.

— Ya está linda, no creo que se pueda sacar. —decía Minju mientras le daba palmaditas en su espalda.

Chaewon se quedó pensando en que la menor la llamó "linda", su rostro ahora estaba rojo y sus manos temblaban, no sabía que responder hasta que Minju la miró a los ojos y le dijo que se fueran a probar otra máquina mientras sostenía su mano.