4:45 | 2kim

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Minju se quedó mirando a Chaewon completamente ruborizada, no podía creer lo que acaba de ocurrir y de repente comenzaba a pellizcar sus piernas para corroborar de que no era un sueño. La mayor sonreía al ver a la menor actuar tan tierna, su acción fue algo improvisado, no tenía pensado besar su mejilla y tampoco decirle que era cobarde pero su corazón ahora estaba al mando.

Decidieron dejar pasar aquella situación y continuar hablando sobre sus vidas y sus gustos, tratar de conocerse más. Minju se sorprendió al saber que los padres de Chaewon rara vez iban a la casa, trabajaban todo el año todo el día y la mayoría del tiempo nunca están para sus cumpleaños, eso hizo que la mayor sea más reservada y tímida de lo que ya era. Por el contrario Chaewon supo que la menor también era algo tímida por motivos distintos, sus compañeros solían hacerle burlas y eso la hizo una persona más reservada.

Minju poco a poco vio algo en Chaewon que nunca había notado, y era su sonrisa sincera. La mayor siempre lucía dulce y tierna, pero cuando sonrió, Minju se dió cuenta que aquello no era nada, Chaewon era mucho más linda con esa sonrisa nunca antes vista y se quedó tan hipnotizada que no pudo evitar decirle que se veía hermosa, haciéndola sonrojar.

— Lo lamento, no pude evitarlo, en verdad te ves muy hermosa mientras sonríes. — dijo Minju sin apartar su mirada.

— Hace mucho no sonreía de esta manera. —respondió avergonzada tocando sus mejillas ardiendo.

El resto del tiempo la menor se quedó embobada mirando los lindos ojos de Chaewon, no se había percatado que era hora de volver a su casa, se levantó de su lugar y de manera incómoda abrazó a la mayor.