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Paciente | Mark Tuan

Hye Sung me dejó.

Ya puedo contar veintiséis días desde que dijo "Ya no te amo más, lo lamento" y me dejó.

No la culpo ni la incrimino, al fin y al cabo siempre fui demasiado aburrido.

Siempre la llevé al mismo restaurante.

Siempre le di el mismo regalo.

Siempre le besé el mismo labial.

Y ahora, los jueves por la noche, solo tengo alguna botella de coñac.

En ella se supone que ahogamos las penas, pero yo ahogo los dedos para no proceder a cometer alguna estupidez.

Los jueves siempre veo otras siluetas y me pregunto si será demasiado difícil.

Si dejarme llevar por la libido, será un gran problema.

Soy un adulto joven, que se ve relativamente bien, con mi salario puedo invitarles varios tragos y a partir del rumbo de la noche, hasta puedo proponerles matrimonio.

Me gustan varias chicas que me sonríen de medio lado, sé que con un poco más de coraje el rumbo de la noche podría cambiar.

A un ritmo mucho menos miserable.

Pero he preferido recordar a Hye Sung en una copa de coñac.

Y recordar lo bien que se nos daba intimar.

Al menos a mí.

Al menos eso pensé.

Hasta hace 16 días que estando borracho le escribí un mensaje de texto y le expresé un: "Extraño tu cuerpo".

Ella me contestó enfurecida "¿Como extrañas algo que nunca te diste el tiempo de conocer?"

Miserable, me siento miserable mientras veo esta chica de cabellos morados bailar sensualmente en mi dirección.

Me siento miserable de tener tanto miedo de acercarme y pedirle que me diga como se supone que la debo conocer.

Pero, necesito sanar lo que sea que se haya quebrado dentro de mi cuando llame a Hye Sung esta mañana y me contestó con un "No me busques más, anoche cogí con tu mejor amigo."

Y podría estar llorando, pero es jueves, y necesito algún tipo de electro shock para reanimar mis párpados.

Y es que Jinyoung es muchas cosas, pero tampoco es el tipo de hombre que le gusta a Hyesung.

¿O sí?

¿Que es lo que quiere Hye sung?

Hasta hace veintiséis días pensé que le gustaban los dulces de maracuyá y despertar con mis besos.

Pero todos siempre queremos algo más.

-Lo que tú tienes no se quita con pastillas.-Dice la chica de cabellos morados.

Se apoya en la barra y con su pícara sonrisa, rodea con sus dedos mi vaso para sutilmente arrebatarlo sin quitarme la mirada.

-¿Y con que se supone que se quita?

-Tampoco se quita con coñac, eso es definitivo.-Sin darme tiempo para pensarlo, se abalanza sobre mi y me besa como si buscara devorar mi alma.

Y lo logró.

Pero fueron menos de treinta segundos y ya se había alejado a la pista de baile para dejarse desenfrenar por al música.

No mucho después, la acompañé.

Y bailé, como no sabía que podía.

Como no sabía que quería.

No sé que es lo que quiere Hye Sung, pero al menos se lo que esta chica quiere.