Strange land | Choi Youngjae

133 20 3
                                    

Te miro, las lagrimas empañan mis sentidos y lo poco que concibo, se siente mal.

No sé cuando consentimos que amar de este modo estaba bien, pero quiero dejar de llorar mientras miro tu espalda. Quiero tener la valentía de abrazarte.

Los centímetros entre nuestros cuerpos abren abismos, donde se alojan rencores suprimidos en una necesidad de evitar lastimarnos.

No sé que sea más absurdo, que te perdone el engañarme o el que accedas a mi perdón.

En otra vida, las cosas no eran así, y hasta hace unos meses, la cama no se sentía tan fría. Los tiempos trabajaban a nuestro favor y llegar a casa, era para encontrar la calma.

Porque eres mi hogar.

Ahora, no hay planes, no hay hilos que trazar. Ahora las sabanas reemplazan el calor, y debo llorar en silencio.

En silencio, imagino una realidad donde tomar tu mano no es rutina y abrazarte no es un protocolo.

No quiero incomodarte, no quiero inquietarme. No quiero confirmar que ya no estamos pisando el mismo terreno. Aún cuando nos habíamos planteado nuevos comienzos, es ahora que enfrento tu espalda; que lo entiendo.

Los horarios apretados, el tráfico atascado y los silencios a través de el sonido de los cubiertos.

Ellos dicen "se ha enfriado la relación", yo digo que perdimos la valentía.

Porque amarte en los camerinos parecía ser más sencillo, pero la verdad es que suprimir mis ganas de besarte se está convirtiendo en una tortura.

Es sentirme orgullosa de tus logros y asentir con una sonrisa. Acostumbrarme a besarte cuando todos se han ido.

Es entender que me alejo de tu estándar.

O que yo ya no me reconozco por anhelar estar bien contigo.

Un día llegaste temprano a casa, la pequeña coco saltó a tu alrededor y te derretiste ante su ternura. No sabias que ya yo estaba ahí, pero lo que le has dicho a la pekinés ha conectado todo lo que me hacía falta descifrar.

"Finalmente solos."

No te culpo, todos queremos estar solos.

Pero esta soledad no pintaba un panorama donde yo fuera parte de tu hogar.

Quizá lo que realmente necesitamos es ser lo suficientemente valientes para asumir que ya no me amas.

Son las 5:30 de la mañana, dentro de veinte minutos sonará tu despertador. Finalmente has volteado tu cuerpo. Cada vello de mi piel recibe en un reflejo tu cercanía. Quiero tocarte, confesarte que lo he entendido. Pero es de valientes asumir, y no encajo en el patrón todavía.
Tu nariz empieza a arrugarse, unos gemidos de frustración salen de inconsciencia y finalmente tus ojos me enfrentan.

Alejo mi mano de tu cabello, no me había percatado del atrevimiento.

"¿Qué hora es?"
"Las 5:30"

Sin decirme nada, te levantas desperezándote. Coco brinca, se escucha el agua de la ducha caer y la vida asume otro día.

Otro día sin la complicidad de tu sonrisa.

Otro día en el que nos asumimos en fronteras derribadas por la prisa.

Playlist ; One Shots ; GOT7Where stories live. Discover now