EPILOGO

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15 años más tarde...

Acababa de llegar a casa del trabajo. Hoy había sido un día bastante largo y agotador, por eso lo único que quería era llegar de una vez y tirarme en la cama para poder descansar un poco.

- Hola amor- dije abrazando a Mimi por la espalda cuando entré en casa.

- ¿Cómo estás? Te noto cansada- me contestó ella acariciándome la mejilla.

- Lo estoy. Hoy ha sido un día bastante largo y estoy agotada. ¿Dónde están Álvaro y Alba?

- Álvaro todavía no a llegado a casa, está con su novia ya sabes... Y Alba está arriba con Natalia, su mejor amiga. Tenían que hacer un trabajo o algo y se va a quedar a dormir.

- Vale. Voy a saludarlas.

Después de decirle eso subí a la habitación de Alba y toqué la puerta para entrar. Ella siempre odiaba que entraramos sin llamar, por eso lo hacía aunque a veces se me olvidaba a propósito.

Alba era nuestra segunda hija, la que tuve yo. Ya tenía 15 años y a diferencia de Álvaro era mucho más calmada, aunque también tenía su parecido.

- Hola chicas- las dije después de llamar a la puerta y entrar.

- Holaa- me dijo Natalia con una sonrisa, aunque parecía un poco nerviosa.

- Hola mamá. Hoy has llegado pronto y no tienes buena cara. ¿Pasa algo?- me dijo mi hija un poco preocupada.

- Tranquila hija. Es solo que estoy un poco cansada hoy y he venido antes. ¿Que estáis haciendo?- las pregunté.

- ¡Un trabajo!- me contestaron las dos a la vez.

- Estamos haciendo un trabajo para clase. Lo tenemos que entregar el lunes y queremos terminarlo cuanto antes para tener el fin de semana libre- me dijo Alba.

- Vale, pues no os entretengo más. Cuando esté la cena os llamo- las dije y salí de la habitación.

Mientras bajaba hasta el piso de abajo e iba a la cocina con Mimi, estuve pensando en el comportamiento de las dos desde que había entrado en la habitación. Estaban un poco raras y parecían nerviosas. Bueno, son adolescentes así que mejor no darle mucha importancia. Llegué abajo y fui a la cocina con Mimi para ayudarla con la cena y comentarle lo que había pasado arriba.

- Mimi, ¿le pasa algo a las chicas? Porque cuando he subido estaban un poco raras y se han dado un susto cuando he abierto la puerta- la dije.

- Que yo sepa no. Pero ya sabes cómo son a esas edades, no quieren que nos metamos en su vida.

- Bueno, pues entones mejor lo dejamos estar. ¿Te ayudo?

- No hace falta. Voy a pedir unas pizzas porque no tengo nada de ganas de cocinar. Y tú deberías de sentarte que estás muy cansada.

- Nunca estoy cansada para estar contigo, ya lo sabes.

- Ai Miriam, tu nunca cambias jajajja. Pero lo siento mucho porque hay visita.

En ese momento oímos la puerta y vimos entrar a Álvaro en casa. El ahora tenía 18 años y no había cambiado nada, seguía siendo el niño inquieto que era de pequeño.

- Hola- nos dijo a las dos.

- ¿Dónde estabas? Deberías de haber llegado hace media hora- le dije haciéndome la enfadada.

- Y tú no deberías de haber llegado a casa todavia- me dijo sacándome la lengua.

- A mí no me vaciles que te dejo castigado sin salir todo el fin de semana- le dije en broma, aunque no lo pareciera.

RELACION ESTABLE O ¿NO?~Miriam2Where stories live. Discover now