02. Terminar así

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Cuando cumplí mis veinte años me encontraba en una oscura habitación. Sentía mi cuerpo pesado, sucio, débil. Sabía que si me movía un poco me iba a doler, pero eso ya no importaba.

Ya nada importaba.

Observé a mi alrededor y no encontré nada más que oscuridad.

Había un olor desagradable.

Cuando me dispuse a levantarme de la cama sentí algo escurrir por mi entrada. Sabía muy bien lo que era.

Todos los días eran así.

Al levantarme busqué mis ropas que se encontraban en el suelo y me vestí. Al salir de la habitación me dirigí a la recepción, encontrándome con la administradora y su cigarrillo entre labios. 

—¿Cómo estuvo? Ellos salieron con una enorme sonrisa en sus rostros de cerdos, pero tú...—empezó a hablar cuando se percató de mi presencia. 

—¿Cuánto ganaré con esto?—Le interrumpí con sequedad.

Ella alzó sus finas cejas y luego se fijó en el cuaderno frente a ella.

—Puede que el triple de lo normal.

Suspiré aliviado.

—Eso suena muy bien.

—Erin...

—No queda nadie más, ¿verdad?—Ella negó—. Bien, me iré a casa.

Me largué tras recibir mi paga del día. El camino a casa fue silenciosa, angustiante de cierta forma. Al entrar, mi mente se desmoronó. Me encontraba tan cansado.

Tan harto. 

—Un baño...

El sentir el agua caliente sobre mi cuerpo fue algo bueno, tranquilizante para ser real. Pero en el momento que tuve que pasar el jabón sobre mi cuerpo sentí las ganas de llorar.

Estaba tan pegajoso, tan sucio.

Me limpié con esmero.

Cuando mi cuerpo se encontró con el simple colchón y las pocas mantas las ganas de llorar me abrazaron y me dejé llevar.

¿Cómo pude terminar así? Ah, claro. Porque no puedo embarazarme.

Toqué mi vientre y lo presioné. Lo único que había ahí dentro era el semen de los desconocidos con los que me acosté el día de hoy. Mañana serán otros, pasado también. Siempre me llenaban, pero ninguno conseguía algo.

Me levanté de la cama y tomé una prueba de embarazo de mi cajón. Me la hice: Una raya. Negativo.

Negativo.

Ahogué un grito y lo lancé. Esto era lo que había arruinado mi vida. Esto me había convertido en lo que era.

Un Omega incapaz de embarazarse en un mundo donde reproducirse era lo primordial.

Mi cabeza empezó a doler y yo seguí llorando ante mi mala suerte.

 . . .

—Hey, Erin, ¿estás poniendo atención?

Lentamente dirigí mi vista hacia la mujer frente a mí.

—Sí, madre—respondí. 

—Esto es muy importante, Erin. Como todo Garrelson tienes que entender el mundo de los negocios que rodeará a tu futuro Alfa. 

Me estremecí al recordar a Lenya y su seria mirada. Con suavidad corregí mi postura en mi asiento. 

—Entonces, refresquemos la información, ¿quieres?—me decía con una voz suave. Asentí—. Los Garrelson nos ubicamos en el tercer lugar con nuestras ganancias junto a los Mayer. Dime, hijo, ¿cuales familias están en el segundo puesto? 

Sentí mi rostro sonrojarse levemente.

—La familia de Lenya, los Harris. 

—¿Quién más?

—Los Lauder y O'Nell. 

—Maravilloso, Erin—me felicitó forzando una simple sonrisa. Mi madre caminó hacia el pizarrón frente a nosotros y señaló levemente el primer puesto:—Y bueno, no olvidemos a estas víboras: Los Dorrance y Hawk. Son las familias más poderosas que podemos encontrar y más que sedientas de un primer puesto para solo ellas. Hasta ahora siguen derramando sangre. 

Pude identificar el odio con el que hablaba sobre esas familias con rapidez. Mi progenitora nunca fue una persona que logre ocultar sus emociones con facilidad. Ella meditó por un segundo. 

La observé sin formar alguna expresión en mi rostro. 

—¿Madre? 

Ella volvió su vista hacia mí y sonrió nuevamente. 

—No te preocupes, hijo. Nosotros haremos lo posible para destronar a esas víboras. Los Garrelson se harán más poderosos al pasar el tiempo y más cuando te unas oficialmente con el joven Lenya. 

Su mano se apoyó suavemente en mi hombro y observé esos fríos ojos: estaban celosos de poder. 

—Confiamos en ti, Erin. No nos decepciones. 

 

Fue lo primero que hice, madre. 

Lo lamento. 

Las pruebas de embarazo siguen siendo negativas. 





Otro capítulo introductorio ♡ 

La verdad es que me sorprendió el recibimiento que tuvo la historia, ¡me dejaron sin palabras! ¡muchas gracias! espero poder cumplir con sus expectativas. 

Almas perdidasOnde as histórias ganham vida. Descobre agora