ROBBIE
Robbie. Así le llamaban sus amigos y conocidos, quienes no se percataron de que Rober odiaba ese nombre, ya que le recordaba a Robin Hood, él mismo era consciente de que sonaría como una tontería decir lo que este seudónimo le traía a la mente, por esa razón no lo manifestaba.
Rober era un estudiante repetidor que ahora cursaba de nuevo primero de bachillerato. Digamos que los estudios no eran lo suyo, cuando tenía cinco años ya fue a su primer psicólogo, quien le diagnosticó de hiperactividad. Más tarde cuando tenía unos ocho años y ya se había convertido en el gracioso de la clase, volvió de visita al primer "médico" y le dijeron que tenía dislexia. Ya nada sería fácil para Robbie, que se tomaba la situación con cierto humor.
La cantidad de suspensos le llevó a repetir dos cursos de primaria, en los que lo único que hizo fue jugar a la Play Station. Sin embargo ese hobby no duró mucho, pues le determinaron de epilepsia. Robbie no tuvo mucha suerte en la vida. Era un chico más bien solitario desde que le dio su primer ataque, nadie quería acercarse a él salvo cuando hacia bromas, eso era lo que le salvaba siempre.
En aquel momento Robbie se encontraba en la sala de espera del hospital esperando con desesperación a que le dijesen como estaba su mejor amiga y tal vez su única verdadera amiga. Abril.
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CZYTASZ
SEMPITERNO
Dla nastolatkówDespués de un catastrófico atentado que resultó en tragedia, un grupo de estudiantes de instituto empieza a vivir una serie de sucesos anormales que les llevaran a un gran cambio en su forma de ver las cosas, entre estos sucesos, sueños y pesadillas...
