ROBBIE

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La bipolaridad que atormentaba a Rober era consecuencia del trauma debido a lo que les había pasado. Tenía las emociones mezcladas, por un lado la preocupación por Abril no le dejaba pensar con claridad mientras que por el otro no dejaba de pensar en Lara la chica con la que se había encontrado en el hospital. Lo único que sabía de ella era que había estado faltando a clase los últimos tres meses y nadie sabía la causa.
Después de media hora decidió ir a dar un paseo para aclarar sus ideas e intentar pasarse por el hospital con intención de poder ver a Abril.
Llevaba ya veinte minutos de paseo cuando vio algo que le hizo parar. Estaba justo en frente del centro médico de la localidad viendo como Abril salía acompañada de su madre, su padrastro y su hermana Rebeca. Parecía que le habían dado el alta al fin.
En cuanto sus miradas se cruzaron, una sonrisa asomó de los labios de Abril. Estaba bastante demacrada, con alguna que otra herida "de guerra". En el pómulo derecho. Esa sonrisa, le hizo pensar a Robbie que la joven no sabía absolutamente nada de lo que le había pasado a la mejor amiga de la chica, Rory, como la llamaban sus compañeros de clase. A Rober no le dio por acercarse, ni mucho menos, ya que a los familiares de la chica castaña no les caía nada bien, y es que pensaban que Robbie era toda una mala influencia debido a su falta de habilidad para los estudios, y sus numerosos, como decían ellos "problemas".
El joven le devolvió la sonrisa a Abril de igual manera que había hecho ella, sin embargo la del chico llevaba detrás algo más de tristeza, lástima.
Rober volvió a casa, esta vez en autobús. Al llegar se encontró con una escena que le quitó el aliento. Su madre, tirada en el suelo, justo entre el sofá y la mesa de centro del apartamento donde vivían. Estaba malherida, pero no como otras veces, esta vez estaba mucho peor, tenía una marca que se asemejaba a un corte en la frente y algún que otro hematoma en el cuello y en los brazos, como de haber sido agarrada. Robbie sabía a la perfección quien había sido el culpable de aquella agresión. Su padre.
Rober corrió a auxiliar a su madre. No era la primera vez que lo hacía. El joven llevaba presenciando estas situaciones en su casa desde que tuvo uso de razón. El padre del chico se excedía a la hora de beber alcohol y en consecuencia recurría a la violencia como solución de todo, no obstante Robbie nunca siguió su ejemplo.

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