CAPÍTULO 6

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Durante toda la noche no pudo descansar. La comida había ido mucho mejor de lo que podía esperar y eso la alegraba y extrañaba por partes iguales. No pensó en ningún momento que la familia de Xavi pudiera odiarla, no era para nada eso. Pero cuando descubrió que la salvaje de la cafetería podía llegar a ser alguien agradable....

Y no solo eso, también estaba lo del papel.

Lo descubrió por casualidad. No sabía cuántas veces se había llegado a preguntar aquella noche qué hubiera pasado si no hubiera metido la mano en el bolsillo, si no hubiera encontrado aquel mensaje. Era simple, sin duda, pero un simple número de teléfono y el "Por si alguna vez quieres que hablemos (de música, claro)" le habían quitado el sueño.

Había revisado el papel durante varias horas, para qué iba a intentar autoengañarse cuando sabía de sobras que la realidad era otra. Lo había estado releyendo tanto que estaba segura que podría recitar el número de memoria del derecho y del revés. Sin embargo, le daba pánico guardar ese número en su listado de contactos. Le daba pánico porque eso lo haría real y no le gustaba hacia dónde iba la cosa.

No le gustaba habérselo pasado tan bien durante la comida familiar y que la razón no hubiera sido simplemente pasar tiempo con su novio. La razón la sabía perfectamente y eso la asustaba a niveles insospechados.

Sin embargo, lo que más despierta la había mantenido durante toda la noche no fue ni el recuerdo de la velada ni aquel trozo de papel. Había estado horas pensando en cuándo estaría bien enviarle el primer mensaje.

Horas.

Un primer mensaje era como la portada de un libro. Un primer mensaje era la carta de presentación y cualquier detalle descuidado podía causar una horrible mancha en su expediente de "chica perfecta".

Aunque tampoco es que le importara mucho lo que aquella salvaje pudiera llegar a pensar de ella. Por ella, como si Irene pensaba que solo era una pija estirada. Es que vamos, no podía importarle menos.

Aún así... Se había pasado toda la noche en vela. Y quizás, solo quizás, tampoco había podido concentrarse en toda la mañana de clases. Por suerte había podido tomar algún apunte en clase, pero había sido pura escritura mecanizada. No pensaba en lo que escribía, solo podía pensar en la dichosa chica y en maldito papel.

- ¿Cariño? ¿Estás bien? Llevas toda la comida ausente.

- ¿Eh? Sí, sí. Estoy bien. Solo estoy... cansada.

Había quedado para volver a comer con Xavi, aunque esta vez iban a estar solos. Muchísimo mejor así. Sin familiares, sin distracciones... Solo ellos.

Quedaba tan bien esa teoría en su mente pero ponerlo en práctica se le hacía tan complicado. Y obviamente Xavi lo había notado. Por suerte, tenía una buena excusa. Aunque no era una excusa, era una realidad: estaba cansada. Pero lo que la hacía distraerse no era el sueño.

Por desgracia no.

-Pues si quieres... Yo tengo ahora un rato libre. Puedes venirte a mi casa y "descansamos" un poco los dos juntos.

-Xavi...

-Vamos, sé que te apetece.

-Estoy cansada de verdad y sé que no me vas a dejar descansar mucho.

-Eso depende -comenta el chico con una sonrisa-. Si me cansas lo suficiente, los dos podremos descansar. Así seguro que no te molestaré.

-Por muy tentador que suene -mientras decía eso, le devolvía la sonrisa mientras rodaba los ojos- necesito descansar. De verdad.

-Venga, que sé que quieres... Tanto o más que yo. Se te nota.

-Está bien -aceptó al final la chica. No tenía ganas, la verdad. No estaba de humor pero le sabía mal dejar a su novio así. Que ella estuviera hecha un lío mentalmente no significaba que lo tuviera que pagar con su pareja. El chico ya tenía sus problemas en los que pensar-, pero solo un rato. Que no se alargue demasiado que tengo cosas que hacer.

-¡Genial! -la celebración vino acompañada de un apretón de puños parecido al de Cristiano Ronaldo celebrando su Balón de Oro en 2014. Lástima que a Inés siempre le hubiera gustado muchísimo más el Barça- ¿Pues a qué esperamos? Vamos ya, ¿no?

-¿Ya? Joder... Estás ansioso eh...

-Tú también lo estarías si fueras a hacer lo que vamos a hacer con un bombonazo como tú.

La chica rodó una vez más los ojos. No sabía si al chico esta clase de "piropos" le parecían buenos, si pasaba horas pensando en ellos en su mente, esperando el momento para poder soltarlo, pero a ella no le gustaban nada. Se aguantaba porque iba en el pack, pero con esa actitud le hacía sentir... cosificada.

-Vale, vale. Ya nos vamos. Pero antes tengo que hacer una cosa. ¿Te importa ir pagando mientras yo termino con lo mío? Va a ser muy rápido.

El chico asintió y se levantó para pagar (parecía incluso ansioso por pagar). Ella aprovechó para sacar su teléfono y añadió un contacto rápidamente. Si iba a estar con su novio necesitaba estar por la labor y, con la otra chica en mente, no iba a estarlo.

Necesitaba quitarse de la cabeza todo aquello.

¡Hey! Soy Inés (la novia de Xavi). Así que guardando mensajitos secretos en los bolsillos de la gente, eh... Imaginaba que eras una delincuente, pero no sabía que también sirvieras para carterista.

Al enviarlo supo que no había marcha atrás. Pero mejor así...

Seguro que de este modo no pensaría tanto en aquella dichosa chica.

(Creo que voy) Perdiendo facultadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora