CAPÍTULO 9

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El trayecto había sido mucho más cómodo de lo que pensaba. Para sorpresa de Inés, llevar a la otra chica en su coche no había sido para nada extraño. Había habido alguna broma sobre lo pijo que era su coche y sobre cómo no se podía esperar menos de ella, pero ambas sabían que no había burla en la voz de la rebelde, que todo se hacía desde el respeto y eso era lo mejor.

Inés no podía negarlo. Había buscado razones para odiar a Irene pero se sorprendía al no poder hacerlo. Por más que buscara e intentara recordar sus primeros encontronazos, ahora los recordaba con algo de cariño. Incluso se le dibujaba una sonrisa al pensar en el mote que le había puesto la otra.

Macchiato.

Si cualquier otra persona se le ocurriera llamarla así, habría terminado con sus vidas antes de que les diera tiempo a parpadear, pero con esta chica todo era distinto. A pesar de sus diferencias, apreciaba su escaso tiempo con ella. Quería seguir conociéndola porque había algo que le aseguraba que no le iba a decepcionar.

-Lo tuyo es muy fuerte eh, Macchiato. Venir al McDonald's porque apetece "algo guarro" y pedirse una ensalada debería ser pecado...

-Es que si te digo la verdad te vas a reír...

-Que va, no me voy a reír.

-No me fío ni un pelo de ti.

-Me acabas de romper el corazón... Solo por eso me lo tienes que contar.

-Prométeme que no te vas a reír -dijo seria, bajando la mirada a lo que la otra respondió con una pequeña sonrisa.

-Te lo prometo, Inés.

La estudiante de derecho bajó la mirada y se preguntó por enésima vez si confesar sería lo mejor en su situación. Tenía una reputación que debía mantener y sabía que si hablara, la otra no dejaría que la confesión pasara por alto.

-Yo... No. No pienso decirlo.

-Venga, vamos... Por favor... -si su puchero hubiera sido algo menos adorable, quizás la otra hubiera tenido alguna opción de contención.

-Es que... -resopló antes de continuar- Quería ir a un sitio como este para que no pensaras que soy tan "pija" ni estirada...

-¿Cómo? -contestó al cabo de unos segundos.

-Pues eso. Quería causar una buena imagen pero es que no sé ni lo que venden aquí. Sé que es una cadena famosísima, pero mis padres me matarían si se enteran que he pisado un sitio así. Siempre me lo han prohibido porque es un sitio para garrulos (aunque yo creo que si vieran los precios, no pensarían que es para gente tan pobre...) y la verdad es que está algo guarro pero...

-¡Hey, hey! Tranquila. Respira -la chica estaba intentando disimular la sonrisa que empezaba a asomar por sus labios.

-¡Me habías prometido que no te ibas a reír!

-¡No me estoy riendo!

-¡Anda que no! ¡Mira tu sonrisita!

-¡Es que eres adorable!

Silencio.

Las mejillas de Inés se sonrojaron automáticamente.

Irene la siguió de muy cerca.

Durante lo que parecieron horas, aunque apenas habían pasado unos segundos, no se atrevieron a mirarse. Ninguna de las dos quería ver la reacción de la otra. Eso sería completamente vergonzoso.

-N-no tienes que hacer ninguna cosa por el estilo para caerme bien, eh... -se atrevió a decir primero la rebelde.

-Déjalo, Irene...

-Pero...

-He dicho que lo dejes, por favor.

Otra vez silencio.

Aprovecharon ese momento para saborear su comida. Era lo único que podían hacer para disimular ese extraño silencio incómodo. Inés continuó con su ensalada, asombrándose ante el hecho de que era mucho más sabrosa de lo que pensaba, mientras Inés mordisqueaba una de sus patatas Deluxe que venían en su menú de McPollo.

-Por cierto... -Irene dejó la comida sobre su bandeja mientras rebuscaba en su mochila. No tardó en sacar un casete y entregárselo a la otra- Este es mi regalo.

-¿Te vas a suicidar y me has dedicado una cinta o qué pasa?

-Idiota... -rodó los ojos aunque le devolvió una sonrisa- Este casete era mi favorito de pequeña. No sé ni cuántas veces lo habré escuchado y cantado. Era un bucle constante en mi infancia -mientras la chica lo inspeccionaba, Irene prosiguió-. Lo encontré en una caja el otro día y como empezamos a intercambiar gustos musicales, creí imprescindible hacerte partícipe de esto.

-Vaya... Muchas gracias -al fin la miró a los ojos e intentó reflejar sus palabras en su mirada-. Pero lo lamento, no tengo dónde reproducirlo. Intentaré buscar algo, pero no sé dónde encontrarlo.

-Tranquila, que he pensado en todo -volvió a buscar en su mochila para sacar esta vez un Walkman. No parecía extremadamente bueno, pero cumpliría la función perfectamente-. No podía permitirme que no pudieras escuchar esto. Es demasiado importante para mí.

-Joder... Has pensado en todo.

-Soy así. Detallista.

-No puedo esperar a llegar a casa y escucharlo.

-Lo entiendo, pero antes disfrutemos de esta comida tan nutritiva.


Si le preguntaran qué hizo al volver a casa, lo negaría todo. Jamás admitiría la prisa con la que llegó a su habitación, pasando de los típicos comentarios de sus padres preguntando que cómo había ido la mañana, para sentarse en su cama y poder escuchar aquella cinta en tranquilidad. No podía escucharla en cualquier sitio.

No.

Aquella cinta guardaba un secreto, una parte de la identidad de Irene que estaba a punto de descubrir y eso hacía que todos sus sentidos se encendieran. Podía ser cualquier cosa (literal, cualquier cosa) pero sabía que no podía defraudar.

Irene nunca le defraudaría.

Insertó la cinta dentro del aparato y conectó unos auriculares que tenía por su mesita de noche. Se aseguró que la cinta estuviera desde el principio y solo entonces se atrevió a darle al play.

Sonrió.

Inés Macchiato: "Eres una zorra."

Irene Happiness: "Oye, no es mi culpa que mi canción favorita fuera La Macarena. Pero seguro que te ha sorprendido."

Joder... Odiaba tener que darle la razón, pero lo había vuelto a hacer. 

Le había sacado una sonrisa más y era todo lo que podía desear.


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A/N: Muy buenas!!! 

Lo siento por haber actualizado tan tarde. Estoy ocupadísima últimamente con el fin de curso y todas estas cosas. No sé cuándo podré volver a actualizar pero este os lo debía de hacía tiempo.

Muchas gracias por leer mi historia y si os ha gustado no olvidéis comentar mucho, votarla y compartirla con quien creáis que le pueda gustar.

Gracias y hasta la próxima!!!!

(Creo que voy) Perdiendo facultadesWhere stories live. Discover now