(Creo que voy) Perdiendo facultades

CAPÍTULO 7

A/N: ¡¡Muy buenas a todo el mundo!! El A/N lo hago al principio para que entendáis un poco lo que vais a ver seguidamente. ¡¡No os olvidéis de votar, comentar y compartir si os gusta!!

(Os aconsejo que leáis lo que queda de A/N si no entendéis el formato que veréis más abajo, así os ahorro un poquito de "spoiler")

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Vale, os cuento. Más adelante vais a encontrar una conversación de WhatsApp así que lo he intentado escribir como he sabido (y podido). Veréis que hay mensajes que pone el nombre entero y luego iniciales, eso es para hacer como que escriben más de un mensaje seguidos. También hay ciertos momentos que usan emoticonos. Si no los veis o veis cuadraditos, sabed que es eso (no son muy esenciales para entender nada, es solo para dar más sensación de mensajería).

Si se os ocurre una mejor manera para hacerlo, decídmelo tanto como por comentarios, como por mensajería de aquí (Wattpad) o podéis encontrarme también por twitter e instagram con fangirl_lgbt o loveisfangirl respectivamente. 

Muchas gracias y besos!!!!  

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Había sido un completo error enviar aquel mensaje. Su cabeza no paraba de recordar las palabras que le había enviado a la chica e intentaba encontrar si había cometido algún error. Quizás no le gustaba aquella pequeña broma que había hecho sobre carteristas. Quizás Irene se iba a ofender y no le iba a devolver la palabra nunca más.

O peor... quizás solo quería reírse de ella.

Pero no debía importarle. Por supuesto que no. No necesitaba la aprobación de alguien como aquella chica para nada. Claro que le habían enseñado a quedar bien con todo el mundo, pero en su mundo la gente como Irene no era importante. No tenía que quedar bien con ella.

Lo peor es que quería hacerlo. Era inevitable darse cuenta de que había algo en aquella chica que la invitaba a ser ella misma, aquella persona que llevaba tanto tiempo reprimida en su interior. Había estado extrañamente cómoda hablando con ella en esa comida e incluso, a ratos, olvidaba toda la demás familia que se encontraba en la mesa porque su atención estaba centrada sola y únicamente en aquella chica.

Le había caído bien (mucho mejor de lo que jamás iba a admitir en voz alta) y por eso quería que fuera recíproco. Si bien es cierto que la Irene que vió en la cafetería no merecía su atención, la de la comida la merecía plenamente. Era mucho más amable, mucho más... Irene.

Quería ser su amiga y eso la aterraba.

No estaba acostumbrada a esa clase de "necesidad por encajar" o al menos no por esa parte de la sociedad. Nunca alguien se había metido tanto en su cabeza para no abandonar esta ni en los momentos de más necesidad. Estaba con su novio y, sin embargo, no estaba por el acto. Tuvo que fingir que estaba sintiendo placer incluso porque no podía concentrarse en sentirlo.

Lo único que sentía era la necesidad de mirar su dichoso teléfono para ver si la chica había respondido.

Por suerte, el chico no había durado mucho y tampoco había notado que ella estaba fingiendo nada. Inés suponía que era por costumbre (las últimas veces que lo habían hecho siempre había actuado, no estaba nunca por el asunto) o que realmente a él lo único que le importaba era satisfacerse a él mismo. La verdad es que le daba igual. Parte de estar con alguien es anteponer las necesidades ajenas a las tuyas propias, ¿no? Pues eso es lo que hacía ella.