Prólogo

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-¡No puedes ignorarme!- El grito de Jimin se oyó agudo y exigente en la habitación de Taehyung.

-¡Pues sí puedo!- Respondió Tae en el mismo tono.

-¡No me estás ignorando si dices que me ignoras!

-Lalalalala ¡No te oigo!- El beta se dio la vuelta dándole la espalda al mayor, quien infló sus mejillas tremendamente ofendido. Fácilmente se podía imaginar cuán rojo debía estar su enfadado rostro.

Si el omega dijo alguna palabra más, no fue de su conocimiento. Sólo fue consciente de la ausencia de éste cuando la luz que venía del pasillo desapareció y se volteó para encontrar la puerta cerrada y la habitación vacía. Frunció el ceño molesto y le sacó la lengua al espacio donde su mejor amigo había estado segundos atrás. Bufando y a pasos ruidosos caminó hasta su cama, se echó, escondiendo el rostro en la almohada, y dejó en ella un largo resoplido. ¡Vaya que podía exasperarlo ese enano maldito!

No pasaron ni cinco minutos que oyó el golpe de unos nudillos contra la madera; alguien al otro lado de la puerta -¡Si eres Jin hyung o Hobi hyung, pasa!- Gritó aun con el rostro enterrado. Los golpes se repitieron unos segundos después -¡Si eres Jungkook también puedes pasar!

La cerradura chirrió y el olor a alfa llegó a las fosas nasales del beta. Naturalmente no era muy sensible a los aromas de las razas, pero el de su compañero de grupo era distinguible a kilómetros. Cuando el colchón debajo suyo se movió, indicando un nuevo peso sobre la cama, supo que el pelinegro estaba a su lado. Al parecer estaba decidido a guardar silencio. Se despegó apenas de la almohada y reveló uno de sus ojos, que escudriñó al menor ya a la defensiva -¿Qué?

-¿Ahora qué pasó?- Preguntó Jungkook con su habitual voz amena.

Taehyung bufó molesto y se sentó bruscamente, dejando su mirada baja y un puchero quejoso -¿Tú qué crees?

-Pues no lo s...

-¡Se puso caprichoso!- Lo cortó alzando las manos al aire -Siempre lo mismo con él. Me tiene cansado, desde que sale con Yoongi hyung se comporta como un nene de cinco años.

El pelinegro suspiró cerrando los ojos con fatiga. El mismo cuento que había oído la última semana -¿Y de qué se trata esta vez?

-¡Agh! Le dije que saliéramos a hacer algo, que hace tiempo que no tenemos un día de amigos, y me dijo que estaba ocupado. ¡Sí, claro! Seguro es porque quiere quedarse con su novio, como siempre- Escupió con resentimiento. Al alfa le hubiera gustado reírse de los celos de su mayor, porque eran eso, celos, que habían despertado cuando Jimin decidió que su mundo giraba en torno a Min Yoongi. Era normal, imaginaba, cuando las relaciones comienzan uno se pone meloso y obsesionado, bueno él no podía saber mucho del tema cuando nunca había salido con alguien. Pero en fin, el punto es que hubiera preferido reírse o bromear, no sentirse extremadamente sensible al casi llanto de su hyung, quien corría una mirada húmeda a un lado y se mordía el labio con fervor.

-Oye...- Murmuró acercándose un poco. No se dio cuenta de que había comenzado a liberar feromonas al aire, en un intento inconsciente por tranquilizar al beta... Por supuesto que era inútil ante su falta de instintos -¿No has pensado que tal vez seas tú el..?- Y "problema" quedó en la punta de la lengua cuando se gano una mirada mordaz.

-¡No! Es él el que me ignora.

-Pero, hyung, son alfa y omega, ambos con una unión muy reciente. Es normal que quieran, bueno, ya sabes, pasar tiempo juntos.

-¿Y qué hay de mi? ¿No soy su mejor amigo desde... cuánto tiempo? ¡Años!- Esta vez el puchero del mayor se robó una sonrisa de conejo del pelinegro, quien no pudo evitar estirar su mano y apretar las sonrojadas mejillas del contrario.

Capricho de omega KookVWhere stories live. Discover now