Capricho de omega KookV

Neuf

Taehyung despertó sin tantas molestias como había sufrido los días previos. Su cuerpo no se sentía tan afiebrado ni su estómago se revolvía en una mezcla de náuseas. Sin embargo su lobo, ya podía reconocerlo, se quejaba al no encontrar al portador del delicioso aroma que teñía su habitación. Abrió los ojos con enfado, sin sorprenderse por no ver a Jungkook cerca, pues algo le decía que no estaba presente. Se removió en la cama en un berrinche poco común para los de su edad y bufó. Todo un segundo antes de recordar lo que había hecho la noche anterior y cómo luego había dormido abrazado al menor. Sintió su rostro calentarse y supo que estaba rojísimo. 

¡Ups! 

Recordar los movimientos del alfa sobre su piel hizo que ésta volviera a hervir en deseo. Luego de abochornarse un poco por querer con todo su corazón repetir el contacto con el maknae, pensó en lo ocurrido después, cuando prácticamente lo obligó a abrazarlo y quedarse con él.

Bajó la cabeza avergonzado y molesto consigo mismo. Su lobo bufó al saber que lo estaba culpando por todo. Y es que sí, Taehyung estaba seguro de que el pobre de Jungkook sólo lo había tocado por lástima -para bajar su calor y dolor- y porque las feromonas de su omega lo obligaron.

Pero bueno, cada quien puede pensar la tontería que quiera.

Las divagaciones del castaño se vieron interrumpidas por un ruido sordo proveniente de fuera de la habitación. Alzó la cabeza alarmado y posó su mirada en la puerta cerrada.

-¿Qué..?

Otra vez. Sólo que ahora se distinguía el claro sonido de cristal romperse y también vino acompañado de la voz de Jungkook, aunque Tae no pudo entender qué decía. Quiso correr rápido hacia la fuente del embrollo pero justo cuando estaba por tomar el picaporte se percató de su desnudez (avergonzado 2.0). Se puso a consciencia, o inconsciencia, ¿quién sabe?, la ropa que el alfa vestía el día anterior y salió disparado al pasillo.

-Sólo quiero saber cómo están- Volvió a repetir Seokjin por segunda vez. El beta sabía muy bien que no debía estar allí, pero no había logrado aguantar la preocupación por los menores del grupo y había terminado invadiendo el espacio del alfa sin quererlo.

-Él está bien, hyung. Largo- Exigió Jungkook con enfado. De verdad adoraba al mayor, pero no temía sacarlo a patadas del departamento. Era un beta, al menos éso ayudaba a que no lo hiriera aun... bueno, quizá las cosas que de vez en cuando le tiraba también lo mantenían lejos.

-¿Y tú, Kookie?

-Estamos bien- Sentenció sin interés de seguir con la conversación.

-¿Jin hyung?- Tae se acercaba curioso a la sala. No comprendió muy bien por qué el mayor sostenía un libro en lo alto, dispuesto a lanzarlo hacia el alfa como si de un perro callejero se tratara. Luego pasó su mirada a Jungkook y... Oh, qué lindo se ve con el pelo revuelto.

-¡Tae..!

Jin hizo el pobre amague de acercarse al omega para revisar su estado, pero el alfa fue más rápido y se puso en el medio del camino mientras lanzaba un gruñido. Tal vez el mayor se habría ganado un empujón por parte del maknae si no fuera porque Taehyung también se había movido pero para saltar sobre Jungkook y apresarlo entre sus brazos, dejándolo inmóvil e incapaz de verse amenazador.

-¡Hyuuuuung!- Puchereó -¡¿Qué le quieres hacer a Kookiieee?!

-¡Ay..! Suelt...

Los brazos del castaño apretaban en torno al menor, apresando su cabeza y escondiéndolo en su cuello como los niños al cuidar sus muñecas -¿Por qué lo miras así? Pobrecito...