Treize

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Era agradable ésto de poder tocarse sin sentir que el cuerpo de otro era extraño. Para ambos era la primera vez que eran tan cercanos físicamente a alguien, lo suficiente íntimos para compartir un espacio pequeño, completamente desnudos y acariciándose sin pudor. Las puntas de los dedos de Taehyung dibujaban un camino al delinear los brazos de Jungkook debajo del agua, enfrentándose a las gotas que salpicaban y rebotaban desde la piel ajena a la propia. No pudo evitar sonreír cuando sintió las manos del maknae hacer lo mismo en su cuello.

De vez en cuando se besaban, ya sea la boca o los hombros cálidos por el agua. Era entonces cuando el omega suspiraba y apretaba las caderas del menor. Iban lento, no había necesidad de apurarse. Estar así era cómodo, ameno y el mismísimo cielo.

Lentamente Jungkook fue bajando su palma abierta hasta amoldarla a las nalgas de Taehyung. Las amasó un poco, sintiendo al omega temblar bajo su toque, y apoyó los labios en su mejilla. ¡Dios, cómo adoraba a este hyung! ¡Tan bello, tan sensible!

Se apretaron un poco más, sus erecciones se frotaron menos de un segundo. El gruñido posesivo del alfa fue acompañado por un suspiro ahogado del omega. El último no pudo evitar echar su cabeza hacia atrás, sobrepasado por el contacto y por el magnífico sonido que escapaba de la garganta del menor. Jungkook observó su cuello y se lanzó a dejar besos húmedos sobre él. Esta vez se apretó intencionalmente hasta que ambos miembros estuvieron pegados.

-¡Oh, si!

Mientras Jungkook amasaba su trasero, marcaba su cuello y simulaba falsas embestidas erección contra erección, Taehyung se dedicaba a producir suaves gemidos y recorrer el cuerpo contrario con las manos. Esto que el menor estaba haciendo con él debería ser algo así como ilegal, estaba completamente a la merced del otro, incapaz de pensar, moverse o pronunciar tres palabras coherentes.

-Quiero entrar en ti...- Murmuró el alfa sobre su oído, el aliento chocando contra el sensible lóbulo de la oreja y su cuello -¿Puedo, hyung?

-Mmm. Por favor.

Con cuidado, como si de una muñeca delicada se tratara, Jungkook empujó al mayor de las caderas hasta hacerlo voltear. Volvió a besar sus hombros y se apoyó en su trasero. Taehyung tuvo que apoyar una mano en los azulejos de la pared para que sus piernas no cedieran al sentir el miembro del maknae apretando sus nalgas. Separó un poco sus muslos inconscientemente y se echó hacia atrás.

La mano de Jungkook descansó en su abdomen y fue descendiendo lentamente. El pulgar dibujó un círculo en su ombligo antes de continuar el camino y tomar su miembro. La palma se amoldó y Tae gimió el nombre del contrario. La otra mano del alfa se movió hasta su rostro, acercó dos dedos a su boca.

-¿Puedes chupar, hyung?

¿Por qué una voz dulce y una pregunta educada sonaba tan jodidamente caliente? Taehyung separó los labios y cubrió con ellos los dedos del menor. Sin saber cómo lograba hacer algo mientras su pene era acariciado, jugó con su lengua, delineando la yema y envolviendo el contorno con círculos imaginarios. Jungkook se apoyó más contra su trasero, demasiado excitado con lo que su hyung hacía con la boca.

Todo era nuevo para los dos, por lo que cada acción generaba el doble de sensaciones habituales. De hecho, podían sentir sus cuerpos electrificados casi cada un segundo. Cuando el alfa retiró los dedos, oyéndose el delicioso "pop" al despegarse de los labios, la mano sobre el pene de Taehyung se detuvo y se trasladó hacia la cadera.

-Abre un poco las piernas.

-Oh, si...- Tae tuvo que morderse el labio para no seguir gimiendo aprobatoriamente.

Los dedos húmedos de Jungkook se movieron hacia la entrada del omega, que estaba ya un poco lubricada. El castaño pegó un saltito en su lugar al sentir las yemas de Jungkook acariciarlo suavemente. Apenas un poco de presión con el índice y Taehyung tuvo que apoyar la frente sobre los azulejos, cuyo frío contrastaba con su piel hirviendo.

Capricho de omega KookVWhere stories live. Discover now