➣18|Fɪɴ ᴅᴇʟ ᴊᴜᴇɢᴏ|

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No pudo evitar reír recordando lo del pasado día, ¿Cómo había hecho para llegar a su tienda? Esa era la pregunta que no paraba de repetirse. Se dejó caer sobre su cama y se dedicó a mirar el techo de su habitación, la semana había pasado rápidamente, en ella, no hizo más que salir al lado del albino quien no paraba de sonrojar la con sus comentarios, lo mismo le ocurría en la escuela, donde hacia un intento por ignorarlo para que los demás no pensaran cosas de ella.

Sábado por la mañana y no quería salir de su casa, no había ni un solo ruido que pudiera romper la tranquilidad que la acompañaba en esos momentos. Aún no tenía su teléfono, pedírselo directamente al otro albino no había resultado pues el único que sabía dónde se encontraba era aquel que vestía de blanco, rojo y negro.
Suspiro relajándose, mientras tomaba una almohada al lado suyo y la abrazaba en un intento por volver a conciliar el sueño que minutos antes había perdido.
Su puerta sonó interrumpiendo su intento por volver a dormir, miró el reloj sobre su mesa: 9:12 AM. ¿¡A quien se le ocurría ir a molestarla desde tan temprano!?.
Con mucho pesar, se levantó de su cómoda cama y fue hasta la puerta donde miró por el orificio que había entre esta para ver a la persona que osaba en irrumpir sus sueños.

Abrió dándole paso al chico de albina cabellera que era más que obvio no se trataba de el dueño del cuerpo; Red entró sin el permiso de la inquilina mirándola con una sonrisa ladeada por la cansada expresión que traía en el rostro. Sin objetar, _____ cerro su puerta y se encaminó hasta su sofá donde se recostó de frente dándole asi la espalda; él pudo escuchar las maldiciones que la chica le dedicaba en su susurros pero esto no hizo más que darle aún más gracia al asunto.

-¿Tienes sueño?- pregunto en un tono burlesco.

Escucho un quejido de parte de la de cabello (C/c) que volteaba a verlo de una manera furtiva.
El río y camino hasta su lado pasando una mano por su melena, acariciándola y enredando sus dedos en ella para entretenerse; inmediatamente su cara enrojeció ¿Qué se supone que estaba haciendo?, Actuaba raro, de eso estaba segura pero ¿Qué era lo raro ahí?, Pues en primer lugar, estaba más callado de lo normal: casi siempre que ambos se encontraban nunca faltaba algún comentario subido de tono por su parte o, más bien, ¡Nunca faltaban los comentarios, porque a diferencia de su contrario Red no paraba de hablar! Al menos con ella.

Sus ojos se cerraron y se dejó llevar por las caricias que poco a poco la adormecía como si se tratara de un gatito en busca de mimos.

-¿Aún tienes sueño?- susurró la pregunta a su oído.

Torpemente asintió, acurrucándose más en el sofá mientras sonreía ampliamente; si antes tenía sueño y no podía conciliarlo ahora sí que se iba a dormir. Una risita escapó de sus labios y ella dejó de sentir el roce de su mano sobre su cabeza.
Levantó su mirada con desorientación. ¿Qué era exactamente lo que pensaba?, Su mirada se hallaba hacia abajo permitiéndole a su flequillo cubrirle parte de su rostro dejándolo ensombrecido.

-Red- lo llamó incorporándose.- ¿Pasa algo?- dijo intrigada, colocando ahora ella, una mano sobre su cabeza sobresaltando lo por su tacto.

Puso sus rubíes sobre ella y la miraba ligeramente sorprendido de ver su sonrisa, relajo su entrecejo liberando un suspiro, y negó.

Si pasaba algo.

-¡Mientes!- exclamo señalando lo con su dedo índice,- Y, tengo dos teorias- sonrió de costado, mientras se sentaba a un lado de ella escuchando atentamente-. La primera es: en estos momentos eres Shu y por eso andas cariñoso y callado; La segunda: ¡Te has enfermado! Aunque, no sé si tú eres capaz de enfermarte...

Y soltó una carcajada deteniendo la, estaba asombrada por verlo de esa forma, ni a ella le había tocado ver esa faceta.

-¿Qué es tan gracioso?.

Dᴏs ᴘᴏʀ Uɴᴏ •[Shu Kurenai & Red Eye]•Where stories live. Discover now