➣20|Pᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ sᴜ ᴍᴇᴍᴏʀɪᴀ|

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¿Qué acababa de ocurrir?.

Cayó arrodillada con el semblante en blanco al igual que su mente. ¿Cómo se supone que debía sentirse? ¿Triste, feliz por haber escuchado esa confesión, afortunada por corresponder a su abrazo?. Las preguntas atacaban a su mente como si se viera envuelta en una guerra contra sus emociones.

—¿Sigues aquí, verdad?— pregunto en un susurro a la nada.

La idea de que su desaparición de trataba de una simple broma de mal gusto era la que había obtenido la victoria en su pequeña guerrila mental.
Al no escuchar respuesta, extendió su mano hacia al frente mientras aún lo buscaba con su tacto, pero nada... Él, se hallaba a sus espaldas mirándola con dolor y tristeza, como ella, trato de tocarla en un claro intento fallido, sonrió con amargura.

"—No se irá de tu cabeza hasta que ____ acepte a uno o a ambos y, hasta que lo aceptes en tu mente así como lo ocurrido en el pasado y dejes de lamentarte.—"

Las palabras del viejo le cayeron como un balde de agua fría con unos cuantos cubitos de hielo. Si bien no tenía oportunidad alguna con ella, ¿Por qué hicieron eso las semanas restantes?, es verdad, ____ se iba y antes de desaparecer quería estar con ella; Shu era consciente de lo que iba a pasar en ese mismo día pero fue Red quién le pidió guardar el secreto, aún si ella lo escogía a él iba a desaparecer, no había manera de remediar aquella extraña situación.
Le dedicó una última sonrisa antes de salir de la institución y de sus vidas; quién lo diría, un alter ego que solo reflejaba una segunda personalidad enamorado. Un tema tan increíble y delicado que ya solamente vivirá en sus memorias.

El otro albino ingreso al edificio, mirando con aflicción a la chica aún arrodillada. Puso una mano sobre su hombro sacándola de su pequeño trance que como a ella a el también le dolía. La ayudo a levantarse abrazándola en el acto.

—Lo que me dijo...— hablo ____,— sonó como una despedida.

La apretó contra su pecho.— Red no quería que te lo dijera en ese mismo momento, creyó que solo de esta forma estarías con él sin que se tratara de una obligación o algo parecido.

—Entonces...

—Si era una despedida.

Y el lugar se sumergió en el silencio, el ambiente se volvió deprimente y sus amigos los observaban atentamente fuera del lugar esperando a que salieran.
Con delicadeza, ____ se escapó de sus brazos con la mirada perdida, es verdad que el tiempo que pasaron juntos no había sido mucho, pero si fue el suficiente para que esa seria, altanera e irrespetuosa personalidad la atrayera.
Entrelazó sus dedos a los suyos guiando la hasta la salida.

—¿Estás bien?— Wakiya se apresuró a preguntar, reflejando en su rostro preocupación.

Con una ligera sonrisa, asintió.

—Debia estar preparada, tú y él me lo explicaron— miró al albino a su lado, apretando su mano reprimiendo las lágrimas,— en algún momento se iría... Lo mismo conmigo...

No creyó que su murmullo llegase hasta los oídos de sus amigos. No era su mejor momento pero ¿Cuanto más debía tardar en decirles?.

—¿A qué te refieres?— pregunto Rantaro.

—Le ofrecieron una gran oportunidad a mi madre, en España para ser más precisa, y dado a que ella aceptó... Me voy en una semana...

Y con solo pronunciar eso, se vino abajo y dejó que las gotas de agua que sus ojos desprendían se deslizarán con libertad en sus mejillas.
No se sentían mal, no estaban molestos por escucharlo a esas alturas, comprendieron envolviendo la en un abrazo grupal que ella no dudo ni un solo segundo en corresponder sollozando sobre el pecho de mejor amigo quién era uno de los más afectados por la noticia.
Sonriendo de costado, Shu veía como ella recibía gustosa la muestra de afecto dada por sus amigos; la semana había transcurrido rápidamente, y la suya apenas estába por empezar, debía disfrutar hasta el más mínimo segundo a su lado. Se unió al abrazo escuchando las risas de la de cabello (C/c), quién era atacada por las cosquillas de Valt y Rantaro haciéndola olvidar por un corto momento lo que ahora no quedaría más que como un recuerdo que perduraría en su memoria.

La noche de ese día y el domingo pasaron con velocidad. Lunes por la mañana y ella revisaba su teléfono –el cual Shu le devolvió esa misma noche– para distraerse de lo acontecido en su fin de semana, miró la hora y alarmada corrió hasta la sala para tomar sus llaves y su mochila saliendo a toda prisa rumbo a Beigoma, donde no faltaba mucho para que las puertas fueran cerradas.

—¡Justo a tiempo!— grito cruzando las puertas, recibiendo la atención de los pocos ahí en la entrada—. Me sorprende lo mucho que los alumnos aquí quieren un buen futuro.

—El viernes lo anunciaron— un albino a sus espaldas llamó su atención,— hoy solo asisten los encargados de los clubes.

—¡Demonios!— exclamó, cubriendo rápidamente su boca por su pequeña maldición,— un segundo, si se trata de encargados ¿Qué haces aquí Kurenai?.

—Venia a reportar la ausencia de Valt, Natsume— sonrió al apellidar la.

Se limitó a suspirar cerrando sus (C/o) ojos en el acto; dió media vuelta dispuesta a retirarse pero el intervino en su camino provocando que casi tropezara. Lo miro con el ceño fruncido.

—¿A dónde vas?.

—A mi casa, a dormir, a comer ¡A dormir!.

Río,— Tengo una mejor idea, te llevo a comer y a dar un paseo si esperas a que le avisé al director la ausencia de Valt— propuso pasando a un lado suyo revolviendo seguidamente su cabello—.  Sonará egoísta, pero encerio: no quiero que te apartes de mi lado esta última semana.

Y sus carmesíes se conectaron con el hermoso color de sus ojos logrando ruborizar ligeramente sus mejillas; la atención de todos estaba en ellos mientras les dirijian miradas de picardía de las que el no se inmutaba pero que a ella le causaban vergüenza por volverse el centro de atención.
Desviando la mirada de la suya, asintio haciéndole esbozar una sonrisa que hizo que su corazón latierá rápidamente.

Aún le dolía lo ocurrido por Red Eye, pero no podía derrumbarse por ello, si bien no iba olvidarlo ni recuperarse así de rápido por la impactante noticia, al menos podía despejar su mente con el dueño del alter ego, que como él, también le movía el tapete.

Y pensar que hace no mucho lo había rechazado.

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¡Capítulo 20! Faltan cuatro;'D

Mi galería ya está repleta de GIF's de Shu:0 ¡Cómo sea! Espero les haya gustado manzanitas y AGRADEZCO mucho, sus votos y comentarios.

¿Cuál creen que sea el final de esta historia?
Dejen sus teorías y/o ideas, ¡Todas seran bien recibidas!

Nuevamente gracias por leer, nos leemos luego.

***Probablemente el pasado mañana que no tengo clases***

¡Bye bye!

Dᴏs ᴘᴏʀ Uɴᴏ •[Shu Kurenai & Red Eye]•Where stories live. Discover now