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IMPORTANTE ACLARACIÓN:
Antes de iniciar con la lectura del capítulo, es de suma importancia que sepan que la vida de Carol Peletier fue completamente modificada para mi pura conveniencia en lo que prosigue de la trama y lo que resta de la saga. Así que si ven cambios tanto en aspectos familiares, como en espaciales y temporales a comparación de la serie televisiva, ya saben el porqué.
(Para más información, leer: RESILIENCIA)
Disfruten de la lectura.
Carol POV
El aroma a café recién hecho se inundaba en mis fosas nasales, mientras que el calor que emanaba la taza de porcelana a través de un vapor suave, se elevaba para desaparecer en determinado choque desde mi mentón y correrse entre ambas zonas de mi mandíbula. Aunque aún mis manos no se atrevían a tocar el delicado mango color mostaza y solo permanecían frías en el metal de la mesa, totalmente inamovibles al igual que el resto de mi cuerpo al estar perdida con mi mirada azul en el oscuro líquido de la bebida que tan sutilmente me habían ofrecido las personas con las que compartí una parte de mi vida y que un muchacho muy servicial llamado Dwight tuvo la delicadez de preparar.
Recalcando de este último, una inesperada vestimenta particular colocada sobre su anatomía, ¿Cuál era aquella? Pues era el famoso chaleco de alas que utilizaba el mismísimo Daryl Dixon. Sería mucha coincidencia que existieran dos iguales en la misma zona y más en pleno fin del mundo, causándome mala espina el lugar donde estaba metida y resultaba ser área enemiga de mi actual grupo. Pero antes, tenía la necesidad saber el porqué de todo este crudo momento que no dejaba a mi mente descansar luego de las miradas que me demostraron los Walkers en plena carretera.
Hacía minutos o un poco antes de llegar aquí, me había sentido tan feliz de reencontrarme con Negan y Yildiz nuevamente en mi camino. La esperanza atravesó mi corazón con tanta ilusión de que podría volver a sentir los brazos de mi niña regresar a los míos, ver su rostro, escuchar su voz, sentir su aroma que a pesar de que hubiera crecido siempre sería como cuando la recibí en el momento que nació... Tanto que me perdí durante 9 años a pesar de haberla buscado — o mejor dicho, haberlos buscado, porque también incluía a la familia Walker — para unir fuerzas y seguir fuertes en este mundo apocalíptico.
Los recuerdos de aquel triste día que nos separamos para que ella escapara de todo peligro que pudiera dañarla, era simplemente inevitable de borrar cada vez que su nombre o imagen se me hacía presente.
La agitación de mi pecho era inigualable, el miedo que invadía mi cuerpo era mucho más grande de lo que podía imaginar, siendo sorprendente como quedaba de pequeño esos tiempos de horror que mantenía cuando Ed permanecía con sus estados de violencia poco controlables y no tenía escapatoria de recibir alguna golpiza feroz o cualquier otra semejanza donde me convertía en el desquite de su ira.
