LA HIJA DE NEGAN || The Walking Dead

Capítulo 26: El fantasma de la rebelión

YILDIZ POV:

— ¿Estás feliz pedazo de basura? ¡Mataste a Shane!

Desde las alturas, me sostenía del barandal color amarillo contemplando a ese parasito inmundo con el peor de los desprecios que me podía generar una persona. La sangre se me hervía y solo quería hacerlo sufrir hasta que se cagara encima antes de que pudiera dar palabra alguna.

Fue repulsivo ver cómo le lloraba falsamente a mi padre —que no dejaba de observarme con sorpresa y alivio, aunque se estaba transformando tanto como yo— al decirle de mi supuesta muerte, y ahora su rostro estaba más seco que un desierto. Pues a eso jugaba la mierda humana, a traer un papel de víctima para que al momento que mi padre cayera débil, pudiera quitarle todo el poder posible. Fieles palabras de Carl Grimes, esas mismas que le contó a Jesús y que lo llevaron a seguirnos hasta el basural y luego a la cabaña donde quisieron quemarme viva gracias a la ubicación que Gavin le supo brindar.

Tenía odio, resentimiento, furia y hasta tristeza que ya no estaba hecha de lágrimas, sino de puros pensamientos de venganza hacia él y todos los que se atrevieron a hacer alta traición a los salvadores.

Traición a Shane Walsh.

— Creo que te equivocaste de historia —expuso esta vez, Rovia—, ¿Por qué no le cuentas mejor a Negan lo que hiciste?

— ¡DISPAREN A LOS TRAIDORES QUE VINIERON CON ÉL, AHORA!

Mi orden se concretó al pie de la letra apenas lo grité, los verdaderos salvadores aniquilaron a los falsos, dibujándome una sonrisa en el rostro al ver lo mucho que mi enemigo se iba quedando solo y débil en esta partida sucia que estaba planeando. La lluvia de balas estaba volviendo a lucirse por segunda vez en el día, fue la venganza servida en plato para toda esa gente masacrada sin necesidad alguna en el basural, eran las consecuencias de no respetar al verdadero líder que les daba hasta de respirar en un mundo donde no tenían más a nadie que a nosotros.

Una vez ya había probado a los Walker, pero dos no, ya no.

— ¿¡COMO DIABLOS SIGUES VIVA!?

Preguntó con un aborrecimiento que expulsó desde lo más profundo de sus entrañas. Si de sus narices y orejas podría salir humo como las caricaturas que transmitían por TV, así sería la descripción perfecta para como lo observaba desde las alturas al diminuto pedazo de mierda que seguía regalándome su ira a través de la mirada oscura que me otorgaba.

— Ese es el Simon que conozco, el que ataca de frente y no esa mierda de traicionarte —expresó mi padre luego de ver todo lo que hizo y dijo—. ¿O me equivoque de persona? —frunció los labios, observándolo con los ojos entrecerrados— Creo que sí.

El bigotudo mal nacido entreabrió los labios al escucharlo, regresando a contemplarlo con la respiración agitada, como si no supiera donde meterse al caer todos sus ideales a la basura, donde como siempre tenía que terminar con el culo fruncido entre las piernas por lo imbécil que era. Nunca fue una mente brillante, solo un pobre infeliz que quería sobrevivir a costa de los otros a su gusto y semejanza.

Y así le terminaría por sus errores.

— Mató a la gente de basural, le ordené que se detuviera y todos esos imbéciles siguieron sin importar que Shane también les advirtió —inicié a exponerlo contra los demás, para que todos supieran de quien en realidad estábamos hablando—. Tenía todo putamente planeado, hasta nos quería quemar en una casa de mierda abandonada.

Negan comenzó a caminar a su alrededor, suspirando y mirando al suelo mientras pasaba de mano en mano el bate. No había tenido la mejor tarde, su rostro había cambiado desde la última vez que nos vimos, y no dudaba que la carta de Carl fue completamente recibida y leída por sus ojos, procesando mucha información de la que me quede limitada sin entender la puta razón.