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Carl POV
Fastidiado era la palabra exacta para definirme en este instante.
Después de semanas que ya se convirtieron en un mes, o un poco más, puedo acertarme a creer que esta forma que teníamos para vivir era errónea y descarada ¿Matarnos por algo que queríamos ambos bandos en común?, ¿Desde cuándo teníamos autoridad de decidir quién es suficiente para tener algo y quién no?, ¿Cuándo nosotros decíamos quién era el héroe y el villano aquí?
Es que vaya, ¿Tan tarde me tuve que dar cuenta de que podemos formar la paz y dejar de pensar en actos de violencia frívolos donde lo único que curaba todo era una muerte?, sentía que hasta Morgan luego de todo lo que vivió, teniendo mil razones para aniquilar a todo ser que caminara por quitarle lo que más amaba, se dio cuenta de que ese no era el camino correcto por el cual debíamos cruzar para volver a ser quien éramos alguna vez.
Suspire de manera corta y suave, realizando una mueca mientras mi linterna guiaba el camino que recorríamos junto al rey, Yildiz y el hombre que salvo a mi papá al principio de todo esto. El sonido de los grillos era el principal participe de aquella noche estrellada con una luna llena radiante y perfecta.
Luego del testimonio de Jones, la hija de Negan le pidió que la llevara exclusivamente al lugar de los hechos, para que recreara todo el escenario y viera como habían dejado el contexto luego del espantoso día que vivieron. Siendo notorio que las palabras no bastaban para comprobar la traición de su gente únicamente, sino también, que las vicisitudes hablaran por si solos le hacían completar aquella barra que ahora se encontraba al 50% esperando ser llenada con otro 50 más para sentirse en pleno duelo junto al Reino.
Y así estábamos otra vez, buscando culpables para encontrar muerte... ese era el espantoso acto de "Justicia" que se utilizaba hacia personas que no habían sido diferentes en sus actos a los que nosotros cometíamos con desenfreno.
¿Estaríamos ya acostumbrados a alivianar nuestro dolor o creencia de injusticia con esa pena? Pues en un mundo sin leyes ni normas, estaba seguro que nuestra naturaleza humana es capaz de cualquier cosa...
Al humano le encanta lo prohibido, y si puede hacerlo, lo hará mil veces más.
Nuestros pasos se detuvieron cuando una larga fila de carros de supermercado estaba bloqueando el camino del otro lado. Escuchando por parte de la mandataria del santuario un "Esto es obra de mi gente", rememorando sus clásicas advertencias a los ajenos sobre su presencia a pesar de no verlos físicamente. Morgan, por su parte, se dedicó a guiarnos con una señal que realizo con su mano derecha, llevándonos detrás del almacén que estaba de nuestro lado izquierdo para adentrarnos a lo que fue su espionaje en el día más triste para los habitantes de la comunidad.
Tal y como había relatado, permanecía el camión con las puertas de su caja abiertas de par en par, varios cajones lanzados en el suelo y las frutas aplastadas por lo que parecían ser pisadas de zapatos. Con Yildiz revisamos cada una gracias a nuestras linternas y por sobre todas las cosas, las enormes manchas de sangre que permanecían secándose en el suelo o borrosas por la lluvia de estos últimos días.
