Capítulo 24

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Nueva York, Agosto de 1967.

Micheal Rogers de 21 años de edad, acaba de volver a Nueva York luego de un largo tiempo sirviendo como militar, no quiso continuar como soldado del Ejército de Estados Unidos y se retiró cuando terminó el plan obligatorio. Ahora quería trabajar como soldado de Shield en la organización que fue fundada por su madre y su padrino.

Lamentablemente con los años, las misiones y viajes en el Ejército, se había alejado de sus amigos, quería verlos, los llamaría en cuánto pudiera. A la que más extrañaba era a Sarah, esperaba que no tuviera novio ni mucho menos estuviera  casada, por enfocarse en su carrera militar había dejado pasar el tiempo más de lo debido.

Por ahora lo único quería era llegar a casa para ver a su madre. Tocó el timbre de su casa y esperó que su madre lo recibiera, era sábado, ella no trabajaba los fines de semana, además ella sabía que regresaba hoy, se lo dijo en su última llamada. La puerta se abrió y una hermosa rubia le abrió la puerta.

— Mick! — Lo abrazó la chica.

— Sarah? — Preguntó sorprendido.

Su amiga se veía diferente estaba más alta o tal vez eran sus zapatos de tacón, pero definitivamente estaba mucho más bella.

— Mick hijo! — Exclamó su madre y lo abrazó después de su amiga.

— Te extrañé mamá — Dijo correspondiendo al abrazo.

— Yo también, cariño — Susurró derramando algunas lágrimas.

— Campeón! Me alegra verte — Su padrino también estaba ahí.

— Padrino! — Lo abrazó y este correspondió con cariño.

— Joven Mick — Lo saludó Jarvis con una abrazo.

— Nos alegra verte Mick — Su tía Ana también estaba allí para abrazarlo.

— Te estábamos esperando — Dijo María para luego saludarlo con abrazo.

— Bien, si no hay más abrazos, vamos a cenar! — Dijo su padrino abriendo una botella de vino.

Comieron todos juntos en su casa, tal vez el comedor no se comparaba como el de la mansión Stark, pero el ambiente era acogedor, todas las personas importantes para él se encontraban allí.

— Alex y Jake no pudieron venir, están estudiando en otra ciudad — Comentó Sarah una vez terminaron de cenar y salieron al jardín trasero para estar a solas.

— Ya veo... — Murmuró — Y tú? A qué te dedicas? — Le preguntó.

— Mantengo la casa, mi papá está buscando un hombre para comprometerme, pero hasta ahora ninguno le convence — Suspiró resignada.

— No pudiste estudiar? — Preguntó.

— No, no tenía preparatoria que sirviera para respaldar mis conocimientos y adquirir una beca — Murmuró con tristeza.

— Sarah... Te prometo que vas a ser una gran profesora algún día — Dijo tomando sus manos.

— Ya no quiero vivir en sueños, Mick. Esto es la vida real — Murmuró.

— En serio, puedes estudiar, te lo aseguro... Yo... Te casarías conmigo? — Preguntó.

Sarah lo miró como si estuviese loco — Mick... Eso debes hablarlo con mi padre — Dijo ella.

— Por qué? Me quiero casar contigo, no con él — Mencionó confundido.

— Así se hacen las cosas, Mick — Comentó.

Familia Rogers CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora