Sentimientos encontrados

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Clare
-Tú dormirás en el sofá y yo en la cama.- me dijo Mello mientras señalaba ésta.

-Está bien.-murmuré mientras me dirigía a la puerta para irme al sofá.

-Oye espera, antes de que te vayas.- me retuvo del brazo.-¿No me vas a contar que te pasó el otro día?-preguntó esperando una respuesta. Pero yo solo intenté zafarme de su agarre.

-Nada, una tontería.-

-¿Tontería?- se rió.-Pero si cuando salí para verte estabas llorando.-

-Bueno Mello, son asuntos míos que no compartiré contigo.- él, al ver que no estaba dispuesta a contárselo, tan solo gruñó por lo bajo.

-Estás aquí porque Near te ha desalojado del hotel. Creo que merezco al menos saber el porqué ¿No te parece?-

-Eso es un tema que tenemos Near y yo.-

-¿Near y tú?- se enfadó.- ¿Sabes que te estoy dejando quedarte aquí no? Deberías ser más agradecida.-

-Venga ya.- repliqué.-Ambos sabemos que no querías que me quedara. En todo caso se lo tendría que contar a Matt.- él iba a responderme de mala gana cuando algo le interrumpió.

-¿Ocurre algo?- se asomó por la puerta Matt.

-No.- respondimos Mello y yo a la vez.

-Bueno, entonces buenas noches.- sonrió.

-Sí, ya va siendo hora de que te vayas durmiendo.- me dijo Mello. Yo, enfadada, me fui al salón seguido de un portazo.

Maldito imbécil, él tan tranquilo en la cama y yo aquí, en el sofá, que ni siquiera se le podía llamar sofá. Aunque ahora mismo era muchísimo mejor estar aquí que en la habitación con él. Parece mentira que fuera él quien, días antes, me rescatara del edificio de la SPK.

No pude evitar pensar en Near ¿Que estará haciendo ahora? ¿Hablar con el segundo L? ¿Tendrá alguna pista nueva?

De repente mi teléfono sonó, era un mensaje de Light.

Quedemos mañana a las 18:00 horas

Me di cuenta de una cosa y era que más bien me lo estaba ordenando, me quería asustar, lo sabía muy bien. Yo tan solo le respondí con un ok. Tenía que tranquilizarme y ser optimista, si no he muerto aún es porque no sabe mi nombre y por lo tanto Misa no es quien está cometiendo los asesinatos sino otra persona. Alomejor quedando con él conseguía algún tipo de información.

Intentaba dormirme pero era inútil, había pasado ya una hora y seguía igual o incluso más incómoda de lo que ya estaba en un primer momento.

Decidida, me levanté del sillón y me acerqué al cuarto de Mello en el que el rubio estaba durmiendo. Sin hacer ruido, me tumbé al otro lado de la cama.

Esto está mejor.

Aunque, ahora que lo pensaba bien, me ponía incómoda el hecho de tener a Mello detrás. Intenté calmarme y cerrar los ojos para dormirme de una vez cuando sin querer su pierna rozó la mía.

Mi corazón latía a mil, las manos me sudaban y sentía una presión en el pecho nunca sentida hasta ahora. Con cuidado, sabiendo que había sido un error volver, me volví a levantar de la cama para volver al sofá cuando de repente una mano me empujó de nuevo al colchón.

-¿M-Mello..?-tartamudeé confusa por su comportamiento.

-Deja de hacer ruido..- murmuró despertándose.-Ya que has decidido quedarte quédate, pero deja de moverte de una vez. Ya hablaremos mañana de porque has decidido venir a la cama.-

-¿Como quieres que duerma ahí?- me enfadé.
-Hasta Near tiene un sillón más cómodo.- noté como se tensaba con tan solo pronunciar la palabra " Near ".

-¿Me vas a hablar ahora de él, en serio? ¿A las 12 de la noche..?- preguntó adormilado mientras se giraba hacia el otro lado de manera que nos veíamos las caras. Rápidamente me giré dándole la espalda.

Tenía razón, estas no eran horas para discutir. Pero de nuevo su pierna rozó la mía.

¿Q-Qué diablos está haciendo..?

-Para.- fue lo único que le dije.

-¿Que pare de hacer que?- escuché su sonrisa ensancharse. No, no le pensaba seguir el juego, de ningún modo.

Pero cuando por fin conseguía dormirme su pierna volvió a tocarme haciendo que una descarga me atravesara de pies a cabeza, una sensación que recordaba muy bien, una sensación que solo sentía cuando estaba con Mello en la Wammy's House.

-¿Podrías parar?- me giré hacia él molesta encontrándome con su cara. Incluso estando todo oscuro logré ver sus ojos azules.

-¿No te gusta?- preguntó en un susurro.

-No..- Notaba como me sonrojaba.

No sabía si levantarme de la cama y marcharme o hacer como si nada. De repente noté como una mano empezaba a tocar mi pelo. Yo no dije nada, ni siquiera me quejé, no conseguía verle porque estaban las luces apagadas pero me hacía sentir cómoda. De nuevo estaba ahí el Mello amable y cariñoso, el Mello del que me había enamorado en el pasado.

Me tocaba mis mechones rojos de manera delicada, como si los enfados que tuvimos tiempo atrás ( y también no tan atrás) no significaran nada.

De repente su mano fue hacia mis labios dejándome sorprendida, pero seguía sin hablar. Mi respiración estaba acelerada y de nuevo mi corazón latía a mil. Noté como su respiración se entrecortaba con la mía, se estaba acercando.

-Mello..- susurré notando nuestras narices rozarse.

Noté como nuestros labios se empezaron a rozar hasta que finalmente nos empezamos a besar, no le veía la cara y eso era lo mejor, porque no querría que viese lo roja que estaba.

Sus manos me agarraban de la cara mientras mi mano se enroscaba entre su pelo, de repente toqué su torso y me di cuenta de que no estaba su camiseta, cosa que me puso más nerviosa.

Él solo sonrió en medio del beso mientras se ponía encima mío.

-¿Esto si te gusta, verdad?- se burló, pero no me dejó hablar cuando empezó a besarme de nuevo, yo tan solo apoyaba mis manos en su pecho. Tenía la piel caliente, demasiado. Noté como empezaba a bajar hasta mi cuello. Instintivamente me tapé la boca intentando calmarme, pero era imposible con él encima.

-¡Q-Quí..tate!- dije empujándole avergonzada.

-Shhh..- me susurró en mi oído mientras me mordía el lóbulo, a lo que no pude evitar gemir.

Esto era demasiado para mi. Noté como sus manos se desplazaban hacia mis nalgas y las apretaba. Otra descarga volvió a recorrer mi cuerpo, porque lo peor era que no me estaba disgustando y sabía que quería decir eso. De hecho, lo supe en el momento en el que me besó el otro día.

Me estaba volviendo a enamorar.

Y no quería, no quería revivir el pasado, no quería volver a sufrir por alguien, que mi carácter dependa de la persona, no, no quería volver a experimentar eso.

Cuando se separó de mi por falta de aire, noté como me volvía a acariciar el cabello con suavidad.

Estúpido Mello

¿Porque tenía que ser cariñoso conmigo? ¿Que quería conseguir con todo esto? ¿Acaso no se da cuenta de que con cada caricia me enamora aún más?

El vicio que sentía por Mello en el pasado estaba volviendo, y eso no podía acabar bien.

De vuelta al vicioTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon