Prólogo

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En las noches se escabullía fuera de los complejos de su facción, subía al tren que usaban los Osados y bajaba cerca de los edificios de Erudición; y al final regresaba caminando hasta los campos de Cordialidad, lugar en el que había sido criada. Sin que este llegase a ser su hogar.

Pero, realmente, no sabía cuál era su hogar. Y estaba segura de que quedándose en Cordialidad no lo hallaría, pues ella era tosca, altanera... lo opuesto a cordial.

Y estaba harta del ambiente y del suero de la paz. De aquella facción de hipócritas.

Sabía perfectamente dónde hallar un lugar en el que encajar. Tenía su oportunidad cerca, pues la Ceremonia de Elección sería pronto y con ella su libertad. Libertad que, irónicamente, no tenía en los campos abiertos de Cordialidad pero tal vez, sí, en el Pozo de Osadía.

Lejos de su padre y de la mujer que él frecuentaba, lejos del hombre que le dio la vida y a la vez intentaba quitársela, lejos de la mujer que fingía agradarle para no involucrarse en sus peleas. Lejos del suero de la paz que Johanna le daba cada vez que visitaba su oficina. Lejos de lo más cercano que ha tenido a un "amigo".

Lejos de todas las personas que la miraban mal, la juzgaban, por no encajar, por no ser como ellos.

Estaba lista para alejarse de ellos. Y acercarse a la libertad... la libertad de tocar el cielo.

"—Tal vez Cuatro te pueda ayudar en eso... digo, se ve interesado y no creo que sea un problema."

"—Soy totalmente capaz de hacerlo sola, no necesito a nadie."

-V 

Bad Guy || Tobias Eaton (1)Where stories live. Discover now