¿Cómo saber si un sentimiento es mutuo?
Esa era la pregunta que rondaba por la cabeza de nuestros dos protagonistas, los cuales estaban muy enamorados, sin siquiera saberlo...
Pero todo cambió cuando por accidente, ambos chicos terminaron en algo qu...
Despertó, y seguido de esto se levantó rápidamente, pero algo le dolía, miró hacia su estómago, tenía una pequeña herida, profunda y rodeada de ese líquido rojo.
- Kirishima...
Fue lo primero que salió del rubio, el cual, sacando fuerzas se puso en pie.
- ¡KIRISHIMA!
No visualizaba bien, el campo en sí estaba lleno de pequeñas cenizas cayendo del cielo, estaba preocupado, el terror se apoderaba de él cada vez más, no sabía qué hacer, el pelirrojo no aparecía, su respiración se hizo más pesada, se sentía morir.
- Pero que...
De pronto, el de quirk explosivo logró visualizar algo inmenso, comenzó a caminar más rápido, y por medio de pasos en falso logró llegar hasta el inmenso animal, se dejó caer justo sobre su hocico, miró alrededor, no había absolutamente nadie, solo escombros cubiertos de polvo, de pronto, el chico visualizó algo más, una espada, sobre el lomo del gran animal, miró de nuevo a su alrededor, no había señales de vida, se puso de pie y con mucho esfuerzo logró subir al lomo de éste y con lo poco de fuerzas que tenía en sí mismo sacó la espada, recibiendo un gruñido por parte de animal...
- Tch! Guarda silencio maldito lagarto gigante...
Susurró Bakugou, nunca antes había visto un dragón, pues en su mundo solo eran un mito, pero algo en su interior le dijo a gritos que lo ayudara, y claro, éste animal subdesarrollado podría ayudarlo en su búsqueda para encontrar a Kirishima. Lo que no se esperaba Bakugou, es que el lagarto gigante, como decidió llamarlo, comenzaría a soltar un tipo de humo negro, el cual si no fuese porque cayó al suelo, lo hubiese ahogado.
- *Estúpido animal*
Pensó el chico explosivo, pero al disiparse el humo, sus ojos se iluminaron de alegría...
- Ki...Kirishima...
El rubio se levantó y corrió hacia el pelirrojo, el cual calló en sus brazos...
- Mi...mi amo...
- *¿Amo?*
No sabía cómo reaccionar ante esto, ¿Acaso Kirishima se había tostado el cerebro?...
- Qué demonios...
De pronto, Katsuki observó mejor a ese Kirishima, en efecto, no era su Kirishima, o al menos no lo recordaba con ese atuendo tipo medieval...
- ¿A-amo?
El semi-dragón abrió sus ojos por completo...
- ¿Desde...cuando usa...ese tipo de ropa...?
El pelirrojo hablaba con dificultad, pero era entendible...
- Tú no eres mi amo...
- Ni tu mi Kirishima...
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Ya muy lejos del reino, sobre marea alta, se encontraba un barco, con apenas algunos tripulante a bordo, casi todos con heridas poco graves, salvo el capitán y el dragón, los cuales fueron traídos por Uraraka, la chica estaba con muchas nauseas, pero al menos se sentía feliz de haber salvado a ambos, pues ella sabía, que si solo salvaba al capitán, éste no habría podido seguir viviendo.
Todo iba tranquilo, sin nada que decir, Momo creaba algunos retazos de tela para curar los diminutos raspones y heridas leves, Tsuyu y Tokoyami guardaban el botín con ayuda de Dark Shadow, Denki limpiaba el suelo de madera, mientras que Hanta usaba sus cintas para curar las heridas de su capitán y de Kirishima, quienes se encontraban en el camarote, dónde dormían ambos, ya era bien sabido que en las noches, no era buena idea molestar, no al menos de ser necesario...
De pronto, un confundido Hanta salió del cuarto, tenía una cara algo ida...
- Que es lo que pasa Hanta?
Pregunto la castaña algo extrañada, le preocupada el estado de sus amigos...
- Primero que nada, el capitán está sorprendentemente bien, cosa que me extraña pero...es el capitán...
- Y Kirishima?
Pregunta una pelinegra mientras lleva su mano a su pecho...
- Pues, está bien, tiene unas cuantas quemaduras en la espalda pero...
- Solo escúpelo Hantaaa!!!
Gritó un rubio eléctrico...
- Pues...éste no es nuestro Kirishima...
- ¡¿QUÉ?!
Gritaron toda la tripulación al unísono
- Como es eso posible...
Dijo Tsuyu dejando de lado su deber...
- No lo sé, pero la ropa, no es la misma, y...bueno, no tiene el tatuaje que le hizo nuestro capitán como símbolo de pertenencia...de hecho...se ve más joven.
- Imposible... esa marca nunca puede ser borrada, fue creada por el destino mismo cuando ellos se encontraron, o al menos eso nos cuenta Kirishima...
- Lo sé, por eso, antes de que despierten debemos...
En ese momento, un gritó alertó a la tripulación, y vieron como un chico, confundido y con miedo en sus ojos salía del camarote...
- Q-quienes son ustedes...
Y como si al mundo le diese gracia verlos sufrir, el tan temido y respetado capitán, salió tras éste...
