Alianza

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Habían tardado no menos de una hora para llegar a la Isla Dragón, luego de sobrevolar un rato lograron encontrar un punto ciego en la enorme isla volcánica, donde podían estar a salvo e idear un plan.

- Muy bien, lo primordial es no morir - dijo el rubio mientras dibujaba una estructura compleja de la isla - Nosotros debemos llegar aquí, justo en el centro del volcán - Kirishima abrió los ojos como platos.

- ¿Cómo esperas que hagamos eso? ¡podemos quemarnos! - lo siguiente que sintió fue un zape por parte del pirata.

- ¡No hagas ruido pelos de mierda! - contó hasta diez y se relajó un poco - bien, el volcán está inactivo hasta el solsticio el cual es en media hora, tenemos hasta entonces para convencer a los dragones de que nos brinden su ayuda o sino, nos harán cenizas, ¿Alguna duda?

Ambos chicos se vieron por un momento, Oboro temía por su vida, pero Kirishima solo podía sonreír ante tal plan.

- De verdad que eres igual a Katsuki - el pelirrojo no dudó en mostrar su radiante sonrisa - eres tan varonil.

- Deja tus alagos para cuando salgamos con vida de aquí, ¿quieres? - el rubio se puso en pie y con ello borró el dibujo de la tierra, no debía dejar evidencia de lo que estuvieron ahí - ahora siganme par de extras.

El equipo de tres caminaron entre las enormes hojas que crecían en esa peculiar Isla, a veces tenían que escabullirse de los colosales dragones que pasaban sobre ellos, culminaron por pasar el poco camino, con un exitoso tiempo de 10 minutos, el cual se pudo haber reducido sino fuese porque Kirishima se quejaba del lodo.

- Listo, ahora solo debemos...

- ¿Debemos qué?  Pirata

Katsuki palideció, conocía esa voz, ese hombre que estuvo a punto de separarlo de Kirishima, el que se creía destinado del pelirrojo.

- Tomo...

- Así que aún me recuerdas Pirata asqueroso - la mirada del joven de cabellos oscuros era penetrante, parecían asesinar al rubio lentamente - no puedo esperar a ver como te hacen cenizas...

- ¿Tomo? ¿eres tú? - al pelirrojo le brillaron los ojos de mera felicidad, hacía mucho tiempo que no veía a su mejor amigo de la primaria - ¡OH DIOS SI ERES TÚ! - no dudo ni un segundo y se lanzó a los brazos del joven humanos, el cual no podía estar más sorprendido, al igual que Bakugou, el cual no dejaba de ver la escena con total incredulidad, mientras que Oboro solo se preguntaba el porqué los había acompañado.

- C-creí...que me odiabas... - dijo Tomo al sentir el cálido abrazo de su ex prometido 

- ¿Odiarte? - soltó Eijiro para luego separarse un poco y verlo a los ojos - porqué haría algo como eso.

Bakugou no lo soportó mas y se abalanzó contra el par solo para separarlos.

- Tú, fuereño insensato siquiera sabes el porqué mi Kirishima odia a éste estafador - el rubio arrojó a Kirishima con Oboro - Y tú - dijo refiriéndose ésta vez a Tomo - No quiero que te le acerques a ese idiota, el cual no sabe que es lo que pasa aquí.

- Puedo verlo, ese no es Kirishima, ¿que pasó? ¿dónde está? - La mirada del joven era vacía y vacilante, Katsuki sabia que si hacía un movimiento en vano sería su fin, ese joven era su llave para hacer de los dragones sus aliados, pero también era su perdición.

Tomo, hijo de un Dragón y de una humana, guardaba su figura impura en secreto, aunque disfrutaba de pasear como humano por la Isla de manera clandestina, tal vez podía amenazarlo, pero no, solo lo negaría y eso lo dejaría mal parado ante sus suegros, Katsuki había sido la razón por la cual no se llevó a cabo la unión entre Eijirou y Tomo, no se podía dar el lujo de jugar ni de mantener su orgullo.

- ¡Tch! Escucha Tomo - soltó el rubio para luego arrodillarse - Necesito tu ayuda por favor...

Kirishima se quedó perplejo, jamás en su vida creyó vivir lo suficiente como para ver a Katsuki arrodillado ante alguien y mucho menos para pedir un favor.

- Que clase de truco es éste... - el joven de cabello café, no se tragaba esa farsa, aunque debía admitir, que el pirata asqueroso jamás haría algo como eso solo para jugarse tiempo - ¡Que es lo quieres ganar con ésto!

- Quiero que me ayudes a vengar a Kirishima - Bakugou no soportó más, le dolía tener que revivir el momento en el que lo perdió todo  - quiero vengar su muerte...

Tomo sintió como si una flecha atravesara su corazón, jamás se imaginó que alguien como Katsuki permitiera que algo le pasase al pelirrojo, aún cuando lo odiara, sabía que él podría protegerlo mejor que nadie, por un momento lo negó en su cabeza, pero al ver la expresión del rubio no tuvo más opción que reconocerlo.

- Entonces... ¿Quién es él? - preguntó el de cabello café 

- Es un Kirishima pero, de otro lugar, él también perdió a mi copia.

El joven de ojos grisaseos no comprendió el asunto, pero fuera lo que fuera, no era el Kirishima que había conocido, ese con el que había pasado tanto tiempo, ese al cual conocía de toda la vida, Tomo lo pensó por un momento, era bien sabido que si Katsuki no recibía su apoyo sería carbonizado vivo, pero, si él lo apoyara tal vez las cosas no serían tan malas para él.

- Eres mi enemigo, en la vida, en el amor, en todo, desde que te conozco solo has traído caos a mi vida, me arrebataste a mi amado y por si fuera poco, no fuiste capaz de protegerlo - las palabras de Tomo se sentían heridas, pero a Katsuki le dolían más, esperaba un no por respuesta - pero - eso sorprendió al rubio - Kirishima te amó más que a nada en el mundo, más que a la vida incluso, por eso...voy a ayudarte...

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Continuará 





Las dos versiones de ti (KIRIBAKU)Where stories live. Discover now