Las dos versiones de ti (KIRIBAKU)

Los unificadores

Estaban perplejos, de la nada habían zarpado los barcos del verdadero enemigo, el fuego azul se esparcía cada vez más, los barcos de escape se habían terminado, ahora ya no había nadie que se interpusiera en su camino, salvo Midoriya, Shoto, el rey Enji y el Rey Yagi, si caían, todo el reino también.

Apenas llegar y declarar la guerra al reino trayendo la cabeza del negociante de All might Tsukauchi, la guerra estalló, el líder de la armada comenzó la evacuación de la ciudad y de las aldeas cercanas, entre ellas a los poseedores de quiks, los cuáles eran el blanco de la organización de los "Unificadores" cuyo líder, Tomura Shigaraki, se le conocía por su despiadado trato a quienes se interponían. El rey Yagi fue el primero en dar un golpe, mientras que el par de jóvenes le siguieron en camino, no obstante, Enji solo se quedó como expectante, eso hasta que vio como su "difunto" hijo, le quiso hacer frente.

- Touya, que haces tu aquí - el pelirrojo estaba completamente ido, no podía comprender lo que estaba pasando - Yo estuve ahí, estuve el día de tu muerte.

- No sé quien eres ni el porqué me conoces - contestó el ahora pelinegro - pero tengo una misión, y es exterminarte...

El que parecía no querer acceder a ayudar a los presentes optó por hacerlo, si su hijo estaba vivo, significaba que Yagi era inocente, solo eran ellos 4 y el golpe de los villanos...

Faltaban 5 minutos para el solsticio y aún no se decidían por las dos opciones:

Apoyarlos o matarlos.

 Katsuki estaba tenso, un solo gruñido y estarían calcinados, los padres de Kirishima estaban fuera de la decisión, mientras que Tomo intentaba convencer al consejo de ancestros para apoyar al pirata.

- Dilo de nuevo, ¿porqué apoyaríamos a ese humano? - era la quinta vez que hacían la misma pregunta, pero debía tener paciencia,  aún cuando quería ver muerto a su enemigo, no podía solo pasar por encima de los sentimientos de Kirishima, ya sea por su memoria o por lo que pasaron juntos, no debía ser egoísta.

- Mis señores, ese hombre es un idiota, mal oliente, orgulloso, estúpido, tiene un peinado ridículo, me da nauseas de solo verlo pero, fue el amor eterno de nuestro príncipe heredero, aún cuando cometió un crimen por amarlo, fue una razón pura, ese humano, es más bestia que humano pero, aún así, es buena, tiene una causa noble y si él hubiese podido salvar la vida de su majestad lo hubiese hecho.

- Exacto, "si hubiese" ese hombre nos arrebató la herencia de casta pura y noble y no obstante, demostró no ser apto para proteger y resguardar la vida del príncipe - Tomo quería rodar los ojos, faltaban dos minutos, un poco más y estarían fritos, debían convencerlos, pero esos ancianos eran tan ineptos como hipócritas, después de todo, una de sus decisiones habían sido asesinar a Eijiro.

El pelirrojo estaba atado tras Katsuki, a lado suyo un asustado y arrepentido Oboro yacía de rodillas, No podían entender que tanto hablaban los dragones, no hablaban su idioma.

-Pss... ¿Bakugou, que tanto están diciendo? - el rubió no quería responder, empezando porque solo sabía un poco de su dialecto, pero nada más.

- Nos van a calcinar, es lo más seguro, falta un minuto, ojalá pudiese hablar con ellos, pero solo los ofendería, aún cuando nos entienden, no quieren escuchar nuestras razones.

- Que dijiste? - a Eijiro le llamó la atención una parte del argumento de Katsuki, el cual de mala gana repitió lo dicho.

- Dije que aún cuando nos entienden no quieren escuchar nuestras razones.

No esperó una invitación, tampoco de detuvo ante una negación, activó su quirk y rompió las sogas solo para pasar por debajo de las patas de lo dragones e ir directamente frente a los ancestros.

- No se molesten en decirme algo porque no entiendo ni una palabra de lo que dicen pero - el pelirrojo miró a Katsuki, jamás, había visto una cara así en él, tan asustada y enojada a la vez - pero lo que pasó con el príncipe Eijiro es su culpa - los dragones entraron en cólera, sin embargo los ancestros a parte de enojarse sintieron curiosidad.

- Habla maldito engendro - Kirishima no comprendió lo que le dijeron, pero tomó la oportunidad.

- Ustedes orillaron a su propio heredo a caer en la deshonra, él se enamoró de un humano, ¿y qué? no creen que eso pudo tener sus ventajas, no sé que problemas tengan con los humanos, y la verdad no me importa, porque uno de ellos y uno de los suyos pudo ser el puente entre ambas razas para una unificación, pero en vez de eso, prefirieron seguir sus prejuicios y tradiciones absurdas, asfixiaron a su propio príncipe solo para mantener un control, cuando lo que debieron hacer fue apoyarlo, tal vez Katsuki no pudo protegerlo, pero nunca lo abandonó como ustedes.

El volcán comenzó a temblar y Katsuki cerró los ojos esperando su final....

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Continuará....

Me tardé mucho esta vez, gracias a los que han seguido hasta aquí, no saben cuanto los quiero, si te ha gustado no olvides dejar tu estrellita :3