Fuego explosivo de la montaña (final)

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Habían pasado 6 meses y las cosas, no iban tan bien como lo imaginaron, pero; el problema no estaba en ellos, sino de lo polémica que era su relación. A este momento, todos los 7 mares sabían del noviazgo del pirata y el dragón y eso, los iba a meter en problemas muy serios.

Era un 18 de agosto, habían pasado por mucho pero la cosas parecían estar estables, sobretodo por la promesa que se hicieron mutuamente.

"No importa cuanto azote la marea, no voy a desistir y aún cuando mis alas se rompan con el aire, seguiré volando por ti"

Eso les reconfortaba, al menos a Katsuki, el cual era el más preocupado por todo ésto, no porque le importase lo que pudiese pasarle, sino porque no quería que algo malo le sucediese a su amado Kirishima, el cual, cada vez se veía más preocupado por ocultar su relación de los oídos de su manada, no porque le avergonzara Bakugou, eso nunca, lo que más deseaba en la vida, era poder ser feliz con el rubio y que todos lo supieran pero; su familia era otros concepto, el hecho de que se enteraran de que estaba con un humano, haría que lo buscasen hasta por debajo de las rocas para un solo propósito. Matarlos.

Cumplían 7 mese cuando por razones desconocidas Kirishima recibió una visita y ahí, todo se fue a la mierda, comenzando por una separación de un mes entero, el pelirrojo había sido arrastrado hasta las mazmorras de la Isla Dragón solo para ser juzgado, si se demostraba que había sido culpable, se le cortarían las alas y sería lanzado al mar de las olas para que muriese, el rubio por su parte, fue llevado como "evidencia", el juzgado procedió con rapidez, y aunque los grandes jefes interfirieron por su hijo, no pudieron hacer mucho, menos cuando el pelirrojo a ojos de todos se transformó en humano y confesó su amor por el rubio. Ese mismo día, firmaron su sentencia, sin embargo y como última escapatoria, sus padres lo liberaron a escondidas de la ley, fue esa la última que vez que Eijiro miró a sus padres.

"Por favor, cuida de nuestro hijo, a veces es testarudo e imprudente, pero es un buen dragón, el más fuerte de todos y te ama, lo vemos en sus ojos, así que, si lo amas, protégelo, y sino dejas de amarlo entonces, devuélvelo a nosotros".

Con éstas palabras tan inusuales, Bakugou juró proteger a Eijiro y con ello, emprendieron una peligrosa batalla contra los dragones, los cuales exigían la vida del dragón por el delito más grande en su comunidad "amar a un mortal". Bakugou estaba cansado de todo eso, no podía vivir en paz, sobre todo porque siempre interrumpían sus saques e intentaban asesinar a Kirishima, nunca olvidará esa vez en la rompieron una escama de su pecho, ese día casi rompe en cólera, sin embargo; el Dragón sabía como tranquilizarlo, hasta que llegó el día, en el que casi no tienen opción.

Habían pasado 1 año y 11 meses, casi cumplían 2 años de noviazgo y Katsuki preparaba algo especial, a Kirishima le gustaban mucho las cuevas, además, ya había pasado tiempo desde que quería darle esa prueba que era más fuerte que un beso, por lo que todo estaba meticulosamente planeado, la cueva, las flores, la cena, el baile, entre otras cosas, el rubio podría no parecer alguien cursi, pero muy dentro de sí era todo un romeo. El día entero se la había pasado dejando pequeños detalles al pelirrojo, el cual los miraba y analizaba con mucho detalle, claramente Bakugou quería algo, pero aún no entendía muchas, cosas, sin embargo; al fin de cuentas terminó en una cena con Katsuki a lado de un lago, todo parecía ir bien, hasta que entraron a la maldita cueva de mierda, apenas poner un pie en ella llegó la emboscada a sellar la entrada, dejándolos atrapados, si Eijiro se transformaba podría aplastar a Katsuki, pero si no, podrían morir en pocos minutos, el plan de los dragones era freírlos vivos, calentarían la cueva hasta que murieran de asfixia o algo peor.

Las dos versiones de ti (KIRIBAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora