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If you get close I'll kill you.


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Los copos de nieve empezaron a caer provocando que Nina caminara más rápido hacia —el ahora no tan lleno— castillo. Navidad llegó y por ende la mayoría de estudiantes regresaban a sus hogares para pasar aquella época con su familia, quienes decidían quedarse por su parte tenían la ventaja de disfrutar de los pasillos vacíos, más porciones de comida y el silencio que Hogwarts proporcionaba, que para unos terminaba siendo algo increíble y para otros espeluznante.

Este año los hermanos Thompson se quedaron en el colegio de hechicería, el menor de la familia era quien debía regresar a casa por obligación de su padre dejando sola a la fémina, tal fue la sorpresa de la mayor cuando esta vez se negó a irse provocando la furia de Garrett Thompson.

Nina no había estado muy contenta con la decisión del menor, a pesar de que le hacía feliz estar con él, sabía lo furioso que eso pondría a su padre y el hecho de que no llegara ninguna carta a su persona quejándose le preocupó de sobremanera por como actuaría cuando regresaran a casa luego de terminar el curso.

El miedo invadía levemente su cuerpo al pensar en todo lo que podría suceder ni bien ella colocara un pie en la residencia luego de regresar de Francia, incluso tuvo miedo por su hermano, parte de ella quería creer que su padre no sería capaz de tocar a Tyler, pero solo era una corazonada que sabía podía ser mentira, y no quería comprobarlo, no quería que su hermano saliera herido por una decisión que su padre confundía con su odio cegador.

— ¡Nina! —la nombrada se detuvo a unos metros de la entrada del castillo ante la voz de un pequeño de segundo año, una sonrisa apareció en su rostro cuando vio al torpe y tímido Max Parker caminar hacia ella.

— Creí que irías a casa esta temporada, Max.

— Pensé que sería divertido quedarme.

— ¡Claro que lo es! —exclamó con diversión la fémina— Es la única época del año en que vez a Snape sonreír.

— ¿Eso es posible?

— No, pero jamás pierdas la fe de que pueda suceder eso.

— ¿Cómo un milagro de navidad?

— Igual que esa película de la que hablaste.

El niño sonrió con entusiasmo ante esas palabras, el profesor Snape causaba pánico en gran parte de los estudiantes, Max era uno de ellos, por lo que el simple hecho de imaginar al gruñón y temido maestro de pociones en aquella situación le daba gracia.

Ambos magos se resguardaron de la nevada y caminaron hacia el gran comedor donde varios estudiantes se encontraban resguardándose del frío, Nina con una sonrisa aún en el rostro despeino el cabello del pequeño niño antes de caminar hacia un azabache de lentes.

— Hay una cena anual en las cocinas junto a un pequeño grupo de olvidados, quedas cordialmente invitado.

— ¿Acaso eso no está prohibido?

— Harry Potter eres la persona menos indicada para hablar sobre lo que es prohibido.



─ ✦ ─



Tyler Thompson soltó una sonora carcajada cuando el sonido de un delfín salió de la boca del chico Potter, el siguiente en probar uno de esos caramelos y hacer reír a los presentes fue un chico de Hufflepuff. Nina tenía razón cuando decía que era un pequeño grupo quienes estaban en aquel lugar.

Para todos era una velada gratificante, los prejuicios que algunas casas tenían en contra de otras se rompía en ese momento en que todos reían sin razón alguna, Tyler era uno de esos, la mayoría sabía que el menor de los Thompson no encajaba con su actual casa, aún que tampoco era un marginado como el Slytherin a su lado, fue gracias a estudiantes como ellos que Nina los llamó grupo de olvidados. Harry Potter había escuchado a la chica Thompson llamarse a ella mismo una olvidada, pero el azabache sabía que era todo lo contrario, no había persona en Hogwarts que no conociera a la leona.

La sonrisa del chico de cabellos castaños a un costado de un rubio desapareció lentamente al ver como su hermana observaba con atención a la puerta y luego se levantaba con el propósito de marcharse, el ceño fruncido del menor apareció en su rostro y rápidamente la siguió, sabía lo que eso significaba y tenía miedo de su hermana.

Para la mala suerte de él la gata de Filch se hizo presente alejándolo de la figura que debía seguir.

Los pequeños copos de nieve caían sobre la figura de Nina a medida que caminaba por los jardines del colegio, sus ojos lucían vacíos, cualquiera saltaría del miedo al verla en aquel estado de trance en que ella solía entrar. Un viejo árbol a lo lejos se movió ligeramente, pero eso a la ahora inconsciente chica de cabellos castaños no le importó cuando descendió por el extraño agujero debajo del mismo.

La oscuridad y el frio se hicieron presentes en aquella abandonada casa de la que todos tenían miedo, para Nina esta era algo más que una simple casa que atemorizaba a cada estudiante, su curiosidad siempre fue uno de sus puntos débiles y pareciera como si esta vez inconscientemente ella hubiese querido averiguar qué era lo que tenía.

Cuando aquel estado en el que se encontraba se fue el miedo invadió a la fémina, los ojos de Nina observaron con dificultad a su alrededor, con sus manos temblorosas tomó la varita de su bota y alumbró a su alrededor, sus piernas se movieron lentamente por aquel sitio hasta que el ruido de unos pasos la hicieron detenerse.

Su cuerpo se congeló en ese instante, su parte más consciente la impulsaban a salir corriendo de ese lugar, pero las voces le pedían que se quedara, pero aún si deseara obedecer a su parte racional el sonido de algo rompiéndose a sus espaldas le impidieron hacerlo.

Su mano se aferró a su varita con tal fuerza que sus nudillos se tornaron blancos, lentamente se dio la vuelta y sus ojos observaron con pánico a la persona frente a ella, los susurros en su cabeza guardaron silencio, no había peligro, pero ella se sentía diferente.

— Si te acercas voy a matarte.

— No lo harías, Nina.

— No me pruebes Sirius Black.

Silhouette [1] ➳ Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora