ii. i

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Let them talk.


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La puerta de la habitación se abrió de par en par dejando ver la figura masculina del primogénito de los Bonnaire, Nina Thompson al verlo entrar a la habitación alzó su mano para detenerlo de que se acercara, por supuesto él no hizo caso y tomó de las manos a la joven británica que no dejaba de temblar, los ojos de ambos se encontraron y la sonrisa que el muchacho de cabellos castaños le otorgó la hizo sentirse a salvo.

Al iniciar el verano lo que menos había pensado la mayor de los Thompson fue que aquella mujer en el despacho de Dumbledore la pudiera ayudar como lo había hecho hasta aquel día, la misma Joshepine se sorprendió cuando la primera noche los poderes de la joven bruja se salieron de control al tener uno de los episodios —como ella llamaba— le recordó a cuando un pequeño descubre que es mago y todo se vuelve caótico al no saber qué hacer, pero ella si lo sabía, las voces que atormentaban a Nina provocaban que su magia se saliera de control, pero también supo que estás lo hacían cuando querían mostrarle o advertirle de algo.

Aprender a escuchar, eso fue lo que dijo la mujer cuando pudo ver las manos de la Nina temblar levemente, fue difícil hacerlo, pero lo iba logrando poco a poco, Gregory Bonnaire le dio la razón a Albus Dumbledore; Nina Thompson es una bruja inteligente y extraordinaria. Quizás lo más complicado hasta ahora eran las visiones y sueños.

Nina describía a sus sueños como imágenes borrosas que no tenían sentido, no podía asegurar nada cuando algo ocurría en ellos, y en estas últimas semanas las imágenes se habían repetido una y otra vez.

— ¿Otra vez aquella pesadilla? —preguntó Francis Bonnaire recibiendo un leve asentimiento de cabeza de parte de ella.

— Lamento haberte despertado.

— De hecho, venía a despertarte, mis padres han salido hace un rato y me pidieron que te despertara.

— Eres un pésimo mentiroso.

— No mentí cuando dije que ellos salieron. —Nina sonrió y soltó un pequeño gemido de dolor cuando se estiró provocando que él ría— No me digas que estás así por el partido de ayer.

— No...

— Eres una debilucha, Nina.

— Te recuerdo que gané.

— Sigo preguntándome como lo hiciste.

— Tuve los mejores entrenadores. —presumió a la vez que recordaba las veces que se salvó de ser golpeada mientras jugaba con Fred y George en el patio trasero de la madriguera, Molly Weasley no había estado muy contenta de verla arriesgarse de esa manera, pero eso no detuvo a los gemelos de convencerla de que se uniera.

— Si claro, será mejor que te vistas el desayuno será servido pronto.

Nina asintió y observó al muchacho salir dejándola sola en la enorme habitación, el sonido de las aves afuera era lo único que la salvaban de quedarse en silencio y volver a pensar en su sueño.

Silhouette [1] ➳ Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora