La escuela es mi pasión, con mis dos queridísimos amigos José y Jack, siempre les doy un aventón a sus casas al terminar las clases, bueno, a menos que se quieran quedar con sus respectivas novias, la de José se llama Erika y la de Jack se llama Wendoline, a mí me hacen burla porque no tengo novio, últimamente mi mente está en un chico llamado Christian Grey, no noté que le gusto, además son esperanzas inútiles, él vive en Seattle y yo aquí, aunque Josep viene todos los fines de semana para ver a mamá, no es lo mismo, no creo que el joven Christian quiera estar viajando cinco horas para vernos, en mi mente fantaseo que somos novios, los chicos se han dado cuenta, y tuve que contarles de mi amor platónico.
Sin embargo, cuando estoy en clases, se me olvida que existe, al igual cuando estoy haciendo una obra o diseño para la tienda, sobre todo en los pedidos especiales, me pongo mis audífonos con música de varias épocas, me concentro, este fin de semana Josep llega más temprano que de costumbre en viernes, nos invita ir a Seattle a su casa, mi corazón late, espero ver a mi novio (aunque él no lo sepa) mientras mi madre sube arreglar su pequeña maleta, Josep habla conmigo.
— Ana, este fin de semana pienso pedirle a tu madre que se case conmigo, espero no te moleste que sea tan apresurado nuestro compromiso, ella no lo sabe, ¿puedes guardarme el secreto?
— Te guardo el secreto Josep, gracias, no tengo palabras para agradecerte que hagas tan feliz a mi madre.
— Se a lo que te refieres, no soy nadie para juzgar a tu padre, pero perdió a mi juicio, el verdadero amor que tu madre le tenía, dejar de tener el calor de tu madre entre mis brazos, no podría, Ana, pero también pienso como tu padre, no ha de haber sido fácil tomar esa decisión, pero te juro que tu madre será la mujer más amada, recordándote que primero fue mi novia.
— Espero que no te molestes, mi madre me ha contado también su situación, es muy respetada, pero ahora solo quiero decirle algo muy importante, esto ya lo hablé con mi madre, si es necesario que se vaya a vivir a Seattle contigo, yo no soy quien para impedírselo, yo me haré cargo de la tienda.
— Sí, ya me lo había dicho Carla, pero ella se siente un poco preocupada por dejarte sola.
— No estoy sola, está Esperanza y sus hijos, no te preocupes Josep, hablaré nuevamente con ella.
— ¿Cómo ves que la boda sea en casa de mis padres aquí en Nueva York, quiero que todo mundo sepa que tu madre no estará sola, además te soy sincero, he visto que algunos señores andan tras sus huesitos y eso no lo voy a permitir.
— Sí, yo también lo he notado, pero creo que Dios pone a las personas en nuestro camino, por algo mi madre no pensaba volver a casarse.
— Ana, hija, iremos a Seattle, sube arreglar tus cosas por favor.
— Si mamá, Josep me lo estaba comentando. Subí y puse un vestido que me agradó para usar el domingo que hará la petición, entré a la recámara de mi madre y escogí un vestido muy elegante, creo es el indicado para su compromiso. Bajé cerrándole el ojo a Josep de lo que había hecho, por ende, lo puse con mi porta trajes.
— Y eso, Ana, qué llevas ahí.
— Me puse colorada. Josep me pidió que llevara ropa para salir a una discoteca con Elliot y Mía, por lo tanto llevo dos vestidos para la ocasión. Mi madre sonrió y me abrazó, yo le correspondí y salimos, no sin antes avisarle a Esperanza sobre nuestro viaje, después de saber la historia de mis abuelos y su accidente, tenemos la costumbre de avisar donde estamos para cualquier eventualidad.
Al subir al avión, mi mente era solo para una persona, sé que el domingo lo veré, para mi sorpresa en el avión vienen mis suegros, jejeje (aunque ellos no lo saben) también en el mismo vuelo contamos con la presencia de la señora Ágata y el señor Arthur, todos llegaremos a casa de Josep. En el aeropuerto nos recibe un señor en una camioneta blanca muy hermosa, yo iré de copiloto, me imagino que ya todos saben de su próximo compromiso, menos mi madre, estoy muy emocionada, pensé que era mejor que Josep y sus hijos vinieran a Nueva York.

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UNA NUEVA VIDA
FanfictionEmpezar una nueva vida no siempre es un camino fácil. Tienes que valorar muchas opciones que se ponen ante ti: ¿estarás realmente preparado para empezar de cero?, ¿tu actitud es la adecuada para reinventarte?, ¿sabes exactamente qué es lo que quiere...