El sueño de Alan// 18. Alcohol

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Alan



-Otra más.-Pido, la camarera me mira con cierta lástima, intuyo que siente el deseo de preguntarme porqué tanto alcohol, pero no se siente tan segura de sí misma como para lanzarse.

Mejor.

Soy un peligro para ella. Soy un peligro para todos.

Cierro los ojos respirando profundo, las voces no paran en mi cabeza, estoy desistiendo de tomar el tratamiento, esa mierda me deja atontado y ya no estoy en el centro de salud, odio sentirme como un enfermo.

Pero cuanto más rehúso de las medicinas, Schizo es más fuerte, me creía con la suficiente capacidad y fortaleza, no es así, soy débil, sigo siendo débil a la adicción que me produce la sangre.

Golpeo la barra sin darme cuenta, las venas se marcan a lo largo de mis brazos, estoy tan tenso que siento que el corazón se me va a explotar, necesito descargarme de alguna forma, liberarme de la culpa, hacer algo.

Quiero huir de este circulo vicioso, quiero pensar que lo que hice estuvo bien, que se lo merecían , por Dakota, pero lo cierto es que no todas las personas que estaban en esa fiesta eran culpables, y los maté, sin más.

He matado a mujeres inocentes.

Un nudo se forma en mi pecho, mientras las lágrimas brotan por mis ojos azules, bajando mejillas abajo, trato de contener un gemido de ira, me odio a mí mismo, me odio y me repugno.

No soy mejor que mi padre.

''Pues mátate''

Susurra esa voz pequeña y débil, que no tiene nada que ver con la fortaleza de Schizo, es una pequeña parte de mi, esa parte buena, esa, que aun me recuerda que puedo desaparecer, que acabar conmigo mismo sería lo mejor que podría sucederle a la humanidad.

''No hagas caso''

Schizo retumba en mi cabeza, apoyo los brazos sobre la barra y revuelvo mi pelo con las manos, ni alcoholizado me es posible huir de él.

Cuando levanto la frente, le tengo justo delante, con una copa entre sus dedos, mirándome de forma triunfal.

-Lo que hicimos, estuvo bien.

Niego.

-Oh, vamos Alan, todas esas tías se reían de Dakota, las has oído hablar por los pasillos del instituto, la critican, la humillan, se burlan, no son mujeres inocentes, son arpías.-Silencio, sigo negando.-Mírame a los ojos.- Ordena y obedezco, por su rostro corren venas de sangre las cuales gotean sobre la madera de la barra del bar, la camarera me mira de reojo con intriga, posiblemente ya se haya dado cuenta de que estoy hablando solo.-¿Matarías a Camila? ¿Matarías a la camarera que no deja de mirarte? ¿matarías a todas las chicas que nos rodean en este instante?

Me giro en el taburete, echando una ojeada rápida al ambiente, no siento deseos de dañar a nadie, en absoluto.

Vuelvo a negar.

-Sigues haciendo justicia, Alan.-Insiste Schizo.- Hacemos lo correcto, purgamos el mundo de esas personas que corrompen de odio los corazones inocentes, creando monstruos, solo estás haciendo lo correcto, cazamos, devoramos y destruimos la oscuridad del mundo, para que los que aun están a tiempo de salvarse, puedan hacerlo, ojalá alguien los hubiese matado a todos, cuando tú aun no estabas loco.

Loco.

Loco.

-Loco...-Murmuro.

Schizo tiene razón, esas tías eran fieles seguidoras de Morgan, deseaban ser como ella, odiaban lo mismo que ella, y se burlaban de lo mismo que ella, y si en todo eso, incluía humillar a Dakota, no tenían escrúpulos.

SCHIZOPRENIA✔Where stories live. Discover now