Capítulo 10

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Capítulo 10: Te deseo

Una semana y tres días.

Una semana y tres días son los que llevo sin hablar con Arion Archibold.

Me gustaría decir que no lo he extrañado, que mi corazón se muestra inflexible ante su ausencia. Pero eso sería mentir, y no me gusta mentir sin motivos.

Acostumbrarse a las cosas es tan sencillo... Ha sido más sencillo acostumbrarme a Archibold y sus comentarios inexpresivos y fríos que olvidarme de que él alguna vez formó parte de mi vida.

Porqué eso es a todo lo que se ha reducido mi relación con él: a un recuerdo lejano de algo que una vez pasó.

Sin embargo, me he hecho muy cercana a su hermano Aristo. Aunque no tienen un parecido descomunal, ver y hablar con él me ayuda a recordar lo reconfortante que era estar con Arion. Lo electrizante que era su toque, lo intensa que era su mirada pese a ser inexpresiva.

Aristo es dulce, cariñoso y expresivo, todo lo contrario a su hermano; así que empiezo a valorar que mi mente tenga una obsesión con Arion Archibold al ver cualquier tipo de parecido entre ellos.

Bella se muestra encantada de que por fin tenga un amigo en mi nuevo instituto, y aunque no para de hacer comparaciones entre las diferencias con sus otros hermanos; sé que le gusta que Aristo cuide de mi en el instituto.

Y es precisamente gracias a Aristo que estoy en una fiesta un Viernes por la noche, aunque debo admitir que esta vez no siento tanta apatía como la primera.

La fiesta es privada y exclusiva, así que el lugar no está lleno. La música no está demasiado alta y las bebidas alcohólicas están riquísimas.

Lo único malo de estar en una fiesta es que tengo recuerdos de la última fiesta en la que estuve. Aún recuerdo el toque de Arion en la limusina, su fría y profunda voz.

¿Qué me ha hecho este chico?

Bella y Aaron invitan a Aristo a bailar, y como la primera vez me vuelvo a encontrar sola sin saber muy bien qué hacer. Mi bebida se ha acabado, así que optó por ir a por una nueva.

—¿Me podrías dar una Ginebra rosa?—Le pregunto yo al camarero. Este asiente, pero algo cambia en su mirada al mirar detrás de mí.

Me siento extrañada, pero no me giro.

Solo quiero mi quinta bebida de la noche.

—¿Una ginebra rosa? Cancelalo, dale Vodka.—La voz que me lleva persiguiendo durante más de una semana ordena por mi al camarero, y este asiente.

Me gustaría decir que no me alegro de verlo, que siento indiferencia por su presencia. Pero en realidad agradezco a la Virgen por haberle puesto en mi camino. El simple sonido de su voz ha hecho que corrientes eléctricas viajen por todo mi cuerpo.

Me estoy volviendo loca.

Estoy obsesionada.

No es normal.

—¿Y quién eres tú para decir que debo o no beber?

—Estás en una fiesta, necesitas algo más fuerte que Ginebra. El Vodka te sentará bien.

—¿De repente te preocupas por si me lo paso bien? Eso es nuevo.

—No puedes querer que yo sea un principe azul, princesa. Soy un demonio, el malo del cuento. Hago las cosas mal, juego con la gente, manipulo... Así que tú decides, ¿vale la pena estar con alguien como yo?

Atrevete a EnamorarteOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz