Capítulo 15

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Capítulo 15: Solo un juego

Me siento desconcertada y dolorida, pero sobretodo me siento eléctrica.

No he utilizado esa palabra tanto en mi vida como hasta ahora, pero es la más acertada para explicar cómo me siento. Nunca creí que algo pudiera ser tan maravilloso, que algo pudiera hacerte sentir tan bien.

He visto y leído a la gente obsesionarse con el sexo de manera incomprensible. Ahora les justifico, porque es algo maravilloso.

O alomejor lo maravilloso es con la persona con la que lo he hecho.

He luchado contra el sentimiento inconscientemente, pero haga lo que haga ya no puedo mantenerme alejada de él. No quiero quererlo porque él es todo lo opuesto a mi y a lo que siempre he querido, pero me es inevitable.

Me es inevitable querer algo que me consume, algo que me hace sentir tan bien.

Me es inevitable saber que voy a acabar mal y aun así seguir buscando más y más.

Me es inevitable querer a Arion Archibold, por muy frío y arrogante que sea.

Volteo mi cuerpo para mirarlo silenciosamente como la acosadora que soy, pero él no está en la cama. Siento que el oxígeno se ha quedado a mitad de camino a mis pulmones y que mis ojos pican aguantando las lágrimas.

Se ha ido. Me ha dejado, sola; después de tener lo que ya quería de mí. Me ha desechado como a cualquiera de las otras chicas con las que ha estado, porque eso es lo que soy: otra chica.

Por qué ninguna chica puede cambiar a Arion Archibold ni aun queriendo, y yo no iba a ser la excepción de la regla.

Me visto con la ropa de antes y mis pies se mueven solos hasta la puerta de su casa. Siento que las lágrimas son más pesadas, más incontrolables a medida que me acerco.

Dicen que es el corazón lo que se te rompe, pero siento que me duele todo el cuerpo. El pecho me duele como si el oxígeno lo llegara, los ojos me escuecen como si nunca hubiera llorado y la garganta me tiembla de el simple hecho de imaginarlo frente a mi.

¿En qué momento me permití esto? ¿En qué momento me permití caer por él aún sabiendo que lo único que iba a hacer es dañarme?

Toco la puerta temblorosa y una chica rubia de piel blanca que ya ví por primera vez antes me recibe. Tiene una sonrisa tensa y parece prestar demasiada atención a algo dentro de la casa.

—Hola. ¿Qué desea?

—Quiero ver a Arion Archibold. —Trato de decirlo con convicción, pero la voz me falla y me tiembla al pronunciar su nombre.

Ella me mira con una mirada comprensiva, como si fuera la siguiente de muchas que ya han venido en la misma condición. Me pregunto a cuantas chicas Arion habrá dejado así: devastadas frente a su puerta. Y eso me hace sentir estúpida, más estúpida de lo que ya me siento.

No espero a que la chica responda, simplemente entro a la casa rápido, con la furia impulsando cada parte de mi cuerpo.

Sé que es irrespetuoso, que es incorrecto, pero no me importa. La rabia me conduce y en estos momentos no me importa nada más que plantarle cara a Arion Archibold y hacerle ver que yo no soy una cualquiera, una más de su lista.

Plan recuperar la poca dignidad que me queda: en marcha.

Mis pies se dirigen furiosos hasta el patio, donde distingo varias figuras alrededor de algo. O más bien de alguien.

Mi corazón se para al ver los cristales en el suelo y la rabia es substituida por preocupación.

Mis ojos recorren a todos los presentes, distinguiendo sus caras uno por uno: un chico del instituto del cual desconozco el nombre, Aristo y el otro hermano de Arion, todos alrededor de la misma persona. Mi corazón late tan rápido en mi pecho que siento que va a explotar, y mis ojos ya no pueden contener las lágrimas.

Has venido aquí a plantarle cara Katherine, no a preocuparte por él.

Me siento frustrada, humillada, atrapada y preocupada; y no sé cómo sobrellevar todas esas emociones juntas. Quiero golpearle por dejarme sola, por usarme, por tratarme como a una más de su lista; pero no puedo evitar preocuparme al ver el escenario en el que ambos nos encontramos.

Nunca creí poder preocuparme por alguien más que de por mi misma, pero ahora lo estoy viviendo.

—Será mejor que no te acerques—Pronuncia Aristo, pronunciando las palabras cuidadosamente.

Le miro confusa.

¿Qué será mejor que no me acerque? En otro momento hubiera escuchado su consejo y me hubiera ido, pero no ahora.

—¿Está ahí?—Digo yo y la voz me tiembla tanto que temo echarme a llorar frente a él.

Él me mira con precaución. Parece valorar todas las opciones posibles y, cuando termina, me coge de los brazos y trata de alejarme a la fuerza sin preguntarme siquiera de nuevo.

—¡Suéltame! ¡Quiero hablar con él!—Opongo resistencia.

No puedo evitar llorar esta vez y el agarre de Aristo se afloja.

¿Qué me estoy haciendo?

—¿Es ella? —Pregunta alguien detrás de él. No necesito esforzarme mucho para saber que es él—. ¿Es Katherine?

Él parece levantarse, y todos sus acompañantes se levantan a la vez junto con él para evitar que se caiga.

Quiero parar de llorar, pero no puedo.

Su pelo está totalmente despeinado, sus ojos están rojos y parecen inyectados en sangre, su camiseta está arrugada y manchada de gotas rojas. Mis ojos viajan por todo su cuerpo con rabia y preocupación.

—¡Dejar de sujetarme, joder! ¡Quiero hablar con ella!—Grita a sus acompañantes y yo salto en el sitio por la sorpresa.

La opresión en mi pecho a crecido y no creo poder parar de llorar.

—Lo siento, no quería asustarte, tú sabes...—Comienza él a hablarme, pero yo le callo.

—Yo no sé nada, Arion. ¿Qué ha pasado, Arion?—Pregunto yo—. Y no trates de mentirme porque me daré cuenta y me iré.

Como deberia haber hecho hace tiempo.

De hecho, debería irme.

¿Por qué mis piernas no responden?

—He bebido de más, princesa.

—Ni se te ocurra llamarme princesa.

—Katherine... Lo siento.

—¿Eso es todo? Me dejas después de haberme usado como un trapo y me dices que simplemente has bebido mucho y que lo sientes como si eso pudiera arreglar algo.

—Yo no quería dejarte—

—Pero lo has hecho Arion, y yo ni siquiera te he importado. Nunca creí poder...

Mi voz se pierde en el patio y mi labio tiembla. No puedo decirle que le quiero. No puedo hacerle eso a la poca dignidad que me queda.

Nunca creí que querer a alguien pudiera estar mal, pero lo está. Arion Archibold rompe todo lo que te toca, y me ha roto a mi. Si quiero recuperar las piezas necesito mantenerme alejada de él de una vez por todas.

—Nunca creí poder llegar a querer conocerte. Ha sido un error. Ha sido todo un error. Solo dime si ha sido un juego, Arion. Dime si ha sido un juego y déjame ir.

Él parece dudar la respuesta:—Has sido solo un juego y yo ya he conseguido el premio. Eres libre para dejarme.

Una lágrima baja por mi mejilla:—Gracias por dejarme ir entonces.

Mis piernas responden de una vez por todas a la señal de salida.


Nota de autora:

¡Hola a todxs! 

Siento haber tardado tanto en publicar un nuevo capítulo, me tuvieron que ingresar de nuevo en el hospital y no he tenido tiempo ni ganas para sentarme en el ordenador y escribir este capítulo tan importante y duro para la historia. 

Espero que os guste y nos vemos pronto.

Nikki Bones.

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⏰ Last updated: Sep 01, 2019 ⏰

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