Capítulo XXXIII

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《En el Holandés Errante》
Como era de esperarse, Beckett decidió llevar a Jack a la prisión del barco y en ese lugar, el pirata volvió a imaginar a más Jack Sparrows. Entre ellos, uno con la imagen del monstruo marino que sería si fuera tripulante del Holandés Errante.

Jack imaginario 1: Bravo! Conseguiste abordar el Holandés Errante tal como lo planeaste.
Jack: Oye!...
Jack imaginario 2: Oh sí. Bien hecho. A pesar de estar ahora en prisión, todo sigue su curso.
Jack: (Confundido viendo las alucinaciones) Lárguense!
Jack imaginario 1: De vuelta al fondo?
Jack imaginario 2: No vamos sin ti, Jackie.
Jack monstruo marino: (Muestra su presencia) Apuñálalo. (Sale de su supuesto puesto en el barco) Vivir por siempre como capitán del Holandés Errante. (Se saca su cerebro) Claro que si estás en la prisión, quién ha de apuñalarlo? (Le pasa la lengua a su cerebro)
Jack imaginario 1: Eso pone la inmortalidad fuera de nuestro alcance.
Jack: Y quien dice que quiero ser inmortal. Si el hecho de ser inmortal me aleja de mí Manzanita, prefiero no serlo.
Jack imaginario 1: De verdad estamos locos por esa chica.
Jack: Mi chica. Mi princesa.


Jack vio como el segundo Jack imaginario que había aparecido, comenzó a revisar su cabello hasta encontrarse un maní y metérselo a la boca. Esto hizo que tanto Jack como las otras dos ilusiones lo miraran extraño.


《En el Perla Negra》
Elizabeth: Necesito al Perla de insignia para atacar.
Barbossa: Eso quieres?

Justo al segundo, vieron como entre Pintel, Ragetti, Marty, y otros piratas, subían a Tía Dalma amarrada, y así poder liberar a Calypso.

Pintel: (A Tía Dalma) Sube esperpento. Por aquí.
Will: (A Barbossa) Barbossa! No lo hagas!

Cuando Will quiso oponerse a liberar a Calypso, piratas se acercaron, agarraron a Will, a Elizabeth y a Ruby y los comenzaron a amenazar con pistolas, pero la última mencionada se prendió fuego desde la cintura para arriba, haciendo que los demás piratas la soltaran y dejaran de amenazarla.

Elizabeth: (A Barbossa) Deja que Jack actúe!
Barbossa: Mil perdones majestad. Hace tiempo que no controlo mi propio destino. (Mira la Pieza de Ocho que llevaba Elizabeth colgando del cuello) Hasta ahora. (Le quita la Pieza)

Tía Dalma estaba amarrada al mástil principal del Perla Negra mientras un pirata afirmaba el plato con las Piezas de Ocho y Barbossa dejaba las otras dos que faltaban.

Ruby: (A Tía Dalma) Realmente esto quieres?
Tía Dalma: Voy a ser libre al fin.
Ruby: Tengo que admitir que te voy a extrañar. Tú me enseñaste el mundo del que vengo.
Tía Dalma: Flama, te di mi confianza desde un principio. Esa primera vez que Jack te llevó a conocer mi choza, te prometí que siempre serías bienvenida. Me gustaría que esa pequeña cabaña, siga siendo propiedad de los dioses por mucho tiempo más. De ahora en adelante, tú eres la encargada de cuidar y proteger ese espacio que sirvió como mi hogar en mis años de prisión. Esa choza ahora es tuya.
Ruby: Y que hay de todos los objetos de valor que hay dentro?
Tía Dalma: La choza es tuya. Los objetos son tuyos... La isla es tuya.
Ruby: La Isla del Volcán? Cómo una isla completa va a ser mía?
Tía Dalma: En esa isla se encuentran las puertas hacia tu verdadero hogar. Confía en mí, Flama.
Ruby: Lo haré. Muchas gracias... Calypso. (Le sonríe)

Piratas Del Caribe /// Las Llaves Del InfiernoWhere stories live. Discover now